Cambio de Michoacán
02 de mayo de 2006
Redacción
Ricardo Cerón Plata
El maíz, el frijol, el amaranto, el huitlacoche, el chile, los nopales, el cacao y el tomate, entre otros productos originarios de México y Centroamérica, son los protagonistas del más reciente libro de Octavio Paredes López, titulado Los alimentos mágicos de las culturas indígenas mesoamericanas.
A través de 192 páginas, el presidente de la Academia Mexicana de Ciencias, junto con los investigadores Fidel Guevara Lara y Arturo Bello Pérez hacen un recorrido histórico en el que dan cuenta de la importancia de estos alimentos, desde las culturas prehispánicas hasta nuestros días.
En esta obra, los especialistas analizan los alimentos y bebidas que sirvieron de base para el desarrollo y fortalecimiento de las grandes civilizaciones mesoamericanas, y que se han convertido en legado para la región y el resto del planeta.
Los autores muestran los conocimientos actuales sobre estos alimentos, los problemas que cada uno de estos productos enfrenta para su sobrevivencia, las propiedades nutricionales y nutracéuticas, y las perspectivas a futuro de cada uno de ellos.
Mesoamérica, nos dicen los autores en este texto editado por el Fondo de Cultura Económica, ha sido el origen y centro de diversidad genética de algunos de los cultivos alimentarios más importantes para la humanidad, como el maíz, frijol, chile, tomate y cacao.
De allí, indican, la importancia de vislumbrar el papel histórico de estos alimentos y el rol que desempeñan en problemáticas globales actuales y contrastantes como la desnutrición y la obesidad, la creciente necesidad mundial de alimentos, las soluciones que la ingeniería genética y las ciencias genómicas ofrecen.
Para Octavio Paredes, los alimentos originarios de Mesoamérica cobran un papel trascendental en el mundo actual frente a la gran desnutrición, dado que en su mayoría poseen una gran riqueza nutricional que serviría para hacerle frente a esa situación.
El científico adscrito al Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), Unidad Irapuato, del Instituto Politécnico Nacional, también afirma que estos alimentos prehispánicos pueden ser de gran utilidad para combatir la obesidad que afecta el mundo; sin embargo, es necesario crear una cultura para fomentar un mayor consumo de estos productos en lugar de la comida chatarra.
A pesar de las grandes propiedades nutricionales y medicinales de estas plantas y cactáceas, y de posibilidad de algunas de ellas de crecer aún en condiciones climáticas muy adversas como el agave y el nopal, muchas de ellas se pierden rápidamente por el acelerado proceso de erosión del suelo como consecuencia de la actividad humana.
Por esa razón, los autores del texto incluyen una panorámica general de la importancia de cada cultivo o alimento en el ámbito global y nacional, pasando por un análisis de la diversidad genética y su distribución, y de los factores que han hecho mella en la misma a raíz de la erosión genética, urbanización y crecimiento demográfico acelerado.
Los investigadores ponen especial atención en los componentes alimentarios específicos responsables de que estos alimentos tengan un resultado nutracéutico, es decir, no sólo la capacidad de nutrir y satisfacer requerimientos de calorías y micronutrimentos, sino también de prevenir y, en ocasiones, hasta curar enfermedades en el ser humano.
Para ello, dan un panorama de los procesos tecnológicos relevantes en el aprovechamiento de cada alimento, así como de los retos científicos y tecnológicos que habrá que vencer para preservar y aprovechar racional e inteligentemente dichos recursos.
Pese a esa especificidad con la que abordan cada uno de los alimentos, los autores mencionan que este libro no está únicamente dirigido a especialistas, sino a gente no experta en la materia, porque se les brinda información de manera accesible y amigable.
Los alimentos mágicos de las culturas indígenas mesoamericanas, que forma parte de la colección La Ciencia para Todos, está dividido en once capítulos, en los que también se abordan los temas de insectos comestibles, pulque y tequila, y plantas medicinales.
El volumen fue presentado por René Drucker, Eduardo Bárzana, Jorge Fernando Toro y Octavio Paredes el jueves 27 de abril, a las 18:30 horas, en la Librería del Fondo Octavio Paz, ubicada en Avenida Miguel íngel de Quevedo 115, colonia Chimalistac.
Cabe destacar que Octavio Paredes recibió este año el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Manitoba, de Canadá, y ha dedicado la mayor parte de su carrera al estudio de algunas de estas plantas mesoamericanas como el amaranto.
En tanto, Fidel Guevara es biotecnólogo y profesor-investigador del Centro Básico de la Universidad Autónoma de Aguascalientes. Por su parte, Luis Arturo Bello Pérez tiene como línea de investigación el conocimiento molecular y uso racional de macromoléculas de interés alimentario, y está adscrito al Instituto Politécnico Nacional.
Tomado de la Agencia de Noticias de la Academia Mexicana de Ciencias, con autorización de los editores.