La Jornada
24 de abril de 2009
Emir Olivares Alonso
México retrocede al aprobar reformas que incluso impiden investigar con células madres
Insostenible, considerar el cigoto como una persona, destacan expertos
Impulsadas por PAN, Iglesia y algunos empresarios, dichas legislaciones, realizadas en 12 entidades, soslayan derechos de las embarazadas
Las reformas contra el aborto que se han realizado en 12 entidades del país “no tienen sustento científico, van contra las garantías de las mujeres y vulneran la Constitución, el Estado laico y el derecho de investigación”, advierten científicos de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
En conferencia de prensa, Rosaura Ruiz, presidenta de la AMC, lamentó que en México se esté “retrocediendo” al aprobar leyes que conciben el cigoto como ser humano, por lo que otorgan “el derecho a la vida” desde el momento de la fecundación. Se advirtió que estas reformas son impulsadas –tanto en las entidades como a escala federal– por legisladores del PAN, ministros católicos y algunos sectores empresariales.
Ricardo Tapia, coordinador del Comité de Clonación y Células Troncales de la AMC e investigador emérito del Instituto de Fisiología Celular de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), indicó que desde el punto de vista científico es “insostenible” afirmar que desde el momento de la concepción se puede hablar de derechos de una persona.
Según la concepción neurobiológica –argumentó–, no se puede considerar el cigoto como una persona, debido a que en sus primeras semanas de gestación no ha desarrollado el sistema nervioso central, lo que le impide tener sensaciones como dolor. “No es posible hablar de una persona hasta que las conexiones neuronales se hayan establecido y la corteza cerebral se haya desarrollado a un nivel en el que existan sensaciones, lo cual ocurre entre las 24 y 26 semanas de gestación.”
Enfermedades degenerativas
Señaló que las legislaciones antiabortistas no sólo implican consecuencias graves para los derechos humanos de la mujer, sino también para la investigación científica, ya que restringirían la investigación con células troncales embrionarias, relevante en el tratamiento de enfermedades degenerativas, como el Alzheimer o la diabetes.
En tanto, la presidenta de la AMC alertó sobre el “retroceso” científico que implican estas reformas, debido a que tampoco permiten la investigación en células madres in vitro. En ese sentido, llamó a la academia, organizaciones sociales, feministas y la sociedad en su conjunto a hacer un frente común contra estos embates que pretenden “echar abajo los avances basados en evidencias científicas” referentes a la interrupción legal del embarazo.
Subrayó que esta defensa “debe ser conjunta por los derechos humanos, vistos como el derecho de la mujer, la laicidad del Estado y el avance del conocimiento científico, mismos que son vulnerados por las legislaciones que establecen garantías desde el momento de la concepción”.
Precisó que los congresos de Baja California, Colima, Guanajuato, Morelos, Nayarit, Quintana Roo, Sonora, Campeche, Durango, Jalisco, Puebla y San Luis Potosí aprobaron estas reformas que han sido publicadas al menos en los diarios oficiales de los gobiernos de las siete primeras entidades.
Juliana González, coordinadora del Seminario de Investigación Ética y Bioética de la UNAM, consideró “un retroceso” la aprobación de las reformas que definen el cigoto como persona, ya que “amenazan los valores, derechos y dignidad de la mujer”.
Indicó que con estas modificaciones no sólo se penaliza el aborto, sino la sexualidad libre y sin fines biológicos y reproductivos, entre otros. Lamentó que para la Iglesia sea más importante penalizar la interrupción del embarazo que castigar a los curas pederastas.