Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/166/15
México, D.F., 14 de julio de 2015
Con el objetivo de mostrar que trabajar con niños desde la antropología lleva a construir y explorar nuevas vetas metodológicas, Valentina Glockner Fagetti ha realizado estudios en este sector poblacional desde el 2006. La investigadora ganadora del Premio de la Academia Mexicana de Ciencias a Mejores tesis de doctorado en Ciencias Sociales y Humanidades 2014 consideró necesario “descentralizar nuestro papel como investigadores para construir conocimiento desde lugares y junto con sujetos que durante mucho tiempo fueron excluidos de la reflexión teórica”.
Los niños y las niñas migrantes trabajadores de India inspiraron e hicieron posible la tesis “Trabajo infantil y regímenes de gubernamentalidad: Slums flexibles, ONGs y producción de subjetividades en la India contemporánea”, por el que la antropóloga obtuvo el galardón en el área de ciencias sociales.
Dicha investigación estuvo enmarcada en el estudio, análisis y reflexión de los fenómenos de la migración y el trabajo infantil en India. La decisión de Glockner por realizar trabajo de campo en ese país tuvo como propósito elaborar un marco teórico y un planteamiento que fuera pertinente para construir una etnografía y un cuerpo de conocimientos útil para entender estos fenómenos.
Uno de sus principales objetivos fue documentar y analizar algunas de las manifestaciones contemporáneas de esta problemática que afecta a una muy importante cantidad de niños y niñas alrededor del mundo, creando un registro etnográfico.
El proceso consistió en recoger y documentar las voces y las experiencias de los niños, a quienes puso en el centro de la reflexión teórica y etnográfica: “Esto es, construyendo la investigación a partir de la especificidad e importancia de la postura teórica y epistemológica en la que la infancia nos pide colocarnos. Poniendo en el centro el tipo de conocimiento, análisis y reflexiones a las que la infancia tomada como un concepto, una categoría y una metodología nos hace llegar”.
Glockner Fagetti, quien cuenta con experiencia previa investigando sobre el trabajo infantil en México, consideró que puede decirse que hay relativamente suficiente información sobre el número de niños que trabajan en nuestro país y en India, pero no puede decirse lo mismo de las dinámicas de explotación y trabajo en las que están inmersos.
Mencionó que en India una gran cantidad de especialistas han producido estudios que en conjunto ofrecen una perspectiva mucho más amplia, esclarecedora y útil de la que hay en México, donde todavía hace mucha falta generar un corpus de conocimiento tan vasto y profundo como el que existe en India.
No obstante, dijo, en ambos países el trabajo infantil se está transformando y reproduciendo a una velocidad mucho mayor a la capacidad que tienen académicos e investigadores para generar conocimiento al respecto, por ello su tesis intenta contribuir en ese sentido, enfocándose en la manera en la que el trabajo infantil se transforma, repite y perdura en el contexto de la migración familiar rural-urbana, el mercado informal de trabajo y la expansión del régimen neoliberal.
“Saber cuántos niños trabajan, en qué trabajan y dónde lo hacen es sólo el primer paso. Lo fundamental es entender cuáles son las dinámicas socio-económicas y políticas que originan, toleran, reproducen y perpetúan el trabajo infantil”, señaló la egresada de la Unidad de Posgrado en Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa.
Explicó que los niños son un sector vulnerable en buena medida porque las comunidades en las que viven no tienen prácticamente ninguna red de seguridad estatal que les permita sortear los imprevistos y superar los tiempos de crisis. En el caso de los niños con los realizó investigación en India, ellos y su trabajo se convirtieron en pilares fundamentales para que los padres puedan realizar ciertos proyectos familiares y sostener determinados modos de vida que de otra manera serían imposibles de alcanzar sin los ingresos que ellos aportan.
“Pero además –describió-, las actividades económicas de los niños fungen, por ejemplo, como un seguro frente a la ocurrencia de algún imprevisto o una tragedia. Funcionan como garantía de crédito y poder de negociación frente a usureros que dudan de la capacidad de los padres para pagar los intereses de los préstamos, o frente a empleadores reacios a fijar mejores salarios al inicio de una temporada productiva”.
Los niños y su capacidad de generar ingresos actúan como redes de seguridad frente a la enfermedad, la vejez y el desempleo de los padres, pero también se convierten en estrategias de financiamiento que permiten costear todo aquello que el Estado y el mercado de trabajo han fallado en proveer a las familias como son fondos para comprar medicamentos, agua potable, acceder a los sanitarios públicos, o para obtener un patrimonio y costear los estudios de los hermanos más pequeños.
Aunque no es especialista en temas legales, pero apoyada en su experiencia, Glockner consideró que a la par de leyes que regulen y prohíban el trabajo infantil tiene que construirse y hacerse cumplir una legislación que garantice la justicia social y la justa distribución del ingreso. “Me parece que en India lo que hace más falta actualmente es que las leyes que ya existen se cumplan. Es más una cuestión de desarrollo y justicia social y de voluntad política que de legislación”.
En términos comparativos, dijo que en India hay más de veinte leyes que prohíben y regulan distintos tipos de trabajo infantil en las más diversas ocupaciones e industrias, lo que muestra una demarcación mucho más clara y detallada que la que se da en México sobre cuáles son las “peores formas” de trabajo infantil y cuál es el trabajo infantil que se puede tolerar pero que se debe regular.
“En México no tenemos una división tan detallada y, peor aún, no tenemos leyes que regulen de manera tan específica el trabajo infantil. La Ley Federal del Trabajo prohíbe a laborar a todo menor de 14 años, pero esta legislación es obsoleta en la práctica. Aunque desde mi punto de vista no sirve de nada promulgar leyes para regular un fenómeno que el gobierno no comprende en su complejidad y que puede solo contribuir a criminalizar a las familias más pobres y marginadas de nuestro país”.
Elizabeth Ruiz Jaimes.
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