Gaceta UNAM
11 de mayo de 2009
Aline Juárez
Una propuesta para el tratamiento de aguas industriales, un trabajo que estudia la relación entre el desarrollo de la diabetes y el arsénico, así como las propiedades ópticas de nanopartículas metálicas, hicieron coincidir a tres universitarios.
Andrea Sachi Díaz Villaseñor y Ana Lilia González Ronquillo obtuvieron el Premio Weizmann 2008, en las ramas de Ciencias Naturales y Ciencias Exactas, respectivamente; además, Iván Moreno Andrade fue reconocido con el galardón Weizmann Kahn, en Ingeniería y Tecnología, otorgados por la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), en coordinación con la Asociación Mexicana de Amigos del Instituto Weizmann de Ciencias.
Con la tesis doctoral “Biodegradación óptima de compuestos fenólicos en un reactor discontinuo secuencial”, Iván Moreno, ahora investigador del Instituto de Ingeniería donde cursó el doctorado en Ciencias Biológicas, obtuvo su distinción.
El trabajo, dirigido por Germán Buitrón Méndez, coordinador de Bioprocesos Ambientales del mencionado Instituto, analiza una problemática constante: el tratamiento de aguas residuales industriales difíciles de procesar con métodos convencionales. En éste se propone una estrategia de control para la degradación del líquido tóxico, explicó.
La complicación radica en que la concentración de compuestos dañinos fluctúa en el tiempo y, de ahí, la necesidad de encontrar un método de control. “Este estudio es un paso, ya se cuenta con un prototipo industrial probado en la planta potabilizadora de Ciudad Universitaria con resultados favorables”, señaló.
El también galardonado con la Medalla Alfonso Caso, otorgada por la UNAM, y egresado de la licenciatura de Biología en la Universidad Veracruzana, sostuvo que las distinciones Weizmann y Weizmann Kahn “son un estímulo no sólo para mí, sino para todo un equipo y si bien redacté la tesis y trabajé en el laboratorio, siempre conté con apoyo”, reconoció.
Los trabajos.
Andrea Sachi Díaz ganó con el trabajo“El arsénico como factor de riesgo en la inducción de diabetes tipo 2”, realizado en el doctorado en Ciencias Biomédicas del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM.
Su impulso fue la gravedad y prevalencia que tiene la diabetes en el país y el problema de salud ambiental que constituye la exposición al arsénico, que se ha relacionado con el desarrollo de padecimientos como el referido y el cáncer.
La egresada de la licenciatura en Investigación Biomédica Básica, de 29 años, expresó su emoción por el reconocimiento y explicó que su trabajo le llevó cinco años ininterrumpidos.
Actualmente realiza una estancia posdoctoral en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán. Reconoció que sin el apoyo de su directora de tesis, Martha Patricia Ostrosky Shejet, investigadora de Biomédicas, no hubiera alcanzado los resultados.
El caso de Ana Lilia González y su tesis “Propiedades ópticas de nanopartículas metálicas”, realizada como trabajo final del doctorado en Ciencias Físicas del Instituto de Física, es similar a los otros dos ganadores.
Su investigación es novedosa y en ella presentó los resultados teóricos de las eficiencias de absorción, extinción y dispersión de nanopartículas de oro, plata y cobre de diferentes formas, tamaños y medios. En la actualidad es posible sintetizar nanopartículas con formas tan variadas como icosaedros, cubos, decaedros y cuboctaedros, entre otros, mencionó.
La ganadora de la categoría de Ciencias Exactas es egresada de la carrera de Física de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas de la Universidad Autónoma de Puebla.
Ana Lilia González manifestó su sorpresa, alegría y satisfacción al enterarse de la distinción. Meses antes, recordó, obtuvo el premio por mejor tesis doctoral, dirigida por Ana Cecilia Noguez Garrido, especialista del Instituto de Física, que otorgó el Instituto de Investigaciones en Materiales de la UNAM.
Las distinciones Weizmann y Weizmann Kahn constan de un diploma y un estímulo económico.