Reforma
26 de octubre de 2006
Guillermo Cárdenas
Solicitan expertos como Neri Vela que la AEXA tenga más presupuesto que el asignado en su proyecto
Ciudad de México.- La Agencia Espacial Mexicana (AEXA), cuya creación depende de la aprobación del Senado, permitirá al País impulsar tecnologías como la medicina aeroespacial y la telecirugía robótica, afirman especialistas.
También coinciden en que la propuesta de crear la AEXA no sólo es viable, sino posible.
El astronauta mexicano Rodolfo Neri Vela destaca que la constitución de la agencia puede aportar muchos recursos a México, porque antes que enviar a un hombre al espacio permitirá la exportación de conocimiento, tecnología, así como la reducción en la fuga de cerebros.
Ramiro Iglesias, ex coordinador del Programa de Medicina Aeroespacial del IPN, apunta que la agencia no debe cumplir inquietudes meramente académicas.
Considera que debe potenciar la ciencia aplicada en áreas como la medicina a distancia y la percepción satelital remota, que posibilita detectar plagas o enfermedades mediante aparatos en órbita, sin poner en riesgo al personal de salud.
Para lograrlo, es indispensable delimitar sus campos de investigación en astronomía, física espacial, astrobiología y ciencias de la salud, explica.
José de Jesús Franco, director del Instituto de Astronomía de la UNAM, cree pertinente establecer una oficina responsable del proyecto, que lo enfoque a materias como la geofísica, la astronomía, el desarrollo de tecnologías y la ingeniería espacial.
«Es un proyecto verdaderamente interesante. Vamos a ponernos en contacto con los investigadores que están planteando la creación de la Agencia Espacial, porque no es un asunto de sueño o ilusión, es algo que puede comenzar a realizarse con los recursos humanos y financieros con los que cuenta el País», comenta por su parte el legislador Javier Castellón Fonseca, presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología del Senado.
Ven iniciativa ‘coja’
El proyecto de la Agencia Espacial Mexicana fue aprobado el pasado 26 de abril por el pleno de la Cámara de Diputados, con un presupuesto inicial de 21 millones de pesos.
Según Neri Vela, la AEXA debería arrancar con 110 millones de pesos, cantidad mínima aun comparada con países como China, que invierten 10 veces más.
«110 millones de pesos no es nada en comparación con lo que se invierte en muchos otros ámbitos, como recursos a los partidos políticos o asignación de cajas sin justificación a los diputados y senadores», subraya el astronauta.
El gobernador de Hidalgo, Miguel íngel Osorio Chong, propuso hace dos meses a Tulancingo como sede de la futura agencia, pero Neri Vela considera necesario ubicarla en una ciudad con alto nivel de educación superior e investigación, e integrarla a una Secretaría de Ciencia y Tecnología.
Además de avalar la extensión presupuestal, Iglesias señala que la agencia debe contar con terreno propio, un edificio y ubicarse en una zona cercana al Valle de México.
Observaciones como éstas y cuestionamientos sobre la organización de la AEXA, llevan a los especialistas a solicitar al Senado una revisión exhaustiva de la minuta aprobada por los diputados.
«Más vale que el Senado no apruebe la iniciativa como está, porque después van a ser puros remiendos y un Frankenstein. Que se tomen su tiempo, que escuchen a los diferentes grupos interesados y elaboren una iniciativa menos coja», sugiere Neri Vela.
Su visión es compartida por un grupo de análisis encabezado por el director de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, Gerardo Ferrando, y que integra a entidades como la Academia Mexicana de Ciencias y el Foro Consultivo Científico y Tecnológico.
«Los que hemos participado en este grupo apoyamos la iniciativa (la minuta aprobada) pero los consensos van en el sentido de que hay que hacerle cambios importantes al documento», señala el secretario de Posgrado e Investigación de Ingeniería, Salvador Landeros Ayala.
Entre los puntos que deben enmendarse, menciona la pretensión de que la agencia sea autofinanciable, pues ninguna de las que operan en el mundo lo es y reciben subsidio, además de que deben delimitarse sus atribuciones, responsabilidades y funciones.
«Las observaciones tendrán que ser incorporadas no sólo a esta iniciativa, sino a todas las que interesen a la comunidad de investigadores», adelanta el senador Castellón Fonseca.
«No vamos a poner una agencia como la NASA, pero sí vamos a consolidar gradualmente la posibilidad de que exista, en la medida que haya científicos mexicanos trabajando en temas relacionados».