La Jornada
19 de noviembre de 2005
Roberto Garduño
Ofreció 0.33 del 1% del PIB prometido, afirma diputado
Luego de «regatear», se le asignaron $30 mil 599 millones
La Cámara de Diputados aprobó un presupuesto de 30 mil 599 millones de pesos para ciencia y tecnología, cifra que representa 0.35 del punto porcentual del producto interno bruto (PIB) prometido por Vicente Fox para la investigación científica nacional.
Al dar a conocer el hecho, Julio César Córdova Martínez, presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados, informó que dicha cifra es superior a la propuesta por Vicente Fox en el proyecto de Presupuesto de Egresos 2006. La sugerencia del Ejecutivo federal a los legisladores representaba 0.33 del referido punto porcentual del PIB, y en San Lázaro se logró incrementar la cifra a 0.35.
«Tenemos que estar regateando las migajas que dan a ciencia y tecnología. No esperamos que Vicente Fox lo sepa todo, un buen presidente debe dedicar más a diferentes rubros, pero no hemos encontrado los cuadros sensibles en la Secretaría de Hacienda. Los argumentos para exigir mayor cantidad de recursos son muy sólidos y están a la vista de todos: del lugar 33 en competitividad hemos pasado al 56, y como economía mundial antes ocupábamos el noveno sitio, y ahora tenemos el 14. De seguir con esta baja inversión en ciencia y tecnología vamos a sentarnos a ver pasar a las naciones que están destinando fondos al sector y están invirtiendo también en recursos humanos, lo que es fundamental, más las becas de programas de repatriación que están teniendo éxito en muchos estados y países».
El año pasado, tras un largo cabildeo y trabajo intenso de negociación, promovido por la Comisión de Ciencia y Tecnología en San Lázaro, se incluyó el artículo 9 bis en la ley del sector con objeto de garantizar la inversión de uno por ciento del PIB en el citado rubro. Una vez aprobada esa inserción, la Presidencia de la República trató de omitirla del ámbito de su responsabilidad, porque deliberadamente alargó el procedimiento para publicar el cambio de legislación en el Diario Oficial de la Federación. No obstante, la presión de los sectores científicos y del Poder Legislativo terminaron por llevar al foxismo a la publicación del decreto.
«En términos generales, estamos avanzando en la medida de lo posible; no hemos dejado morir a la ciencia y la tecnología porque hemos elaborado una mejor legislación. El año pasado propusimos recuperar el programa de repatriación, y lo iniciamos con 100 millones de pesos, que a lo mejor es algo simbólico, porque tenemos una demanda muy importante de científicos que quieren regresar a su país. Ahora queremos invertir cuando menos 300 millones de pesos».
El diputado Córdova refirió que la escasez de recursos económicos en materia científica y tecnológica impide el desarrollo del país, sobre todo considerando que los centros de investigación no requieren ni un año ni dos para constituirse e iniciar labores, en ocasiones se llevan de tres o 10 diez, y quizá hasta más, subrayó.
«Debemos pensar en la ciencia y la tecnología a largo plazo, imaginar cómo estaremos en 30 años; no podemos pensar nada más como lo establece la ley en un programa para dichos sectores, y en específico, cada seis años, porque eso depende mucho de la formación o de la sensibilidad que tenga el Presidente de la República en turno. Por eso hemos estado buscando con todos los actores identificados con el sector para preparar un plan nacional estratégico de ciencia y tecnología a largo plazo».
Dicho proyecto se ha elaborado en asociación con la Academia Mexicana de Ciencias, la ANUIES y los sectores académicos de los estados con objeto de instalarlo como el eje rector del desarrollo de la ciencia en México.
«Queremos que sea un documento consensual en el que estemos de acuerdo todos a nivel nacional, para saber dónde invertir los recursos, si en energía, agua, alimentos o medio ambiente».
Refirió que esa propuesta será presentada a los candidatos a la Presidencia de la República a partir de enero próximo, para sumarlos como impulsores de la política de ciencia y tecnología en el país.
«Necesitamos hacer el federalismo científico, por ejemplo, llevar a una entidad áreas de desarrollo que sean compatibles con su vocación y potencial. Cada estado de la República cuenta con un potencial importante, independientemente de los grandes rubros; hay algunos que lo tienen en la minería y otros en agricultura y pesca. No podemos tener una política científica y tecnológica de escopetazos. Queremos precisar en qué se debe invertir cada peso, a quién debemos dar los estímulos fiscales. Hay un comité institucional que debe revisar con mucho cuidado, y en un ambiente de transparencia, a dónde va cada peso que se está invirtiendo en el sector científico».