Células afines a las FARC en 20 estados del país; Enrique Villa Rivera y Rosaura Ruiz rechazan que el IPN y la UNAM sean «nido de guerrilleros»

La Crónica de Hoy
13 de marzo de 2008
Daniel Blancas y Mariana Viayra

Células afines a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia tienen presencia en al menos 20 estados del país.

Según un registro de enlaces del Núcleo Mexicano de Apoyo a las FARC-EP, obtenido por Crónica, los nexos se dan en mayor medida entre colectivos estudiantiles, organizaciones obreras y campesinas, redes bolivarianas y grupos cercanos a movimientos insurgentes.
De acuerdo al reporte del Núcleo, cuyo centro de operaciones es la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, el Distrito Federal es la entidad más activa en tareas pro farquistas con círculos en Filosofía, en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, en la Facultad de Ciencias, en la ENEP Acatlán, Aragón y Cuautitlán, en la UAM Iztapalapa y en la Universidad de la Ciudad de México.

El proceso es similar con las llamadas Fuerzas Armadas Revolucionarios del Pueblo (FARP).
Sin embargo, también están registrados enlaces en Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Morelos, Veracruz, Estado de México, Jalisco, Puebla, Michoacán e Hidalgo.

Aunque menos activas, hay células en Baja California, Campeche, Chihuahua, Coahuila, Colima, Durango, Quintana Roo, Sonora, Guanajuato y Tabasco.

En el listado aparecen universidades autónomas como la de Chapingo, Guadalajara, Chiapas, de los Altos, Benito Juárez de Oaxaca, UAEM, UAGRO y Veracruzana.

La mayoría de las conexiones se dan a través de clanes del Movimiento Bolivariano de los Pueblos, del Movimiento Mexicano Juarista Bolivariano -con juntas populares en 12 entidades del país- y de la Coordinadora Continental Bolivariana Capítulo México, esta última dirigida por Luz Mejía Leyva, una activista que según reportes migratorios, desde Ecuador viajó a aquel país durante el mes de febrero y a quien se señala como el contacto principal de Marco León Calarca, titular de la oficina de las FARC en México hasta el 2002.

En Michoacán, se mencionan como contactos a integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación. Y en Tabasco, a personal de la Unión de Trabajadores de la Industria Petrolera.

Otros engarces citados en el registro son cuadrillas vinculadas a grupos guerrilleros como Ejército Insurgente de Chilpancingo, Ejército Popular de Liberación José María Morelos y Pavón y Ejército de Ajusticiamiento Genaro Vázquez, en Guerrero; Ejército Indígena Revolucionario de Liberación Nacional (EIRLN) en Oaxaca y Ejército Revolucionario Insurgente Popular (ERIP) en Baja California, Sonora, Coahuila, Chihuahua y Durango.

Y: Ejército Clandestino Indígena de Liberación Nacional en Chihuahua; Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI) en Guerrero, Oaxaca, Puebla, Estado de México y Morelos; Movimiento Veracruzano de Liberación, en Veracruz y Movimiento Insurgente del Sureste (MIS), en Campeche y Quintana Roo.

También están inscritas células del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en el DF, Puebla, Veracruz y Chiapas.

Las instituciones de educación superior no son nidos de guerrilleros, asegura IPN
[ Mariana Viayra Ramírez ]

Las instituciones de educación superior son espacios de conocimiento y libertad, no nidos de movimientos guerrilleros, afirmó el director del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Enrique Villa Rivera, quien condenó los señalamientos contra la UNAM de tener desde su interior vínculos con las FARC.

Afirmó que las acusaciones contra la máxima casa de estudios son parte de una campaña desafortunada con «ciertos intereses obscuros».

«Son centros donde se genera el conocimiento y son espacios de libertad. Ello no significa que debamos anidar movimientos revolucionarios al interior de nuestras instituciones, pero estos espacios garantizan esa convivencia y armonía», dijo en entrevista.

En tanto la secretaria de Desarrollo Institucional de la UNAM, Rosaura Ruiz, calificó como absurdo que se pretenda desprestigiar a la institución con acusaciones como la de ser semillero de agrupaciones revolucionarias.

Aclaró que la casa de estudios es plural ante las corrientes de pensamientos, con las que no necesariamente se está de acuerdo, sin embargo se seguirán manteniendo.

Tras inaugurar el Auditorio de la Academia Mexicana de Ciencias, Villa Rivera defendió a la UNAM de las acusaciones al señalar que existen intereses obscuros de parte de quienes atacan sin razón «a una casa hermana fundamental del país».

Villa Rivera aclaró que en el IPN no hay ningún grupo ni ninguna oficina representativa o auspiciadora de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Sin embargo, admitió que uno de los mexicanos en calidad de desaparecidos en territorio ecuatoriano, Ulises Avilés Ángeles, es un egresado de la institución, pero aseguró que últimamente no tenía ninguna relación académica ni laboral con el Politécnico.

El investigador Díaz Orgaz niega cualquier vínculo con las FARC
[ Notimex en Querétaro ]

El investigador Mario Dagoberto Díaz Orgaz, a quien se le relacionó con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), a través de un correo electrónico negó cualquier
vínculo con ese grupo.

Aunque desde el pasado 10 de marzo no se le localiza en el Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial (Cidesi) en esta ciudad, donde labora desde el año 2002, ni en su domicilio, ayer rechazó las acusaciones mediante un correo electrónico que difundió.

