Investigacion y Desarrollo
26 de marzo de 2009
Héctor de la Peña
Si bien las contiendas electorales para renovar la Cámara de Diputados a nivel federal aún no dan inicio de manera formal, los distintos partidos políticos han dejado entrever los temas que inundarán los debates y campañas a lo largo de los 60 días de duración, a saber: seguridad pública, desempleo, igualdad de género y crisis económica. Todos ellos de vital trascendencia para el desarrollo y bienestar nacional; ninguno, sin embargo, distinto al que se haya tratado en otras campañas.
Las pocas propuestas alternativas que acaso se vislumbran pertenecen a los llamados partidos chicos, que según expertos sólo buscan llamar la atención y son difíciles de llevarse a cabo en el contexto nacional. Lo cierto es que de momento ninguna plataforma política-electoral ha considerado a la ciencia, tecnología o innovación como un digno tema de subir a la arena electoral, a pesar de las soluciones y beneficios que conllevan estos rubros a diversos problemas que azotan actualmente, y desde hace tiempo, a la población mexicana.
Al respecto se han pronunciado importantes actores del sector científico, tecnológico y de innovación, como los doctores Rosaura Ruiz Gutiérrez y Juan Pedro Laclette, presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) y coordinador general del Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCyT), respectivamente, quienes coinciden en que estas materias puede aportar mucho al debate político nacional. Por su parte, el doctor Ricardo Espinoza Toledo, especialista en temas electorales de la Universidad Autónoma Metropolitana unidad Iztapalapa (UAM-I), hizo un análisis sobre el desdén que muestra gran parte de la clase política nacional hacia estos rubros, y estimó que el entorno por el que atraviesa el país es idóneo para su acercamiento.
La ciencia, en segundo término
El coordinador general del FCCyT, doctor Juan Pedro Laclette, mencionó que a pesar de no ser temas coyunturales para la sociedad mexicana, a diferencia de la seguridad pública y crisis económica, la ciencia, tecnología e innovación son parte de las soluciones para estos problemas, y ejemplificó el caso de las llamadas economías emergentes que apuestan al tema del conocimiento. Incluso, vaticinó que eventualmente éstas serán las beneficiadas del fenómeno bursátil mundial. “Las crisis son épocas de oportunidades, y países como Brasil, India y China, que mantienen una buena inversión en sus desarrollos científico-tecnológicos pueden salir muy beneficiados de esta turbulencia”, expresó.
De acuerdo con el también ex presidente de la AMC, el Foro Consultivo ha realizado una revisión somera de las plataformas presentadas por los partidos políticos para el proceso electoral del próximo cinco de julio, y ha percibido que la ciencia, tecnología e innovación no son un tema prioritario, “ni por mucho”, en estos documentos. Esta perspectiva contrasta con los comentarios que hacen los políticos a la comunidad científica, en donde manifiestan su interés en apoyar las actividades del conocimiento.
Sin embargo, el doctor Laclette apuntó que al menos el tema llega a ser mencionado en los discursos políticos, de tal forma que “eso se puede considerar como un avance que es necesario aprovechar para seguir incluyendo su importancia en los aspectos políticos”, precisó.
En ese punto, aclaró que ninguna organización política se acercó con el FCCyT para establecer sus posturas en torno a los temas científicos, tecnológicos o de innovación. “En estos momentos se encuentran (los partidos) más interesados en la definición de candidaturas, pero espero que pronto se acerquen y pasen del discurso de apoyo al tema, que es políticamente correcto, a verdaderas actitudes que nos indiquen que sí hay interés de parte de ellos en estos asuntos”, refirió.
Al pronunciarse sobre las modificaciones a la Ley de Ciencia y Tecnología que han quedado varadas en el Congreso, el doctor Laclette expuso que es difícil predecir lo que va a ocurrir, sobre todo por el cambio de legisladores en la Cámara de Diputados. Aunque expresó que en el Senado tiene poca incertidumbre de que pasen las iniciativas propuestas por el FCCyT, ya que el presidente de la comisión del rubro en la Cámara Alta, senador Francisco Castellón Fonseca, las ha tomado y promovido íntegramente.
Reflejo del analfabetismo científico
Para la doctora Rosaura Ruiz Gutiérrez, presidenta de la AMC, el desdén de la clase política hacia estos temas es resultado del “analfabetismo científico” en el que el país se encuentra, lo que provoca la carencia de debates públicos que trasciendan hacia el campo de la política nacional. “En mi opinión, se trata de un problema de percepción social el hecho de que temas científicos no formen parte de la cultura general. La mayoría de la gente desconoce, ya no digamos la actualidad científica, sino someramente las principales ideas de la evolución natural o la relatividad, por citar un ejemplo, y eso se refleja en que plataformas político-electorales de los partidos no se interesen en el tema”, manifestó.
