La Jornada
18 de enero de 2007
José Galán
La inversión en ciencia y tecnología, la menor en 20 años
El director del Conacyt sólo buscó estímulos fiscales: investigadores
Así como la reducción al presupuesto de ciencia y tecnología le pegó «muy duro» a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), como denunció este martes el rector Juan Ramón de la Fuente, también lo hizo en los centros de investigación vinculados al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), que vieron mermados sus recursos de 2007 en más de 72 millones de pesos.
El abandono resalta porque el Conacyt, que dirige Juan Carlos Romero Hicks, sólo buscó incrementar los estímulos fiscales a las empresas que inviertan en esos rubros, particularmente trasnacionales, en 4 mil 500 millones de pesos. Para la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), y «a pesar de los discursos oficiales», el presupuesto destinado a la inversión sufrirá este año un recorte de 835 millones de pesos, o 2.7 por ciento respecto a 2006, lo que implica una disminución en términos reales de 5.7 por ciento, al tomar en cuenta los pronósticos de inflación.
En el caso de los 25 Centros Públicos de Investigación, el año pasado recibieron un presupuesto de 2 mil 885 millones 78 mil 587 pesos, y para 2007 la cifra se redujo a 2 mil 812 millones 720 mil 972 pesos. En términos globales, la AMC recordó que en los últimos seis años el presupuesto federal para estos rubros paulatinamente ha venido a la baja, al pasar de 0.42 por ciento del PIB, en 2000, a 0.37 en 2006.
«Y con la nueva disminución, el presupuesto quedará en 0.35 por ciento, es decir, 29 mil 764 millones de pesos, que representa uno de los niveles más bajos en los últimos 20 años», recordó la AMC, y añadió que a dicho recorte se debe agregar el déficit de 600 millones de pesos registrado en 2006 en el Fondo sectorial SEP-Conacyt para ciencia básica, así como la «precaria situación de los centros de investigación, que han sufrido disminuciones en su presupuesto, en detrimento de su trabajo, dedicado al desarrollo de sus respectivas regiones en el país».
Por ello, la AMC, que agrupa a más de mil 800 de los más reconocidos científicos e investigadores de México, expresó su más enérgico rechazo por lo que calificó como «una falta de consideración» hacia estos sectores estratégicos para el crecimiento y desarrollo nacionales. «Esta decisión es contraria a la Ley de Ciencia y Tecnología, vigente desde 2004, que obliga al Estado mexicano a destinar uno por ciento del PIB a la ciencia y la tecnología».
Añadió que inclusive la medida es contraria a las recomendaciones de organismos internacionales como la UNESCO, la OCDE y el Banco Mundial, que sugieren invertir entre uno y 1.5 por ciento del PIB en ciencia, tecnología e innovación, a fin de impulsar el crecimiento económico de naciones en desarrollo.
Finalmente, hizo un llamado a los poderes Ejecutivo y Legislativo, y a la sociedad en su conjunto, para que en el futuro se inviertan mayores recursos en pro de la generación de conocimiento y de la innovación tecnológica, que representan Âsostuvo «la mejor vía para impulsar el desarrollo nacional y para resolver muchos de los problemas más acuciantes que padece nuestro país. De no hacerlo, se pondrán en riesgo la seguridad nacional y el futuro de nuestra población», advirtió.