De cada mil 500 doctores, 500 emigran y 500 no trabajan

La Crónica de Hoy
28 de diciembre de 2005
Olivier Pavón

Por cada cientí­fico en México en Corea del Sur hay cinco; esto es un fiel reflejo de la fuga de cerebros en nuestro paí­s, alertó Octavio Paredes López, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), al revelar que de mil 500 egresados en estudios de doctorado, 500 emigran al extranjero por falta de oportunidades, mientras que otro número similar no encuentran empleo adecuado en territorio nacional.

Heriberta Castaños Lomnitz, especialista del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, resume así­ la elevada fuga de cerebros que se da en el paí­s ante la falta de oportunidades de desarrollo en territorio nacional ¡si Mario Molina no se hubiera ido del paí­s, no hubiera conseguido el premio Nóbel de Quí­mica en 1995!.

¡Para los pocos cientí­ficos que se quedan aquí­, no existe un apoyo gubernamental adecuado. No hay equipo y laboratorios suficientemente equipados!, sostiene Paredes López.

Añade que con el ¡gobierno del cambio!, no hubo el esperado apoyo para el desarrollo cientí­fico y tecnológico del paí­s.

—¿No hay voluntad polí­tica?
—Cero, no hay ningún indicador, no nos dan algunos recursos para que sigamos. No hay estrategia gubernamental.
—¿Cual es el presupuesto para la ciencia?
—Anda cerca de 30 mil millones de pesos, pero de esos van al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnologí­a (Conacyt) alrededor de 8 mil 800 millones de pesos, y el resto va a las diversas secretarí­as de estado y de los institutos públicos de investigación como la de Agricultura, Energí­a, Economí­a y Medio Ambiente, entre otras.

El también profesor del Laboratorio de Biotecnologí­a de Alimentos del Cinvestav-Unidad Irapuato añade que en esas dependencia, los secretarios reportan como ciencia y tecnologí­a ¡muchas cosas que no lo son, sí­ las hay por supuesto, pero una buena proporción de esos recursos no son utilizados adecuadamente!.
Para el director de la AMC el rezago de México en materia cientí­fica es evidente en comparación con otras naciones:

Cita que el PIB en México ronda el .37 por ciento mientras que en paí­ses de la Unión Europea es de más de 1 por ciento, ¡por ejemplo, los Estados que se adhirieron recientemente a está, como es el caso de la República Checa, Polonia y Eslovaquia tendrán, a más tardar, para el año 2010 un promedio cercano al l.3 por ciento de su PIB!.

¡México se encuentra en el extremo en comparación con estos paí­ses!, añade con preocupación y menciona el caso de India, nación que a pesar de sus altos í­ndices de pobreza y desigualdades, es el paí­s que exporta más tecnologí­a electrónica en el mundo, incluso por encima de Japón.

La crí­tica de Paredes López es severa hacia lo que él llama nula inversión gubernamental en materia cientí­fica y tecnológica.

¡No nos hacemos cientí­ficos porque no hay empleos. Vivimos en el oscurantismo. Si alguien pensara que la innovación cientí­fica es cara que analice cual es el precio de la ignorancia!, sostiene.

Advierte: ¡nos queremos suicidar colectivamente vamos en la dirección correcta. Habrá una mayor dependencia, no se puede crear riqueza, empleos bien pagados si no va acompañado de una cosa que se llama educación de calidad e innovación cientí­fica y tecnológica!.

Y la comparación con Corea del Sur resulta obligada:

¡Corea tiene cinco veces más cientí­ficos que nosotros, y eso con menos de la mitad de la población nuestra!.
De 1960 a la fecha. ¡Nuestra gente de alto nivel, calificada, se nos va… en 1960 se inició un flujo de cientí­ficos hacia Estados Unidos y en la última década aumentó a un millón de mexicanos y latinos en ocupaciones profesionales y técnicas de alta capacitación!, afirma la investigadora Castaños Lomnitz.

La cientí­fica, quien se refiere a la fuga de cerebros como ¡Movilidad de capital humano altamente calificado!, dice que este fenómeno se da principalmente en las áreas de las ciencias exactas.

Añade, ¡la ciencia y la tecnologí­a no tienen mucha alternativa en México porque no estamos preparando gente y si las preparamos lo hacemos para otros paí­ses!.

w Causas de emigración

1)Los médicos que trabajan tanto en EU como en México. Estos no tienen doctorado. Son especialistas y en este grupo enfermeras que aquí­ reciben un salario muy pequeño y se van a EU donde perciben un sueldo adecuado.

2)Lo alumnos del Tecnológico de Monterrey que se van a EU porque allá desarrollan sus pequeñas empresas.

3) profesionistas con licenciatura que se van a trabajar como profesores bilingí¼es, principalmente a EU.

4) Egresados de doctorados que se van a EU y Europa, señala Castaños Lomnitz.

¡No hay intención de apoyar a la ciencia básica!

Elvira González de Mejí­a se graduó en el Instituto Politécnico Nacional, en la escuela de Ciencias Biológicas. Hizo su doctorado en Irapuato; sin embargo, desde hace diez años se fue a radicar a Estados Unidos en donde trabaja en la Universidad de Illinois como profesora en el área de Alimentos y Nutrición Humana.

—¿ Hay oportunidades aquí­?, se le pregunta a esta mujer de 54 años.
—Desafortunadamente no la hay, y desafortunadamente he visto que el gobierno ha reducido mucho el presupuesto para investigación. Es triste porque deberí­a ser lo contrario, conforme el paí­s progresa y el mundo progresa deberí­amos tener más dinero para investigación.

Sostiene que no ve ese entusiasmo de seguir adelante haciendo ciencia y eso es muy peligroso para el futuro del paí­s.

Cita el caso de China: ¡Están invirtiendo mucho en nivel de investigación, mandan a sus estudiantes al extranjero, a obtener doctorados y grados más altos de educación y vea el resultado en China. Es un paí­s que está progresando impresionantemente y a una velocidad acelerada. En unos años China nos va a comer el mandado pero completo como ya lo está haciendo en textiles, pero en ciencia también.
Aunque se fue hace diez años del paí­s por cuestiones personales, ¡ya que a mi esposo lo movieron para allá!, apunta que si ella siguiera en el paí­s la situación estarí­a muy complicada ¡para mí­ en seguir desarrollando mis programas de investigación!.

—¿Cuál serí­a el problema para desarrollarse en México
—No hay dinero para comprar reactivos, para comprar equipos. Las becas de los profesores son de tristeza. El salario que un profesor está ganando es de risa, de pobreza y eso no puede ser. Es la gente inteligente que puede sacar al paí­s del problema.

Recuerda que cuando llegó a la Universidad de Illinois nunca habí­a dado clases en EU. ¡Para empezar a mí­ me dieron un paquete de investigación muy considerable para que pudiera montar mi laboratorio, mi equipo y los reactivos y contratar a los estudiantes. Eso no existe aquí­!.

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