La Jornada
21 de septiembre de 2006
José Galán
El Banco Mundial no debe entrometerse en las políticas educativa y científica del país, debido a que la estrategia de ese organismo financiero internacional no ha funcionado en otras áreas del sector social, y ha pretendido maniatar las políticas científicas y tecnológicas de naciones como Brasil, Argentina, India y China, intentos que no han funcionado.
Así lo afirmó Octavio Paredes López, doctor en biotecnología y ex presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), quien advirtió que no es con la privatización como México saldrá adelante, por lo que llamó a las empresas mexicanas a dejar atrás su desconfianza e invertir en ciencia y tecnología.
Gian Carlo Delgado, investigador del programa El mundo en el siglo XXI, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), afirmó que ese organismo financiero internacional cuenta con estrategias adoptadas por el equipo de Felipe Calderón para privatizar áreas del Estado encargadas de la educación superior y la investigación en ciencia y tecnología.
Esas líneas de acción han sido introducidas en el sistema de educación superior y de investigación científica y tecnológica como mecanismos para orientar esas actividades a atender lo que se llama «necesidades del mercado».
Paredes López sostuvo que «no es con esa visión» como se resolverán los problemas educativos y de avance científico en México, sino a través de la participación de todos los organismos de la sociedad mexicana dedicados a la educación, además de que es indispensable convocar a la industria, a la empresa mexicana, a dejar atrás su desconfianza e invertir en el desarrollo científico y tecnológico nacionales.
«Somos los mexicanos los que tenemos que definir la estrategia, porque la del Banco Mundial no ha funcionado. Se trata de un ejercicio de soberanía que, más allá de apoyos financieros o créditos, requiere del consenso social y de una voluntad política que sólo se hace realidad en los hechos y no en las palabras», subrayó.