Novedades de Quintana Roo
16 de agosto de 2007
Heidy Juárez Machado
eidyjuarez@gmail.com
Adriana Alcántara Ruiz, Dalia Graciela Díaz Gómez y Carlos Hernández Mejía, obtuvieron el primer lugar en el concurso juvenil sobre conservación del agua, que se realizó como parte de la Semana Mundial del Agua 2007 en Estocolmo, Suecia, con un proyecto de purificación usando cáscara de huevo.
Días antes, el equipo mexicano de geografía integrado por íngel Aliseda Alonso, Carlos Elías Fran Ruiz y Emanuel Johansen Campos, obtuvo la medalla de oro en el Octavo Campeonato Mundial de National Geographic, que se llevó a cabo en San Diego.
En julio pasado, Juan Hernández Luna ganó el premio Dashiell Hammett a la mejor novela policiaca escrita en español, otorgado por la Asociación Internacional de Escritores Policiacos (AIEP) en el festival multicultural Semana Negra de Gijón, España.
Como estos son muchos (o pocos, dependiendo del cristal con que se mire- los ejemplos de mexicanos, algunos estudiantes jóvenes, otros mayores y expertos en sus áreas, que después de años de preparación han obtenido reconocimientos internacionales.
Son años de preparación y por supuesto de apoyo de sus respectivas familias, años de sacrificio, perseverancia e inversión. Sí, inversión. Inversión de ellos y de las familias que no, de nuestro sistema educativo por si acaso alguien lo pensaba o alguien deseaba que así lo pensáramos. El triunfo en Suecia, en San Diego y en Gijón, lo celebramos todos, como dice un conocido cronista deportivo, pero en realidad lo ganaron solamente unos cuantos, los que se dedicaron a ello, enfrentando carencias y lidiando con el bajo nivel académico de la mayoría.
Es fuerte sí, suena agresivo también, pero es tan fuerte y agresivo como real. Ciertamente hay muchos estudiantes como ellos tratando de sobresalir, de competir a nivel mundial; ciertamente hay muchos colegios y universidades en el país tratando de dar más, de ofrecer a los estudiantes educación de calidad, enseñándoles a aprender y a emprender. Es cierto, pero no es suficiente, no es suficiente y no es suficiente.
Supongo que alguien se dio cuenta de que ya son varios los premios internacionales y tras todo lo que haya tenido que pasar el presidente Calderón anunció que se creará un fondo, en coordinación con la Academia Mexicana de Ciencias para detectar talentos entre jóvenes estudiantes, como los muchachos que ganaron la medalla de oro en el Concurso Mundial de Geografía.
Ya no sabe uno si reir o llorar: es decir, qué bueno que unos cuantos talentos puedan tener ese fondo pero qué malo que solamente unos cuantos talentos sean los indicados para recibir ese apoyo.
Al momento no tengo información de cifras al respecto pero lo que sea, cuanto sea, seguramente podría invertirse en una o dos o tres escuelas que atienden no solamente a unos cuantos talentos, sino a cien, 500 o mil de los 30 millones de estudiantes que esperan que eso suceda. México o por lo menos una gran cantidad de mexicanos (por aquello de que nadie tiene derecho a hablar por la totalidad de la población- esperamos del actual gobierno cambios históricos en materia educativa. De qué sirve medir qué tan malos (malísimos) somos en matemáticas si no se va a implementar un programa para revertir la tendencia. ¿Quién está pensando en capacitar a los maestros con frecuencia, en evaluarlos objetivamente, en dar estímulos, en filtrar y quedarse con los que sí enseñan? ¿Seguimos en las mismas, es que nadie jamás se va «a echar ese torito»? Perdón pero entonces no entendí: México habrá cambiado de partido pero no de estrategias educativas.
Si a eso le sumamos que las dos mujeres más importantes de este país en materia de educación están en boca de todos con un conflicto que era un secreto a voces y ahora es evidente, supongo que hay dos personas menos pensando en cómo avanzar en materia educativa. Felipe Calderón la tiene difícil si lo que se rumora es cierto y la cabeza de la secretaria Vázquez Mota ha sido requerida como pago de una elección. Si ya la pactó y el conteo es regresivo, que Dios nos agarre confesados; si aún está en búsqueda de la solución que Dios lo ilumine.
Solamente tomemos en cuenta la trayectoria de ambas mujeres y proyectemos cómo sería la educación un par de años más en manos de cada una. No es complicado imaginarlo. Mientras tanto los días pasan, el curso escolar ya inició en muchas instituciones y una gran cantidad de estudiantes siguen pidiendo apoyo para continuar su instrucción; muchos ya se resignaron a que en este ciclo no hay lugar para ellos.