La también integrante de la Mesa Directiva del FCCyT añadió que lo ideal en las próximas elecciones es que el electorado con interés en estos temas identifique las propuestas de los partidos al respecto, y las consideren como parte de lo que va a definir su voto. Sobre ello, citó que un buen ejemplo son las posturas que los diferentes partidos han asumido en torno a los cultivos e investigación de transgénicos o células troncales, y con base en ello identificarse con una u otra opción.
En cuanto a la tarea que toca por parte del gremio científico, explicó que la AMC debe reforzar su acercamiento con los actores políticos, aunque reconoció que en la actual legislatura, con excepción del presupuesto destinado al Conacyt para el ejercicio 2009, los diputados han tomado en consideración a la comunidad científica en torno a los temas que afectan su actividad.
Ruiz Gutiérrez también se expresó en torno al retraso de las reformas a la Ley de Ciencia y Tecnología, que parece no procederán en la actual legislatura, y dijo que tanto la AMC como el FCCyT seguirán promoviéndolas entre los diputados de la siguiente legislatura, de quienes espera tengan más interés en la ciencia que la mostrada por los salientes.
El mismo discurso político
El doctor Ricardo Espinoza Toledo, profesor-investigador del posgrado en Estudios Sociales en la UAM-I, consideró que hay razones explicables por las que los partidos pasen por alto los temas científicos y en cambio toquen superficialmente los “grandes temas de coyuntura electoral”: y es el hecho de que una sociedad que ve mermada su condición de vida suele castigar en las urnas.
Aunque estableció que estos temas no debieran ser parte de las plataformas electorales, pues su solución no depende de una sola fuerza política, sino del concurso, incluso, de varios sectores sociales, entre ellos los científicos.
En torno a la nula incorporación de los temas científicos, tecnológicos y de innovación en las campañas electorales, el especialista de la UAM afirmó que la separación de “ambos mundos” encuentra razones en los dos campos, ya que al ensimismarse cada cual en sus actividades se han desarrollado en forma paralela con breves puntos de inmediación. “Por supuesto que los políticos conocen y llegan a interesarse en la ciencia y tecnología, y lo mismo sucede con los científicos y tecnólogos hacia la política, lo que ocurre es que no se construyen puentes que permitan a ambos nutrirse de manera más continua”, expresó.
Además, manifestó que de ambos sentidos existe cierta reticencia a una comunicación más abierta, pues mientras del lado de los científicos se descalifica a los partidos por no tener una buena valoración y convicción que lleve a apoyar a la ciencia de manera más decidida; en el bando de los políticos impera un ambiente antiintelectual que se manifiesta en los presupuestos asignados a los temas del conocimiento.
Sin embargo, se dijo antagonista a la idea de que el desdén político hacia la ciencia sea reflejo de un acto similar por parte de la sociedad, y explicó que en este último obedece al desincentivo que el gobierno ejerce sobre la ciencia y tecnología, y puso como ejemplo a la importación de desarrollos tecnológicos que evitan las experiencias nacionales, y de allí devienen otros problemas, en los que figura el desempleo de profesionistas.
Al ser cuestionado sobre la conveniencia de que el gremio científico sea representado en el Congreso de la Unión con uno o más de sus elementos, Espinoza Toledo respondió que es difícil pensar en ello como parte de la solución, debido a que el trabajo en ambas cámaras implica otra “lógica de acción” que tiene que ver con asuntos más generales y terminará por envolver al científico en la dinámica de sus pares de extracción política. Además, refirió que la reivindicación de la ciencia y tecnología en el Congreso deberá ser asunto de todos los partidos y no de un solo individuo. A esa dinámica, agregó la labor que podrían hacer los científicos acercándose a los legisladores, no sólo cuando se discuta el presupuesto de egresos, sino durante todo el proceso legislativo de manera sistemática a fin de ser una especie de grupo de presión para la toma de decisiones dentro de estos órganos representativos.
Finalmente, el experto destacó que en la actualidad los partidos políticos se enfrentan a “una suerte de descrédito” por parte de la ciudadanía, y en ese sentido cada tema que toquen en sus plataformas político-electorales será puesto en tela de duda. Ese sería el destino también para la ciencia y la tecnología en caso de que algún candidato quiera hacerse de él en su campaña, aunque recalcó que ninguna organización política lo ve como un tema de adeptos electores, a pesar de que involucre bienestar social.