Reforma
8 de marzo de 2007
Patricia López
Su trabajo aumenta en aulas y laboratorios, pero las mujeres aún son minoría en la ciencia
Ciudad de México.- El trabajo de las mujeres científicas y tecnólogas aumenta en aulas y laboratorios del País, pero aún está lejos de la equidad frente a los varones que realizan esa actividad, revelan datos de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) y del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
La propia AMC muestra la inequidad entre sus agremiados, pues de los mil 907 investigadores que la constituyen, mil 501 son hombres y 406 son mujeres.
«En las últimas décadas, el porcentaje de mujeres en educación superior en México se ha incrementado de manera significativa, al igual que su participación en la investigación científica, pues mientras en 1984 sólo 283 pertenecían al SNI, para 2005 ya se registraban 3 mil 322 científicas en ese sistema», dijo la bióloga Rosaura Ruiz Gutiérrez, secretaria de Desarrollo Institucional de la UNAM y vicepresidenta de la AMC.
Durante el segundo ciclo de conferencias Mujer, Ciencia, UNAM (celebrado en la Torre de Ingeniería de esa casa de estudios) Ruiz Gutiérrez consideró que el avance femenino en el campo profesional aún enfrenta una inadecuada orientación vocacional desde etapas tempranas y la falta de condiciones especiales ante el retiro temporal de labores ocasionado por el embarazo y la maternidad.
«En México es imperativo impulsar una modernización que permita la implementación de políticas educativas y laborales con perspectiva de género», opinó la bióloga, quien ha sido elegida por votación para ser la primera mujer en presidir la AMC, durante el periodo 2008-2010.
En el evento —el segundo anual que reúne a mujeres científicas de todas las disciplinas para discutir la integración de una perspectiva de género en la actividad científica— la psicóloga Olga Bustos Romero, presidenta del Colegio de Mujeres Universitarias (CAU), destacó la incorporación gradual del sector femenino en las instituciones de educación superior del País en los últimos 30 años.
«La presencia de mujeres pasó del 17 por ciento en 1969 a casi 50 en el ciclo 1999-2000», detalló.
La también profesora de la Facultad de Psicología de la UNAM señaló que aunque actualmente la mitad de la matrícula en este nivel en la UNAM está integrada por mujeres y la otra por hombres, persiste la clasificación entre carreras masculinas y femeninas.
«En el área de las humanidades la matrícula de mujeres ya ocupa el 66 por ciento, pero en las carreras agropecuarias la presencia femenina es del 27 por ciento», puntualizó.
Algunas áreas del conocimiento se han «feminizado», como las ciencias de la salud, donde las mujeres, que en el siglo pasado se concentraban en el sector de enfermería, avanzaron como estudiantes y profesionales de la medicina, hasta rebasar en la UNAM, en el periodo 2001-2003, a los hombres, que todavía en la década de los 80 eran mayoría en la universidad más grande del País.
En la UNAM, aproximadamente el 60 por ciento de la planta académica lo constituyen hombres y el 40 por ciento son mujeres. Aunque hay notables diferencias por áreas, pues mientras en el subsistema de la investigación científica sólo 33 por ciento es femenino, en humanidades el 48 por ciento es masculino.
En las ciencias exactas, en cambio, el porcentaje de mujeres es bajo. Por ejemplo, en la Academia Mexicana de Ciencias, en Ingeniería hay sólo 12 mujeres, del total de 171 investigadores, y en Matemáticas, de 98 académicos se cuentan apenas 3 mujeres.
En la rama de ciencias naturales las mujeres optan por la Biología (94 de 248 académicos en la AMC) y en Agrociencias hay apenas 13 de ellas entre los 89 hombres.