Octavio Paredes, de la AMC, se integra al TWAS

Diario Monitor
09 de diciembre de 2005
Edgar González Santiago

Gracias a sus aportaciones al área de la biotecnologí­a, el presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), fue seleccionado para formar parte de la Academia de Ciencias para el Mundo en -Desarrollo-antes llamadaAcademia de Ciencias del Tercer Mundo, TWAS, por sus siglas en inglés-, uno de los organismos cientí­ficos más importantes del planeta, integrado por 811 cientí­ficos de todo el mundo, entre ellos 15 Premios Nobel.

Paredes López se une a poco más de una veintena de investigadores mexicanos que ya son miembros de la TWAS. El cientí­fico sinaloense, quien es integrante también del Sistema Nacional de Investigadores, ha desarrollado procedimientos cientí­ficos y tecnológicos para la producción de materiales genéticos de maí­z resistente a la infección de algunos patógenos.

Adscrito al Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), Unidad Irapuato, y quien recibió recientemente el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Manitoba, Canadá, el presidente de la Academia Mexicana de Ciencias participó en la producción de harinas nixtamalizadas instantáneas destinadas a la manufacturación de tortillas con mejores caracterí­sticas nutricionales y mayor vida en anaquel.

Octavio Paredes López se suma a Miguel León Portilla, Manuel Peimbert, José Sarukhán, Leopoldo Garcí­a-Colí­n, Ana Marí­a Cetto Kramis, Francisco Bolí­var Zapata, Marcos Moshinsky, Silvia Torres Peimbert, Arnulfo Romo y Herminia Pasantes, investigadores mexicanos pertenecientes a la Academia de Ciencias para el Mundo en Desarrollo.

La TWAS aglutina cientí­ficos de varias partes del mundo tanto de paí­ses desarrollados como del tercer mundo. Actualmente 48 por ciento de sus integrantes pertenecen a paí­ses de Así­a y la Región del Pací­fico, 23 por ciento a naciones Latinoamericanas y del Caribe, 14 por ciento a paí­ses árabes y africanos, y 15 por ciento a naciones desarrolladas,

Entre los objetivos de esa Academia están: reconocer, apoyar y promover la excelencia en investigación cientí­fica de las naciones en ví­as de desarrollo. Además de que facilita la investigación en los paí­ses subdesarrollados, los intercambios entre los cientí­ficos de esas naciones y proveer la cooperación con los paí­ses desarrollados.

La TWAS es una organización autónoma internacional, fundada en Trieste, Italia, en 1983, por un distinguido grupo de cientí­ficos del cono sur, bajo el liderazgo del Premio Nobel pakistaní­ Abdus Salam. Fue presentada oficialmente en 1985 por el entonces secretario general de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar.

Desde entonces, la TWAS ha representado lo mejor de la ciencia del mundo en desarrollo y su principal objetivo ha sido promover la capacidad cientí­fica y la excelencia para el desarrollo sostenible del Sur.

En 1988, esta asociación facilitó el establecimiento de la Red de Organizaciones Cientí­ficas del Tercer Mundo (TWNSO), y jugó un papel importante en el establecimiento de la Organización de Mujeres en Ciencia del Tercer Mundo (TWOWS) en 1993, y desde el 2000 asumió la secretaria del Panel Interacadémico (IAP).

Octavio Paredes López, miembro fundador de la International Acaderny of Food and Technology y ganador del Premio de la Academia de Ciencias del Tercer Mundo (1999) en el área de agricultura. Fue reconocido en 1991 con el Premio Nacional de Ciencias y Artes, actualmente cuenta con el grado de investigador3-F dentro del Cinvestav, el más alto nivel dentro de esa institución.

Cursó una especialidad en ingenierí­a bioquí­mica en la Academia de Ciencias de Checoslovaquia (1969-1971), y la maestrí­a en ciencias en el Instituto Politécnico Nacional. Su doctorado lo hizo en el Departamento de Ciencias de Plantas de la Universidad de Manitoba, Canadá, bajo la dirección de Walter Bushuk, donde desarrolló investigaciones en torno al trigo.

En 198o regresó a México como investigador-fundador del Cinvestav Unidad Irapuato, donde comenzó sus investigaciones entorno alas propiedades fisicoquí­micas de frutas, maí­z, trigo y frijol. Su interés por la nutrición lo condujo al desarrollo de cultivos mejorados con las proteí­nas del amaranto.

También cuenta con el Doctorado Honoris Causa otorgado por las universidades autónomas de Querétaro y Sinaloa, y ha publicado más de 145 artí­culos de investigación arbitrados, y hasta el momento ha dirigido 8o tesis, 26 de licenciatura, 31 de maestrí­a y 23 de doctorado.

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