Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/119/09
México, D. F., 28 de agosto de 2009.

• Investigadores del Centro de Investigaciones Biológicas del Noreste encabezan el Proyecto Mexicano del Código de Barras de la Vida
• De acuerdo con un artículo publicado en la Revista Ciencia de la AMC, en el pasado, los zoólogos solo describían a las especies con base en sus características observables
• Esta tecnología permite no sólo obtener información más precisa, sino identificar taxonómicamente a todas las especies animales del país

El Proyecto Mexicano del Código de Barras de la Vida, busca identificar taxonómicamente a todas las especies animales del país mediante el uso de marcadores moleculares.
Foto: CONACYT
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La evaluación del genoma de los organismos ha revolucionado enormemente los estudios de zoología, pues, a diferencia del pasado, permiten estudiar las especies animales más allá de sus características morfológicas observables, señalaron los biólogos Evelyn Ríos, Claudio Humberto Mejía Ruiz y Sergio Ticul Álvarez Castañeda, del Centro de Investigaciones Biológicas del Noreste (CIBNOR).

En su artículo Marcadores moleculares: una revolución en la zoología, publicado en el más reciente número de la revista Ciencia, órgano de difusión de la Academia Mexicana de Ciencias, destacaron que en México son numerosos los laboratorios que cuentan con el equipo y la tecnología necesarios para llevar a cabo estudios con marcadores moleculares.

“Prácticamente cada centro de investigación, instituto o universidad, cuenta al menos con un laboratorio enfocado a investigación genética y biología molecular con personal capacitado para tales actividades”, apuntaron.

Además, consideraron que, con el paso del tiempo, la técnicas se han vuelto cada vez más simples y su aplicación resulta de fácil acceso, tanto en material y equipo como en lo económico.

Los especialistas detallaron que las herramientas antes mencionadas permiten conocer mejor la biodiversidad que nos rodea, como distinguir especies e identificar híbridos, ver el parentesco entre individuos y conocer problemas de endogamia y “cuellos de botella”.

Los marcadores moleculares hoy disponibles, apuntaron en su artículo, permiten también definir especies que requieren estrategias para su conservación o aquellas a las que se les puede dar una explotación racional.

De acuerdo con los autores, las nuevas técnicas de biología molecular complementan las antiguas técnicas de describir las especies con base en sus características morfológicas observables y servirán para incrementar nuestro conocimiento sobre la riqueza biológica del país.

Los mamíferos, informaron, cuentan con aproximadamente cinco mil especies y 26 órdenes; sin embargo, hasta la fecha los expertos no coinciden en el número exacto de especies, ni cuáles órdenes y familias se relacionan entre sí y cómo. Las herramientas de biología molecular permitirán obtener información más precisa sobre los organismos.

Los investigadores señalaron que el Centro de Investigaciones Biológicas del Noreste es nodo regional norte del Proyecto Mexicano del Código de Barras de la Vida, en el cual se busca identificar taxonómicamente a todas las especies animales del país mediante el uso de marcadores moleculares.

En dicho proyecto participan el Instituto de Biología de la UNAM, El Colegio de la Frontera Sur, la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad y el Centro de Investigaciones Biológicas del Noreste.