La Crónica de Hoy
3 de febrero de 2008
Isaac Torres Cruz
Además de no contar con la infraestructura tecnológica necesaria para explotar yacimientos petroleros en aguas profundas, México tampoco tiene las bases teóricas necesarias para saber cómo extraer el combustible, señaló en entrevista Abraham Medina Ovando, investigador del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
“Es bien conocido que no contamos con la infraestructura tecnológica suficiente para su extracción, pero aún con ella, no es suficiente, porque también carecemos de las bases científicas y técnicas para obtener el carburante a esas profundidades”, agregó el especialista en flujo de petróleo de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME) Azcapotzalco del Politécnico.
Dijo que si bien dicho problema se conocía desde hace años, no se previeron las soluciones necesarias para cuando llegara el momento de buscar en profundidades mayores a los 500 metros.
“Como siempre en este país, el tiempo nos alcanzó ya y necesitamos desde ahora esta solución, debido a que en un futuro no muy lejano no tendremos otros yacimientos para extraer el petróleo y tendremos que buscar en aguas profundas”.
Abundó que en América sólo EU y Brasil cuentan con la tecnología para la explotación profunda, pero duda que algún país tenga el conocimiento científico pleno sobre estos entornos, donde la física aún está poco desarrollada.
“Sin embargo tendremos que importar también el conocimiento científico de los países que poseen la tecnología, porque sin duda, su conocimiento en este tipo de extracción —por mínima que sea— es mejor que la nuestra, y llevan más años enfrentando el problema”, apuntó.
Cabe mencionar que de acuerdo con Petróleos Mexicanos, las reservas probadas se terminarán en menos de diez años conforme a los niveles de explotación actual, por lo que se necesita de la extracción en nuevos yacimientos, como los de aguas profundas.
RECONOCIMIENTO. Medina Ovando fue recientemente galardonado con el Premio Jorge Lomnitz Adler 2007, distinción que otorga anualmente la Academia Mexicana de Ciencias junto con el Instituto de Física de la UNAM.
El premio fue otorgado al científico, en reconocimiento a sus contribuciones al desarrollo científico de México en el campo de la Dinámica no Lineal, así como los avances obtenidos en sus investigaciones sobre convección térmica y penetración capilar de fluidos.
“La importancia de esta ciencia radica en que permite solucionar problemas altamente complejos de la ingeniería, como por ejemplo, la óptima extracción del petróleo”.
Explicó que en yacimientos petroleros como Cantarell, en el cual se practicaron sus contribuciones, se extrae en una profundidad donde se fracturan rocas, lo que provoca que el flujo del hidrocarburo sea más arbitrario y por ende más difícil de obtener.
“La ciencia no lineal esta vinculada con la convección térmica que tiene una importante aplicación en la recuperación secundaria del petróleo. Existen espacios muy complejos donde está almacenado el hidrocarburo, y dado que el planeta tiene un gradiente geotérmico (el centro de la Tierra está más caliente que la superficie), se genera un sistema complejo que puede alterar su adecuada extracción. Por esto, el estudio preciso de estos flujos, con dicha área de la física, ha contribuido en la formulación de políticas adecuadas en producción del petróleo”.
Abundó que estos procesos de extracción de petróleo se vuelven cada vez más complejos en todo el mundo, por lo que toda contribución es una gran ayuda para crear nuevos métodos frente a las técnicas tradicionales utilizadas desde que comenzó su obtención, y que no contempla aguas profundas.
El científico mexicano ingresó al IPN como profesor e investigador desde 1996 mediante el Programa de Contratación de Recursos Humanos de Excelencia, y se desempeñó como investigador del Instituto Mexicano del Petróleo, donde participó en un número importante de proyectos en materia de explotación.
El Premio Jorge Lomnitz Adler en Dinámica No-Lineal, fue instaurado para reconocer la trayectoria científica de uno de los grandes pioneros de la Dinámica No-Lineal en México, fundador e investigador del Departamento de Sistemas Complejos del Instituto de Física de la UNAM, a fin de perpetuar la labor de una de las personalidades científicas más destacadas que ha producido la física mexicana.