Columna lí­tica

Ecos de La Costa
31 de julio de 2007
Ernesto Cortés

I: BUENOS DíAS
Una agradable sorpresa me llevé el domingo pasado al disfrutar, a través de Televisa, de la transmisión de la Olimpiada Nacional de Geografí­a, evento selectivo para la etapa mundial. Al paso que va la televisión nacional, creí­ que nunca verí­a algo así­, menos en domingo y en horario de futbol. Las palabras misteriosas de hoy son: tele, spelling bee, dictée.

II: EN INGLí‰S
En 1925, a un periódico del estado de Kentucky, en Estados Unidos, se le ocurrió organizar un concurso de deletreo entre niños. Así­ nació el Spelling Bee, que es ya toda una tradición no solamente en Estados Unidos, sino en muchos de los paí­ses de habla inglesa en el mundo. En el Spelling Bee, alumnos de educación básica ponen a prueba sus conocimientos del idioma inglés a través de exámenes de ortografí­a, deletreando palabras. Pasa al frente el concursante y un panel de jueces le dice una palabra. El alumno tiene que deletrear correctamente la palabra para poder continuar en el concurso. Puede solicitar la etimologí­a de la palabra, o que ésta sea usada en una oración, como ayuda.

El Spelling Bee es todo un acontecimiento, que incluye varias etapas hasta llegar a la nacional, donde el ganador se lleva un premio en efectivo. Desde hace un año, la ronda nacional del Spelling Bee se transmite en vivo por ABC y ESPN, y es patrocinada por fundaciones educativas y empresas de noticias en inglés. Hay varias pelí­culas sobre este concurso, siendo una de las más famosas Bee season (2005), protagonizada por Juliette Binoche y Richard Gere.

III: EN FRANCí‰S
Desde la época napoleónica, en Francia el dictado se convirtió en un pasatiempo para los adultos. Esto puede sonar un tanto a sin sentido, pero no lo es si consideramos que la gramática de la lengua francesa es terriblemente complicada, y que al pronunciar una palabra, ésta puede ser escrita de 3, 4 maneras diferentes, dependiendo del contexto. El dictado, pues, es en realidad un verdadero reto en el que se ponen a prueba la inteligencia de los concursantes, sus conocimientos de la gramática francesa, y su cultura general.

Actualmente, existen varios concursos de alcance internacional, siendo uno de los más importantes La Dictée des Amériques, que se realiza en Québec cada año, reuniendo a los 120 finalistas elegidos de entre casi 100 mil competidores que se eliminaron en cuatro continentes. Es un evento con cobertura televisiva internacional y que ocupa los titulares de los periódicos y que ha creado toda una cultura alrededor de sí­. Para los francófonos este concurso es muy importante porque representa una oportunidad de fomentar el buen uso de la lengua, que de tan complicada ha provocado una corrupción galopante. Cada vez se escribe y se pronuncia peor el francés, no solamente por parte de los extranjeros sino de los mismos hablantes nativos.

IV: Y ENTONCES…
Todo esto viene al caso para comentar la necesidad de que más concursos del tipo de la Olimpiada de Geografí­a en la escena nacional. El hecho de que este tipo de eventos se saquen de la oscuridad y se muestren al gran público es muy positivo, sobre todo cuando se le pone una producción creativa y sin escatimar recursos, como fue el caso del evento del domingo pasado. Este tipo de estrategias acercan de una manera inteligente el conocimiento a la gente (claro, falta ver a cuántos se les pegó la localización geográfica del Golfo de Darién), y al menos, en este primer momento, hacen que se sepa que existen.

Harí­a falta un spelling bee mexicano, o un dictée. La ortografí­a de las nuevas generaciones va escandalosamente de mal en peor, y es necesario pensar en estrategias que no sean solamente responsabilidad de las escuelas, sino en las que también participe la iniciativa privada, como en la Olimpiada de Geografí­a, en la que tuvieron que ver el INEGI, Nacional Geographic, la Academia Mexicana de las Ciencias y la Fundación Televisa. Ojalá no sea la última, sino que sirva de detonante para organizar otras transmisiones de este tipo.

V: IMAGEN DE LA INFANCIA
Cuando estaba en 6º de primaria, en Jalisco, competí­ representando a mi zona escolar (era la 54, me acuerdo) en el concurso de conocimientos que se realizaba a nivel estatal (los ganadores viajaban a México a estrechar la mano del presidente y tomarse la foto en Los Pinos). No gané. Bueno, no oficialmente. Semanas después, vendrí­a la noticia, muy por debajo del agua, de que en realidad habí­a quedado en cuarto lugar, pero que el lugar mí­o tení­a que ser ocupado por el hijo de un inspector de zona al que ya le habí­an prometido su viaje al DF, tú entiendes, ni modo. En fin, esos eran los 80s del prií­smo dinosáurico, de Jongitud Barrios y la Vanguardia Revolucionaria metidos en eso de la educación. Menos mal que ya cambió todo, menos mal que botaron a Jongitud hace tiempo y en su lugar se quedó la maestra. Menos mal que la maestra ya tiene su puesto vitalicio, qué bueno que ya todo cambió. Sus comentarios, amigo lector, los recibo enernesto@cuerdacueroycanto.com. Hay éste y otros textos, más fotos y videos, en ernestocortes.blogspot.com.

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