La Crónica de Hoy
22 de noviembre de 2008
Isaac Torres Cruz
En la actualidad, los científicos estamos convencidos que la investigación que realizamos debe de ser ética y contribuir a la equidad, la justicia y la paz, señaló María Elena Álvarez-Buylla, quien, junto con otros ocho destacados científicos mexicanos, obtuvo el Premio Ciudad Capital: Heberto Castillo Martínez, edición 2008 Rumbo al Bicentenario.
Durante la entrega de los galardones, otorgados por el Gobierno del Distrito Federal, la investigadora del Instituto de Ecología de la UNAM, agregó que en la sociedad actual el conocimiento es el mayor capital con el que cuenta una nación y que sólo los avances en ciencia y tecnología resolverán los problemas nacionales y mejorará las condiciones de vida de la población.
En este sentido, abundó que el desarrollo de la ciencia en el país no puede conducirse sólo sobre las necesidades de los mercados, sino en el camino que beneficie al común de la población.
A nombre de los ganadores, la especialista en genética molecular refirió que para ello es necesario contar con políticas públicas que fortalezcan las instituciones de investigación, tarea que aún tiene pendiente el gobierno.
Referente al otorgamiento de los Heberto Castillo, dijo que éste es un galardón “que nos obliga a actuar con mayor responsabilidad y ética”.
Por su parte, Esther Orozco, directora del Instituto de Ciencia y Tecnología del Distrito Federal, dijo que con estos galardones el Gobierno de la Ciudad no sólo reconoce la excelencia de la ciencia llevada a cabo por las y los investigadores premiados, sino que les expresa que necesita apoyarse en ellos para encontrar un mejor espacio en la globalidad del mundo actual y resolver los problemas que aquejan a la ciudad.
MADALLAS ÁUREAS Y ARGENTO. La científica universitaria fue galardonada en la categoría Salud y Medio Ambiente —con la medalla que lleva el nombre de “Blanca Elena Jiménez Cisneros”—, por sus estudios en la conservación de la biodiversidad de México, con énfasis en el maíz, así como por sus investigaciones con comunidades rurales en el manejo integral de su flora.
En la misma categoría, el Premio “José María Cantú Garza” lo recibió Ana Flisser Steinbruch, de la Facultad de Medicina de la UNAM; Ana María López Colomé, del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM, obtuvo el Premio “Thalía Harmony Baillet”.
Asimismo en la categoría Tecnologías Urbanas, el Premio “Pedro Ramírez Vázquez” fue otorgado a Luis Esteva Maraboto, del Instituto de Ingeniería de la UNAM, y el Premio “Raúl Rojas González” a Luis Rafael Herrera Estrella, del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN.
En la categoría de Ciencias Básicas, el Premio “Annie Pardo Semo” fue otorgado a Feliciano Sánchez Sinencio, del Cinvestav-IPN. El Premio “Marcelino Cereijido Mattioli” lo recibió Ranulfo Romo Trujillo, del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM.
En la categoría Educación, Ciencia y Sociedad, el Premio “Romana Falcón Vega” fue conferido a Luis Leñero Otero, de la UAM, y el Premio “Friedrich Katz” fue para Carlos Martínez Assad, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.
Los ganadores recibieron una medalla de plata más 200 mil pesos, mientras que los científicos que dan nombre a las preseas de éstos fueron galardonados con una medalla de oro.
Los reconocimientos fueron otorgados por el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, en compañía de José Narro Robles, rector de la UNAM, el director del IPN, Enrique Villa Rivera; la presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias, Rosaura Ruiz y el presidente del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, Juan Pedro Laclette, entre otros.