La ciencia, su vida

Diario de Jalapa
11 de abril de 2009
Raúl Espinoza

Nuestra Vida

Xalapa, Veracruz.- Su vida ha estado completamente ligada al mundo de la ciencia, incluso dentro del hogar, que comparte con su pareja Amando Bautista Ortega, doctor en Ciencias, también allegado al estrecho círculo científico mexicano donde el nombre de la doctora xalapeña Margarita Martínez Gómez es ampliamente reconocido.

Al central estado de Tlaxcala, la connotada xalapeña llegó hace 25 años con la ingenua idea de estar «solo de paso». «Nunca pensé que la generosidad de esta tierra me atraparía, me bendeciría con dos hijos, mi esposo… y me daría la satisfacción de conocer a entrañables colegas y brillantes estudiantes al desempeñarme en un trabajo digno que me brinda la oportunidad de sentirme útil», agrega emocionada nuestra invitada especial, a quien ya le gustó ser galardonada por su reconocida trayectoria profesional. Y con justa razón.

La más reciente distinción fue la presea «Xochitecatlcíhuatl 2009» que le entregó el gobernador tlaxcalteca Héctor Ortiz Ortiz, el ocho de marzo pasado, justo el día consagrado mundialmente a las mujeres. A ellas, pero especialmente a las mujeres combativas de su grupo de investigación, a las de su plural gremio de queridas amigas, a las de Ixtenco que le enseñaron la fortaleza y la feminidad tlaxcalteca, y las esforzadas mujeres de su familia, fue a quienes les dedicó el premio.

SU MUNDO, LA CIENCIA

La doctora Margarita Martínez Gómez es hija de la profesora Angelina Gómez Arcos y nieta de la recordada maestra de nivel primaria Angelina Arcos Ortiz. Estudió licenciatura en Biología en la Universidad Veracruzana y una maestría en «Biología de la Reproducción» en la Universidad Autónoma de Tlaxcala a la que siguió el doctorado en Ciencias Fisiológicas en la UNAM, universidad donde actualmente cursa el diplomado en Divulgación de la Ciencia, a la par de desempeñarse como académica adscrita a tiempo completo en la Universidad Autónoma de Tlaxcala, su alma máter a la que considera su «espacio indispensable y propicio» que le ha permitido desarrollar su trabajo profesional y comunitario. Y es precisamente en la Universidad Pública donde la científica xalapeña ha encontrado la instancia idónea para ofrecer proyectos de vanguardia, formar académicos respetables, personalidades creativas y generar conocimientos y culturas.

Nuestro connotado personaje xalapeño ha impartido más de setenta publicaciones -entre artículos de revistas científicas internacionales-, capítulos de libros, artículos de divulgación y notas periodísticas; sustentado más de cien conferencias en diferentes foros; y gestionado donativos de la Animal Behavior Society, la National Science Fundation y la Society for Neurosciencies así como del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, de la Secretaría de Educación Pública y de la UNAM quien le otorgó el pasado seis de marzo a la científica veracruzana el reconocimiento «Sor Juana Inés de la Cruz» en reciprocidad a su labor en pro de la investigación científica en Tlaxcala. La vida profesional de nuestra entrevistada ha sido tan dilatada que para el gobierno estatal tlaxcalteca no ha pasado inadvertida y hace seis años la distinguió por primera ocasión con el premio «Patria».

Sobre el tema, la doctora Martínez Gómez se mostró alegre en sus palabras al explicar que sus estancias predoctorales las ha realizado en la Universidad de Rutgers en nueva Jersey, Estados Unidos, así como en Universidades de Canadá, España, Alemania y Hungría, lo cual explica el porqué ha presentado los resultados de sus trabajos académicos en congresos internacionales.

La también Investigadora Nacional del Sistema Nacional de Investigadores con el nivel II, detalla que junto con colegas de la Universidad Autónoma de Tlaxcala ha organizado durante 13 años el curso «Bases Biológicas de la conducta», toda una tradición en la biología mexicana. Es también revisora científica de revistas internacionales y forma parte de la Junta de Gobierno del Colegio de Tlaxcala y de la Comisión de Bioética. Pertenece a varias sociedades científicas nacionales e internacionales, entre ellas la Academia Mexicana de Ciencias, la Sociedad Mexicana de Ciencias Fisiológicas y la Society Nerosciencies. En su afán de divulgar la ciencia a los habitantes de zonas rurales de Tlaxcala, creó los programas para niños y jóvenes «La UAT en tu comunidad» y «Los tesoros de La Malinche», nombre que también identifica a la dependencia universitaria por ella coordinada académicamente, dedicada a promover la investigación y conservación de los recursos naturales de Tlaxcala.

«Somos diferentes aunque no peores ni mejores… y las diferencias no significan la desigualdad. Por ello es que hombres y mujeres por igual, no debemos descansar hasta acabar con la discriminación a la mujer, con su maltrato, con el menosprecio a su dignidad», sostiene firmemente la brillante científica que día a día, allende las fronteras, pone el nombre de su ciudad y su estado natal muy en alto.

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