En su mensaje, Díaz Orgaz negó ser el presunto operador financiero de las FARC en México y dirigente del Núcleo Mexicano de Apoyo a esa organización.

Además, negó las afirmaciones de que estuvo en Ecuador el 5 de marzo pasado, donde presuntamente habría visitado el Hospital Militar, lugar en que se recupera la mexicana Lucía Andrea Morett, herida durante una incursión del Ejército de Colombia en territorio ecuatoriano.
«Manifiesto que la información que se ha manejado respecto de mi presunta relación con las FARC es total y absolutamente falsa», sostuvo.

Asimismo agregó: «Tengo en mi poder las pruebas documentales y existen personas que pueden dar testimonio de que del miércoles 5 al viernes 7 de marzo participé como expositor en el Congreso Internacional de Ductos de Pemex en Villahermosa, Tabasco».

El investigador del Cidesi aseguró que no es uno de los sobrevivientes del ataque del Ejército colombiano al campamento de las FARC en Ecuador.

«Nunca he estado en ese país; esto último, también lo puedo demostrar. Sostengo que no tengo ningún tipo de relación con movimientos disruptivos y antisistemáticos, y no he estado presente en la Facultad de Filosofía de la UNAM», agregó.

Mario Dagoberto Díaz también rechazó los señalamientos sobre la existencia de cinco cuentas bancarias con saldos promedio de 800 mil pesos en los últimos dos años y de la transferencia de 20 mil dólares desde Panamá.

«He sido una persona honesta, profesional y respetuosa del marco institucional y jurídico que generosamente me ha acogido. Estoy y estaré en la total disposición de presentar las pruebas necesarias ante la autoridad correspondiente, en caso de que se me requiera», acotó.

El correo cuenta con la firma del investigador de origen cubano nacionalizado mexicano, que se desempeña en el área de Metrología en el Cidesi.

Además se anexan las copias del itinerario del investigador en Villahermosa, Tabasco, y un recibo de alojamiento en el hotel Calinda Viva en esa ciudad, con fecha de ingreso del 4 de marzo y de salida del 8 de marzo.

El pasado lunes el Cidesi se dijo dispuesto a colaborar con las autoridades respecto a las versiones que vinculan a su investigador con las FARC y comprometió a Díaz Orgaz a dar una explicación pública esa misma tarde.

Sin embargo, sólo se presentó un abogado que se limitó a asegurar que el investigador no estaba acusado de delito alguno y que se mantenía en el estado.

Crean asociación padres de estudiantes muertos en Ecuador
[ A. Olivier Pavón ]

m Los familiares de los cuatro jóvenes muertos en territorio ecuatoriano a manos del Ejército colombiano constituyeron la asociación “Padres de familia de las víctimas del 1 de marzo”, informó Álvaro González, padre de Juan, uno de los cuatro estudiantes muertos durante el ataque a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Entrevistado vía telefónica, el padre de Juan González, quien se encuentra en Quito, informó que el primer paso de esta comisión es “estar unidos para dar información conjunta y en forma ordenada”, reveló.

El segundo paso es acudir a instancias internacionales, entre ellas, la Corte Interamericana de los Derechos Humanos o la Corte Penal Internacional.

“Ahorita estamos en un proceso de investigación, que se dé a conocer la verdad de lo ocurrido y luego procederemos. Nos constituimos para responder en rueda de prensa en forma conjunta”, dijo.

Destacó que los cuatro padres lucharán y acudirán a todas las instancias posibles, tanto en Ecuador como en México, y llevarán la lucha a instancias internacionales.

“Hemos dado un paso importante en formar esta organización”, señaló González, de 60 años e historiador de la Universidad Autónoma de Chapingo.

Abundó que uno de los primeros pasos de la asociación fue dar a conocer, mediante un comunicado, las actividades realizadas por sus hijos en territorio ecuatoriano, en donde participaron, del 23 al 24 de febrero, en el seminario académico internacional sobre Vigencia del Pensamiento Bolivariano, en la casa de cultura en Quito.

Abundó que del 25 al 27 de febrero participaron en el II Congreso Continental Bolivariano, celebrado en Quito en la Universidad Politécnica y en el Teatro Nacional de la Casa de la Cultura, para trasladarse la noche del 29 al campamento clandestino de las FARC, apenas unas horas antes del ataque.

“Álvaro Uribe (el presidente de Colombia) está confeso, ha declarado públicamente quiénes son los responsables; y tenemos que buscar y precisar a los responsables para que sean llevados a juicio, esa es nuestra intención”, afirmó.

Álvaro González dijo no conocer hasta antes de la tragedia a los familiares de los otros jóvenes caídos, salvo a Jorge Morett, padre de Lucía. “Somos compañeros en la Universidad Autónoma de Chapingo, pero nada más lo conocía de vista”, platicó a Crónica.

Juan González admiraba al Che y a Villa; le gustaba la música colombiana.

El joven de 28 años escuchaba todo tipo de música, principalmente la colombiana y como tema de sus tesis trabajaba en torno a la relación de la música colombiana con la fuerza insurgente, platica su padre.

Álvaro Gozález comenta que Juan tenía programado su regreso a México desde Quito el 11 de marzo. Jamás regresó con vida. “La fecha la recuerdo bien porque la marqué en el calendario”, recuerda.

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