Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/294/16
Ciudad de México, 8 de diciembre de 2016

• Convocados por la Academia embajadores de China, Japón, Reino Unido y responsables de la política científica en México intercambian experiencias.

Mesa redonda “Reflexiones sobre Ciencia, Tecnología e Innovación” con la participación del presidente de la AMC, Jaime Urrutia; Qiu Xiaoqi, embajador de la República Popular de China en México; Enrique Cabrero, director general de Conacyt; Ducan Taylor, embajador del Reino Unido en México;Akira Yamada, embajador de Japón en México; y Elías Micha Zaga, coordinador de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Oficina de la Presidencia.
Foto: AMC/Elizabeth Ruiz Jaimes.
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Con el propósito de optimizar a futuro las capacidades que tiene el país en el desarrollo científico y tecnológico, y construir oportunidades en educación, ciencia e investigación la Academia Mexicana de Ciencias realizó hoy con la participación de los embajadores de China, Japón y Reino Unido, la mesa redonda “Reflexiones sobre Ciencia, Tecnología e Innovación”, un espacio que sirvió para conocer las experiencias en esta área de tres de las economías ubicadas en los primeros cinco lugares del mundo.

El encuentro permitió conocer detalles de las experiencias que han tenido estas tres naciones en CTI, y la situación que atraviesa México en este ámbito, a través de las participaciones de los titulares del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y la Oficina de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Presidencia de la República.

La participación de los tres diplomáticos en la sede de la AMC fue nueva y una interesante actividad a la que convocó el presidente de la Academia, Jaime Urrutia Fucugauchi, la cual fue bien recibida por los miembros de la agrupación, ya que además de conocer de primera mano los experiencias nacionales de las tres países invitados, se propició la retroalimentación con el público que expresó sus ideas, comentarios e inquietudes.

En la bienvenida, Jaime Urrutia indicó que la mesa redonda tenía entre sus objetivos ampliar las colaboraciones en materia de CTI con China, Japón y Reino Unido, así como los programas ya existentes con dichas naciones en materia de intercambio y estancias de investigación en diferentes centros educativos y de investigación y en proyectos de investigación conjuntos.

“Se tienen ya muchos proyectos a lo largo de varios años y oportunidades en los que podríamos ampliar nuestra colaboración y un ejemplo de ello es con Reino Unido y el Fondo Newton, probablemente uno de los programas más amplios y exitosos que tenemos. Estamos buscando, a través de Conacyt y la amistad con las embajadas de dichos países en México, que podamos optimizar estas oportunidades. Es una responsabilidad para la Academia asumir el papel que le corresponde, lograr que jóvenes tengan un marco mayor de maniobra en el futuro para desarrollarse”, sostuvo.

Indicó que para ello se tendrían que diseñar planes bien definidos y a largo plazo que trasciendan sexenios, como ha ocurrido con China —nación que cuenta con un desarrollo intenso del sector CTI desde hace cuatro décadas— y que se podrían utilizar las redes que ya existen con la Red Global de Academias de Ciencias (IAP), la Red Interamericana de Academias de Ciencias (IANAS) y la Academia de Ciencias para el Mundo en Desarrollo (TWAS) para lograrlo.

La última llamada
De acuerdo con el director general de Conacyt, Enrique Cabrero Mendoza, al hablar de la situación de CTI en el país, aseguró que no basta con ser un país industrializado, ya que hay pronósticos que indican que en 25 años sectores en los que hoy el país es muy productivo se automatizarán en un 85%.

Para enfrentar dicho panorama, apuntó que México necesita entrar en la dinámica de la sociedad del conocimiento, tomar como ejemplo a países con economías emergentes como Corea del Sur, Finlandia, Irlanda, que en las últimas tres décadas decidieron apostar por la ciencia y la tecnología con lo que lograron una espiral ascendente.

“Desgraciadamente esa ventana de oportunidad se va haciendo cada vez más pequeña, pero aún estamos a tiempo, en la última llamada; si entendemos eso lograremos subirnos en la ola del conocimiento o la inversión extranjera va dejar de llegar. Necesitamos, por tanto, de una política científica y tecnológica que se mantenga continua, estable y creciente en los próximos cuatro sexenios”, dijo.

Cabrero señaló que en las próximas décadas el país mantendrá la movilidad y volatilidad que implica la transición política, por eso “no podemos dejar que la política científica siga esos vaivenes, necesitamos sacarla de esa dinámica y tener una política de Estado de ciencia y tecnología”. Propuso un modelo de Conacyt reforzado con mayor autonomía, que el director general no sea cambiado cada sexenio y que su elección pase por el Senado de la República con consulta a la comunidad científica.

“Un cambio más o menos en ese sentido es el que impulsaremos en los próximos dos años, lo que nos daría la posibilidad de tener una política nacional para los próximos veinte años y convertirnos en un país emergente que logró subirse a la economía del conocimiento”, destacó.

Japón, ejemplo de desarrollo científico y tecnológico
El primero de los embajadores en tomar la palabra fue el de Japón, Akira Yamada, quien aseguró que la ciencia y la tecnología son importantes para el desarrollo de una nación, como es el caso de su país, que tras la Segunda Guerra Mundial tuvo que “utilizar la sabiduría humana para reconstruirse”.

