Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/69/08
México, D. F., 18 de junio de 2008
- Para Leopoldo García Colín, de la UAM, la química del petróleo y las energías renovables son la base del futuro energético del país
- A aprovechar la energía eólica, geotérmica, nuclear y solar, instó Arturo Morales, del CINVESTAV
- Aspecto de la mesa redonda ‘Estrategias para el futuro energético’
Foto: AMC
“El futuro energético del país reside en dos ejes fundamentales: la química del petróleo y las energías renovables, los cuales deben impulsarse de forma paralela”, señaló Leopoldo García Colín, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), al participar en el Primer Foro sobre Energía “Ciencia, Tecnología y Reforma Energética”, convocado por la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
Durante la mesa redonda Estrategias para el futuro energético, García Colín denunció que nunca ha existido una política energética en México, “por lo tanto, no se puede reformar lo que no se tiene”.
Al referirse a la química del petróleo, recordó que existe una gran potencialidad en los productos de alto poder agregado de la petroquímica fina, la cual ha sido dejada de lado por las políticas de Estado.
Por otra parte, propuso consultar al Programa Universitario de Energía de la UNAM, instancia que recopiló en 17 años la información más extensa y variada sobre energía en México. Los expertos del Programa, afirmó, trazaron la estrategia no sólo del petróleo, sino de todas las energías renovables de nuestro país.
Por su parte, Arturo Morales, del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (IPN), aseguró que nuestro México tiene que diversificar sus fuentes de energía, pues tiene alternativas como la energía eólica, la geotérmica y la nuclear, así como altos índices de insolación. “Seguir dependiendo del petróleo nos hace más vulnerables por ser un recurso no renovable”.
Señaló, por ejemplo, que nuestro país no hace ningún esfuerzo por alentar la creación de empresas que se dediquen a la producción de energías renovables, a pesar de que éstas tienen un mercado creciente y requieren una inversión que actualmente está al alcance de nuestro país, como la industria fotovoltaica.
En su intervención, Carlos Escobar, de la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México, dijo que la riqueza del petróleo no sólo está bajo el mar, sino en la petroquímica, y ejemplificó que una botella de PET vale 72 veces más que la misma cantidad de petróleo crudo, en tanto que una camisa de poliéster cuesta alrededor de 125 veces más.
Mencionó que de acuerdo con una investigación de esa entidad, la petroquímica puede proporcionar al país una renta petrolera semejante a la que provee la exportación del producto crudo, siempre y cuando se enfoquen las inversiones a cadenas de producción completa.
Escobar resaltó que un plan nacional de energía debe ser una condición sin la cual no se puede hacer ninguna clase de reforma energética, como la propuesta por el Poder Ejecutivo.
Por su parte, Alicia Puyana, investigadora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), indicó que México debe tomar decisiones sobre su petróleo, tomando en cuenta los ciclos internacionales del crudo.
Recordó que los altos precios del petróleo en los años setenta impulsó procesos tecnológicos que hicieron más fácil la extracción en medios geológicos complejos. Aseguró que de igual manera, los actuales altos precios del petróleo impulsarán el desarrollo de tecnología que permita incrementar la disponibilidad del recurso.
La investigadora consideró que México, en las condiciones actuales, no puede mantener su capacidad exportadora, satisfacer su demanda interna y mantener sus reservas, por lo que es necesario refinar.
En su intervención, Isabelle Rousseau, investigadora del Colegio de México (Colmex), opinó que no hay una clara definición de funciones entre la Secretaría de Energía y PEMEX en términos de planeación, lo que resta eficiencia a ambas instituciones.
Sobre el paquete de iniciativas en materia energética propuestas por el Ejecutivo Federal, dijo que hay algunos aspectos positivos, como el hecho de que se busca mejorar la capacidad de acción de PEMEX.
Aunque subrayó que entre los pendientes, se encuentra el “sobrepeso” del Poder Ejecutivo en el consejo directivo de la paraestatal. “No se transforma realmente la dependencia respecto a la Secretaría de Hacienda en materia presupuestaria”.