El Informador.com
28 de agosto de 2008
NTX / MCM
Jesús Romero demandó que en México se detecte y apoye a niños sobresalientes
El padre de Eduardo Romero, medallista de plata en la Olimpiada Internacional de Química, pide que se apoye a niños sobresalientes
CIUDAD DE MÉXICO.- El padre de Eduardo Alejandro Romero Montalvo, medalla de plata en la XL Olimpiada Internacional de Química, efectuada en Budapest, Hungría, Jesús Romero demandó que en México se detecte y apoye a niños sobresalientes y se detenga la fuga de cerebros.
El médico general, oriundo de Nuevo Morelos, Veracruz, señaló que esos niños van a escuelas donde hay una educación atrasada para ellos, y se aburren porque captan los conocimientos antes que los demás. «Les dicen niños hiperactivos, incapaces de aprender y los califican como alumnos malos».
Pero si tuvieran una educación especial podrían desarrollar todas sus capacidades y servir a su país, en lugar de irse, como ocurre en muchos casos. «En universidades de otras naciones les ofrecen otra calidad de vida y estos muchachos se van».
Relató que su hijo aprendió a leer y a escribir solo, entre otras sorpresas. Lo ha visto crecer en el conocimiento y está dispuesto a apoyarlo en todo. Sin embargo, se pregunta si también lo verá emigrar a otra nación.
Agregó que así le ocurrió a otro ganador de olimpiadas del conocimiento (sin decir su nombre), que vivía cerca de su poblado y que se preparó para ese certamen. Terminó su carrera de química en la UNAM, consiguió una beca en Inglaterra y, como no tenía dinero para el pasaje, se puso a dar clases y recibió el apoyo de otros vecinos para irse.
«No creo que lo vuelva a ver. Ese muchacho tiene 21 años. Su familia es muy humilde y, seguro, allá va a encontrar apoyos», insistió.
Pidió que haya un sistema que tomara de la mano a esos niños sobresalientes, los apoyara hasta la maestría y siguieran en el país aplicando sus conocimientos.
Al respecto Francisco Xavier Quezada Figueroa, medalla de oro en la Olimpiada Internacional de Geografía en Túnez, del 7 al 12 de agosto pasado, comentó que fue al concurso sin ninguna expectativa de conseguir un reconocimiento. «Cayó de sorpresa y valió mucho la pena haberme preparado y echarle muchas ganas».
Oriundo de Taxco, Guerrero, adelantó que a partir de este periodo escolar empezará a estudiar en la ciudad de México, en el primer semestre de arquitectura.
Mencionó que a partir de esa medalla hoy tiene menos tiempo libre, porque se ha dedicado exclusivamente a estudiar temas sobre ese campo. «Ni siquiera he abierto otro libro que no sea del tema».
A su vez, Astron Rigel Martínez Rosas, medalla de bronce en la Olimpiada Internacional de Química realizada en Budapest, Hungría, del 12 al 21 de julio, aclaró que no es ningún tipo especial. Todos tienen talentos, «sólo hay que encontrar lo que a uno le gusta y desarrollarlo».
Comentó que no ha hecho muchos sacrificios, pues es un gusto participar en estos eventos. «Eso es un mito urbano, uno no sacrifica mucho. No hay que dejar de ver a los amigos o cosas así».
Interesado en la ciencia desde pequeño, recomendó a los jóvenes desechar lo que no les gusta, como a él que «no me gusta lo administrativo», y desarrollar las cosas para las que son buenos.