Reforma
10 de noviembre de 2007
Grupo Reforma
Reducir el uso de los combustibles fósiles mejoraría la salud de los bosques en zonas urbanas, recomendó el investigador Mark E. Fenn
Ciudad de México.- Gracias a la contaminación atmosférica los bosques cercanos a grandes ciudades son más susceptibles a los incendios, a las plagas, las enfermedades y las sequías, señaló el investigador forestal Mark E. Fenn durante su conferencia de ingreso como miembro correspondiente a la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
«Con estos contaminantes los árboles acumulan carbono (altamente combustible) en las ramas y troncos y no se transporta a las raíces, lo que los hace más susceptible y los incendios como ocurrió en días pasados en el sur de California», señaló.
Por ello, el especialista recomendó reducir el uso de los combustibles fósiles y nuestra dependencia a los mismos, lo cual mejoraría la salud de los bosques ubicados en zonas urbanas, como la Ciudad de México y Los Ángeles.
Durante la ceremonia, realizada en el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, Fenn explicó que los bosques sufren la contaminación atmosférica por el ozono y el nitrógeno ocasionados por la actividad industrial y la combustión de vehículos automotores de las grandes urbes.
El ozono, que tiene una reacción muy rápida, es uno de los contaminantes que más daño genera a los bosques junto con el óxido de nitrógeno, que ocasionan que en los bosques de Pino ponderosa se cambie su comportamiento en respuesta a la presencia del contaminante.
«Su follaje se cae prematuramente, lo que ocasiona acumulación de hojarasca en el piso forestal e incrementa el riesgo de incendios forestales», dijo, como los ocurridos recientemente al sur de California, Estados Unidos.
Otro factor que intervino en los grandes incendios forestales son las propias medidas para evitarlos, pues eso ocasiona que la masa forestal se incremente de forma notable y cuando ocurre un incendio se extiende en grandes magnitudes.
De acuerdo con el experto, cada 15 años los bosques necesitan pasar por un proceso de incendios naturales, como ocurre en Baja California, México.
Otro problema a revisar es que los árboles se hacen endebles a enfermedades, como la llamada mancha negra, la cual ocasiona lesiones marrón claro u oscuro con secreciones que se transforman en manchas –las hojas del pino se pueden quebrar o doblarse en el punto de la infección.