Como un ejemplo del desarrollo científico y tecnológico que ha tenido Japón, mencionó la creación de la luz LED azul, aportación por la cual tres físicos japoneses recibieron el Premio Nobel en 2014, “el desarrollo de esta luz fue producto del esfuerzo de 30 años, esta innovación significó un cambio drástico en el mundo de la lámpara incandescente en el siglo XX, a la iluminación del siglo XXI”.

Destacó que su país es mundialmente reconocido como una potencia tecnológica y una característica de su sistema de investigación es que el sector empresarial, el gobierno y el sector académico tienen una estrecha relación. De acuerdo con el diplomático, con el fin de enfrentar los retos actuales el gobierno nipón planteó en 1995 una ley básica de ciencia y tecnología, y cada cinco años se establece el plan básico de ciencia y tecnología, el actual contempla la movilización de recursos humanos y financieros. Asimismo resaltó que Japón “ha tratado de utilizar la ciencia y la tecnología como un pilar de la diplomacia por la paz”.

Akira Yamada mencionó que el programa del gobierno japonés que promueve la investigación conjunta internacional es SATREPS (Science and Technology Research Partnership for Sustainable Development), a través del cual se hacen aportaciones a nivel internacional para el desarrollo de estudios científicos en países en vías de desarrollo, entre ellos México. Desde el 2008 se han implementado 115 proyectos en 46 países, y actualmente se tienen cuatro con nuestro país. “Pero nuestra cooperación no se limita a estos proyectos, ya que cada vez son más las empresas que invierten en México, en el 2009 eran 399, y para el año 2015 el número creció a 957”.

China y la implementación de una estrategia nacional en CTI
Qiu Xiaoqi, embajador de la República Popular de China en México, resaltó que su país ha experimentado un desarrollo rápido en la últimas cuatro décadas gracias a una política de reforma y apertura. “Hemos logrado un crecimiento económico promedio de 9.8% anual, y con este desarrollo inició una época a la que llamamos ‘la primavera de la ciencia y la tecnología’, que trajo avances para la investigación y la innovación”.

Lo anterior se debe, dijo, a que el gobierno chino ha aumentado considerablemente la inversión en este campo, “China es, después de Estado Unidos, el país que invierte más recursos en el campo de ciencia y tecnología. Esto gracias a la estrategia nacional por aumentar la inversión, crear ambientes favorables para la innovación y promover la cooperación internacional con los países desarrollados y en vías de desarrollo”.

Sin embargo, todavía quedan retos que China debe resolver, entre ellos que la inversión todavía es insuficiente en comparación a Corea, Japón, Reino Unido o Estados Unidos, y que requiere la formación de más científicos de alto nivel, así como mejorar las condiciones para la ciencia y la tecnología en China.

La importancia de la innovación en Reino Unido
“La innovación es muy importante para enfrentar retos mundiales, como el cambio climático o la contaminación del ambiente”, manifestó el embajador del Reino Unido en México, Ducan Taylor.

Destacó que la importancia que se le da a la ciencia y a la innovación en su país se refleja en los datos: el 4% de los investigadores del mundo están en el Reino Unido y producen el 12% del conocimiento mundial.

Sobre la relación que tiene el Reino Unido con México mencionó tres proyectos importantes: Fondo de prosperidad, con el cual se invertirán en los próximos cuatro años 60 millones de libras principalmente en cinco sectores: energía, servicios financieros, ciudades del futuro, educación y mejora del ambiente de negocios. El Fondo Newton, “estamos en el cuarto año de colaboración, este 2016 estamos invirtiendo 6 millones de libras, es una colaboración directa entre las instituciones científicas más importantes en el Reino Unido con sus homologas en México”; y Chevening, un programa para la promoción de becas para que estudiantes vayan al Reino Unido y estudien maestrías de un año.

Esfuerzos en México
En su intervención, Elías Micha Zaga, coordinador de la Oficina de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Presidencia, señaló que se tienen muchas posibilidades de colaborar con los países invitados a la mesa redonda para poder avanzar en temas de CTI, “apoyándonos en su experiencia y en los modelos de desarrollo que cada nación ha implementado”.

Agregó que durante el presente sexenio ya se han dado pasos hacia una economía del conocimiento y muestra de ello ha sido el aumento en la inversión al sector, “se han entregado muy buenas cuentas en términos de gasto que no tienen precedentes en los últimos 30 años porque el presupuesto federal en el periodo 2012-2016 se ha incrementado en más del 40 % a CTI”.

Entre los invitados al evento celebrado en el auditorio “Galileo Galilei” se encontraba, el jefe de la Cancillería de la Embajada de Brasil en México, Joao Marcelo Galvao y Michael Clegg, vice-presidente de ICSU y ex-copresidente de IANAS. También estuvieron presentes el vicepresidente de la AMC, José Luis Morán y un grupo de expresidentes, entre estos, el decano Raúl Ondarza, José Luis Mateos, Jorge Flores, Mauricio Fortes, Francisco Bolívar, René Drucker, José Antonio de la Peña, Arturo Menchaca y José Franco.

La mesa redonda fue el último evento oficial de la AMC del presente año.