Academia Mexicana de Ciencias
Boletí­n AMC/22/07
México, D.F., miércoles 16 de mayo de 2007

• Juan Pedro Laclette, presidente de Academia, señaló la necesidad de consensos entre todos los actores polí­ticos para alcanzar una inversión razonable en investigación, desarrollo e innovación
• La AMC, dispuesta a colaborar en la definición de las cifras presupuestales y de los objetivos a lograr en el Programa Especial de Ciencia y Tecnologí­a

Juan Pedro Laclette, presidente de la AMC, durante la ceremonia de inicio del XLVIII Año Académico.
Foto: Lourdes Torres Camargo/AMC
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Es preocupante notar que el discurso acerca de la importancia de la ciencia y la tecnologí­a para el desarrollo del paí­s y de la definición de una polí­tica de estado en la materia se han convertido en partes del discurso retórico y polí­ticamente correcto de gobernantes y legisladores, pero en los hechos “nada sucede”, alertó Juan Pedro Laclette, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias, (AMC) durante la Ceremonia de Inicio de su XLVIII Año Académico.

“Hemos logrado que los polí­ticos adopten nuestro discurso en pro de la educación, la investigación, el desarrollo y la innovación, pero a hora se trata de discutir el significado de esta polí­tica en términos de pesos y centavos, y que vaya más allá del 1 por ciento del PIB en los próximos 5 años”, señaló ante investigadores miembros de la AMC que se dieron cita en la Casa Tlalpan.

Laclette señaló que, mientras no se logre aterrizar presupuestalmente la polí­tica de estado en la materia y no se logren definir cifras crecientes, consensuadas entre todos los actores polí­ticos que permitan alcanzar una inversión razonable en investigación, desarrollo e innovación, en el presupuesto federal de egresos predominarán los intereses y cuotas partidarios.

“Es claro que, además del dinero, se requiere identificar los objetivos que permitan focalizar el aprovechamiento de los recursos. Se requiere involucrar mucho más a la industria, transparentar el otorgamiento de los estí­mulos fiscales y el destino que diversas secretarí­as dan a los recursos, supuestamente dirigidos a investigación”, subrayó. “Se requiere agilizar los procedimientos de propiedad intelectual y reformar los posgrados para posibilitar la formación acelerada de nuevos investigadores de alto nivel”.

Durante la ceremonia en la que se reconoció a siete jóvenes investigadores con los premios de la Academia a las mejores tesis de doctorado en Ciencias Sociales y Humanidades, los premios Weizmann y Weizmann Kahn a las mejores tesis de doctorado en Ciencias Exactas, Naturales e Ingenierí­a y Tecnologí­a, Laclette dijo que la competencia electoral y el conflicto postelectoral del 2006 desplazaron de la atención pública temas prioritarios como ciencia y desarrollo, educación y salud de la agenda nacional.

“Por ello, no es sorpresivo que, una vez más, el desarrollo cientí­fico y tecnológico del paí­s no recibió atención prioritaria, como lo manifiesta de manera clara el reducido presupuesto que se dedica al sector para el presente año”, indicó.

Laclette mencionó la disposición de la AMC para colaborar en la definición de las cifras presupuestales y de los objetivos a lograr en el Programa Especial de Ciencia y Tecnologí­a, con grupos de trabajo multidisciplinarios.

El titular de la institución cientí­fica (que este año aumentó su número de miembros a 1967 adscritos a todas las áreas del conocimiento, provenientes de 142 instituciones académicas( instó a definir y analizar las cifras globales del presupuesto y sus porcentajes de incremento anual, así­ como distribuir cuánto se destinará a investigación básica, a desarrollo tecnológico y a innovación.

En respuesta, Juan Carlos Romero Hicks, director general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnologí­a (Conacyt), afirmó que se necesita pensar en una agenda nacional con una visión de paí­s para los próximos 25 años, donde será indispensable la participación de los diferentes actores sociales involucrados.

Anunció que en las próximas semanas se presentará el Plan Nacional de Desarrollo, del que derivarán programas sectoriales, regionales y especiales, uno de ellos es el Programa Especial de Ciencia, Tecnologí­a e Innovación.

El titular de la dependencia acotó que el paí­s debe reconocer que hace falta una mejor vinculación de actores, más formación de capital humano, más financiamiento, más sustentabilidad en las redes de ciencia y de tecnologí­a, más infraestructura, y mayor impacto en ámbito social.

“Necesitamos una revisión de la normatividad de la Ley de Ciencia y Tecnologí­a, de la propiedad intelectual, de los estí­mulos fiscales, de la descentralización, la cooperación internacional, donde la voz de los cientí­ficos resulta fundamental, porque se requiere una ciencia que sea parte de la vida cotidiana”, expresó.

En la ceremonia, en la que la AMC recibió a 68 nuevos miembros regulares y cuatro miembros correspondientes, se anunció la creación de las Becas para Mujeres en la Ciencia, una iniciativa impulsada por la vicepresidenta de la AMC, Rosaura Ruiz, la investigadora Ana Marí­a López-Colomé y L’Oreal de México.

con dicha convocatoria dirigida a investigadoras con doctorado menores de 36 años, se otorgarán cuatro becas de 100 mil pesos al año para la realización de investigaciones posdoctorales en las áreas de ciencias exactas y naturales.

Además, a partir de este año los Premios de la Academia a las mejores tesis de dotorado en ciencias sociales y humanidades, los Premios Weizmann en ciencias naturales y exactas, y el Premio Weizmann Kahn de innovación tecnológica, incrementan su apoyo económico de 10 mil a 25 mil pesos.

Asimismo, se anunció que en la próxima convocatoria a los Premios de Investigación 2007, se amplí­a la edad para las mujeres de 40 a 43 años como máximo y se omite el requisito de la antigí¼edad de cinco años dentro de una institución educativa.

Al evento asistieron Rosaura Ruiz, vicepresidenta de la AMC; José Luis Fernández Zayas, coordinador general del Foro Consultivo Cientí­fico; Jorge Flores Valdés del Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República; René Asomoza Palacio, director general del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN; y í“scar Monroy Hermosillo, rector de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa, en representación de su rector general.