Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/105/09
México, D. F., 4 de agosto de 2009.
- La baja demanda de agua de este fruto representa una ventaja significativa para un cultivo rentable a mediano y largo plazo
- Puede ser utilizada en la elaboración de medicamentos, colorantes, ingredientes para la industria alimentaria e, incluso, como forraje
- En Europa y Japón es considerada un postre gourmet
- En Europa y Japón la pitahaya es considerada un postre gourmet.
Foto: AMC
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El cultivo de la pitahaya es una alternativa sustentable para atenuar algunos problemas de la agricultura mexicana, como los suelos pobres y delgados, además de la escasez de sistemas de riego en zonas con escasa precipitación, aseguraron María Fernanda Ricalde y José Luis Andrade, investigadores del Centro de Investigación Científica de Yucatán.
En su artículo La Pitahaya, una delicia tropical, publicado en el más reciente número de la Revista Ciencia, órgano de difusión de la Academia Mexicana de Ciencias, los biólogos señalaron que la baja demanda de agua de este fruto representa una ventaja significativa, no sólo por el ahorro directo de agua de riego, sino porque evita el daño ambiental causado por la profunda irrigación de los cultivos comunes.
Dieron a conocer que la pitahaya puede ser utilizada en la elaboración de medicamentos, colorantes, ingredientes para la industria alimentaria e, incluso, los tallos se aprovechan como forraje.
Ricalde y Andrade indicaron que la creciente demanda de frutas exóticas en el mercado globalizado convierte a la pitahaya en un cultivo de importancia económica, el cual además es rentable a mediano y largo plazo. “Si consideramos que la inversión se recupera al tercer año de establecida la plantación y a partir del cuarto se obtienen utilidades”, añadieron.
A pesar de la gran demanda internacional, pues en Europa y Japón es considerada un postre gourmet, la mayor parte de la pitahaya mexicana se comercializa únicamente en el mercado nacional.
Los estados que la cultivan son: Puebla, Campeche, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán, este último es el principal productor y único que cuenta con unidades de producción tecnificadas, informaron.
Los autores precisaron que la palabra pitahaya proviene de las Antillas Mayores, del idioma taíno y significa “fruta escamosa” y la pronunciación correcta es “pitajaya”. Es oriunda de México, el Caribe, Centroamérica y el norte de Sudamérica, pertenece a la familia de las cactáceas, ya que en lugar de hojas posee espinas.
Los españoles admiraban las pitahayas por lo exótico y peculiar de su aspecto, relatan los autores, por su sabor dulce y refrescante, además de sus propiedades medicinales, comentaron.
Finalmente, Ricalde y Andrade comentaron que en México se utilizan fracciones de tallos licuados para tratar afecciones de riñones, dolores de cabeza, eliminar amibas y hasta acabar con la caspa. Las flores, conocidas como “reinas de la noche”, son muy atractivas y con ellas se preparan diferentes infusiones para aliviar enfermedades del corazón, concluyeron.