Reforma
09 de diciembre de 2005
Sonia del Valle
Son los 5 de los mejores alumnos en Matemáticas y son parte de la selección mexicana que participa en la 14 Olimpiada Rioplatense de Matemáticas que se realiza en Argentina.
Para participar tuvieron que vencer en 4 diferentes etapas a cerca de 200 mil estudiantes de las escuelas públicas y privadas del País a través del concurso que organiza la Academia Mexicana de Ciencias y la Sociedad Mexicana de Matemáticas.
El domingo en la noche salieron convencidos que traerán medallas de regreso a México.
Para Alma Angélica Juárez, de 15 años, las matemáticas son como cualquier otro deporte hay que practicarlas todos los días.
Estudia en el Colegio Cervantes de Torreón, Coahuila y señala que 1as matemáticas le gustan porque es una ciencia exacta y es la mismo en todos lados.
Irvin Daniel Calderón, de13 años, estudia el segundo año de secundaria en el Colegio Hábitat en Metepec, Estado de México.
Las matemáticas le gustan desde que tenía 10 años.
«Siempre me habían gustado como desde primero de primaria y me fueron gustando más porque se me hacen más fáciles que otras materias.
No tienes que utilizar la memorización para contestar. Sólo tienes que utilizar la lógica», dice.
A Jordi Lozano le gustan las matemáticas porque le ayudan a resolver acertijos.
¡De repente nos pusieron un examen y salí bueno para resolverlo, ahí fue cuando comenzaron a gustarme las matemáticas!, dice Jordi, quien tiene 12 años y estudia primero de secundaria en la escuela Formus.
Alma Margarita Vela tiene 14 años. Estudia el segundo de secundaria en el Colegio Juvenal Rendón de Matamoros, Tamaulipas.
¡Antes de llegar ala Olimpiada de Matemáticas en Argentina tuve que pasar cuatro etapas y para todas me preparé!, comenta.
Lo hizo con la ayuda de Internet porque no tomó ningún curso extra, ni cuenta con entrenadores especiales.
Mario Jardón, de 12 años, estudia el primero de secundaria en la Escuela Secundaria Anexa a la Normal Superior, de México.
¡Estudio ahí donde el Presidente se, equivocó», dice refiriéndose a 1a falta de ortografía que dejó plasmada el Ejecutivo federal al firmar el Libro de Visitas de la escuela.
Mario es hijo de matemáticos y ellos han sido sus mejores maestros, del resto dice «mejor ni hablamos».
Se preparó, comenta, para ganar.