Academia Mexicana de Ciencias
Boletí­n AMC/77/05
México, D.F., lunes 22 de agosto de 2005

• Editan la AMC e IPN ensayo sobre José Mariano Moziño y Lozada
• Las contribuciones del cientí­fico novohispano han quedado en el olvido

Héctor Gómez es periodista cientí­fico desde hace 25 años.
Foto: Jorge H. Sales Ortega/AMC

Por primera vez, a 200 años de la Expedición Botánica de la Nueva España, Héctor Gómez Vázquez, en su libro Viaje interminable de un naturalista, pone al descubierto la vida y la trascendencia de la obra del expedicionario José Mariano Moziño y Lozada, uno de los más brillantes cientí­ficos ilustrados de la época novohispana que ha sido olvidado por la historia del paí­s.

Luego de varios años de investigación documental por seis paí­ses de Europa y América, Gómez Vázquez, coordinador de Proyectos Audiovisuales de la Academia Mexicana de Ciencias, revela en este libro los aportes de Mariano Moziño, en los campos de la antropologí­a, medicina, botánica y vulcanologí­a, entre otros.

A pesar de que las aportaciones de este investigador mexicano al conocimiento de América en los siglos XVII y XVIII son comparables con destacados cientí­ficos europeos de esa época como Alejandro Von Humbolt, explica el autor del texto, ¡Moziño es un personaje que quedó atrapado en la historia, pues pertenecí­a a un imperio en decadencia, por lo que nunca llegó a editar sus obras!.

Más aún, comenta, sus investigaciones se dispersaron por varios paí­ses europeos ante la desintegración del imperio español, y sirvieron de base en los estudios de otros cientí­ficos destacados de la época y, en el peor de los casos, sus conocimientos le fueron hurtados y acreditados por otros investigadores.

Por ese motivo, el autor de este texto presentado en el marco de la XXIV Feria Internacional del Libro Politécnica, asegura que este texto es un asunto de ética, de actitud frente al pasado y, sobre todo, de pasión por reinterpretar nuestra historia.

¡La expedición nos interesa no como invocación melancólica de lo que hicieron los expedicionarios por la ciencia en la Nueva España, sino como una experiencia fundamental, como un episodio de aprendizaje y un acto experimental colectivo que, ojalá permita, más allá de las leyes obligadas a la extinción de la memoria, transitar por caminos más inteligentes a fin de impedir la repetición de errores de ese pasado que está latente en los modos de hacer ciencia y en la forma de cosechar y extender sus frutos!.

Acerca de este libro editado por la AMC y el Instituto Politécnico Nacional, Gómez Vázquez recuerda que fue en 1980 cuando conoció una pequeña parte de la obra de Mariano Moziño, personaje que le llamó poderosamente la atención por lo que en 1994 se dio a la tarea de realizar una intensa investigación documental de este destacado cientí­fico, trabajo que tardó unos cinco años, incluyendo su redacción.

Para el autor del libro, quien hace 25 años se inició en el periodismo cientí­fico, la tenacidad y esfuerzo para poder nadar en la revolución cientí­fica de la Ilustración, son las cualidades que más recuerda de Mariano Moziño, el investigador novohispano nacido en Temascaltepec, en el actual Estado de México.

Respecto, Xavier Lozoya, miembro de la AMC, indica en el prólogo del libro que esta historia es un relato que durante todo el siglo XX esperó de la pluma de un escritor que describiera la infancia en Temascaltepec del niño criollo José Mariano, y los sueños y pasiones del estudiante del seminario jesuita enfrentado a la escolástica.

Además, añade, de la formación vocacional de Moziño por la medicina en medio de amorí­os atormentados, su descubrimiento del pensamiento ilustrado y su actividad como cientí­fico a través del estudio de plantas medicinales de México, así­ como su participación en la Real Expedición Botánica de la Nueva España.

¡Su recorrido explorando los recursos naturales medicinales de las tierras de América, desde Nutka (en el actual Canadá) y la bahí­a de San Francisco, los desiertos, planicies y selvas de la Nueva España, alcanzando las costas de la actual Nicaragua!.

Desde el punto de vista de Lozoya, investigador del Instituto Mexicano del Seguro Social, este ensayo escrito por Gómez Vázquez viene a llenar el hueco que habí­a dejado en las letras mexicanas el desinterés por nuestra historia cientí­fica, ¡y lo llena con una elegante prosa, que permitirá a las generaciones futuras redescubrir el pensamiento de los buscadores de conocimiento y quizá a más de uno le haga nacer el impulso por continuar ese camino!.