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Proporcionan intervenciones psicológicas a migrantes y sus familias en Michoacán

Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/043/20
Ciudad de México, 25 de marzo de 2020

  • Especialistas de la Facultad de Psicología de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo realizan talleres en los municipios de Áporo, Cuitzeo, Charo, Morelia, Panindícuaro, Paracho, Pátzcuaro, entre otros.
  • Con apoyo de estudiantes de la maestría en psicología, se ha atendido a mujeres purépechas en la comunidad de Cheranástico, con intervenciones impartidas en su idioma para fortalecer los recursos psicológicos de esposas de migrantes.

Especialistas de la Facultad de Psicología de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo realizan talleres en los municipios de Áporo, Cuitzeo, Charo, Morelia, Panindícuaro, Paracho, Pátzcuaro, entre otros.

Especialistas de la Facultad de Psicología de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo realizan talleres en los municipios de Áporo, Cuitzeo, Charo, Morelia, Panindícuaro, Paracho, Pátzcuaro, entre otros.
Fotografía: Cortesía de la investigadora.

La experiencia de la migración hacia Estados Unidos (EU) puede llegar a ser un suceso estresante tanto para la persona que migra como para sus familiares por la incertidumbre ante el cambio de vida, por las experiencias negativas que pueden surgir en el camino, por posibles deportaciones, por enfrentarse a aislamiento y soledad, entre otros aspectos; si bien existe una necesidad de atención psicológica a nivel comunitario, raramente se brinda porque no existe la infraestructura ni los recursos para que especialistas proporcionen las intervenciones psicológicas necesarias, destacó María Elena Rivera Heredia.

La profesora de la Facultad de Psicología de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) ha trabajado en comunidades con antecedentes históricos de migración hacia EU para fortalecer los recursos psicológicos, tanto de los familiares de migrantes residiendo en México como de quienes viven en EU. “En 2008 empezamos en un pueblo del municipio de Áporo, Michoacán. Hicimos una intervención comunitaria con hombres y mujeres de diferentes rangos de edad. Como era una experiencia comunitaria tuvimos todo tipo de testimonios de familiares de migrantes, de hombres y mujeres migrantes retornados, hijos, hermanos y abuelas de migrantes”.

A partir de dicha experiencia escribió, junto con otras investigadoras, el libro Migración y familia. Bienestar físico y mental, cuyos contenidos retoman las sesiones de grupo sobre los procesos psicosociales de la migración; cómo se educa a los hijos en México y Estados Unidos; recursos psicológicos; manejo de emociones y cómo se afrontan los cambios; prevención de violencia; problemas de salud de los mexicanos, tanto en Estados Unidos como en México; redes de apoyo social; transnacionalidad y derechos humanos de los migrantes.

“En las intervenciones comunitarias se hacían preguntas al grupo para generar interacción y conversaciones; llevábamos presentaciones, pero lo más importante eran las interacciones. Mejoramos la intervención y luego la aplicamos en otros ámbitos, por ejemplo, con estudiantes universitarios con experiencia de migración en la ciudad de Morelia”, añadió Rivera Heredia.

Con los integrantes de su equipo han trabajado en otras comunidades de Michoacán de los municipios de Cuitzeo, Charo, Panindícuaro, Paracho y Pátzcuaro. Los programas han sido impartidos y multiplicados por estudiantes de la licenciatura, maestría y doctorado de psicología que suelen ser de las comunidades, para que adapten al contexto cultural de la localidad las intervenciones. Éstas pueden tener un mínimo de cinco sesiones y en casos que así lo requieran pueden extenderse hasta proporcionar apoyo psicológico individual a los integrantes que lo van solicitando.

“Hemos desarrollado intervenciones que han probado su efectividad en mujeres purépechas de la comunidad de Cheranástico, en el municipio de Paracho, impartidas en su idioma, dirigidas para fortalecer los recursos psicológicos de esposas de migrantes. Tenemos el conocimiento, los programas probados, la gente capacitada para impartir los programas, lo que nos falta son recursos para poder multiplicarlos a la mayor cantidad de comunidades y que nuestros psicólogos sean remunerados por realizar este trabajo”, dijo.

La académica destacó que pese a que hay una necesidad de atención psicológica en la sociedad es escasa la oferta laboral para los egresados de la licenciatura en psicología en las instituciones de salud y educación en Michoacán, lo cual es un panorama semejante a otros lugares de México

La integrante de la Academia Mexicana de Ciencias añadió que ahora están trabajando en la redacción de cuentos sobre temas de relevancia para los migrantes y su familia. Uno de los cuentos es sobre la valoración de la cultura de origen, despertar el interés por conocerla y comprender los procesos de cambio en la adaptación cuando llegan a Estados Unidos por primera vez.

Experiencia migratoria y psicoterapia
María Elena Rivera Heredia indicó que algunas de las experiencias migratorias asociadas a enfermedades físicas por estrés son los trastornos psicosomáticos como dolor de cabeza, gastritis, colitis, dolores esqueléticos. Cuando ya hay un problema de salud mental se presenta ansiedad, depresión y trastorno de estrés post-traumático cuando la experiencia fue demasiado fuerte. Algunas enfermedades crónicas como hipertensión y diabetes se incrementan o presentan altibajos asociados con estrés.

“En otros casos la literatura reporta que los migrantes tienen experiencias previas de alcohol y drogas, y con la vivencia de la migración como suceso estresante este consumo se puede exacerbar. Todos los trastornos no atendidos tienen un mal pronóstico, la psicoterapia ayuda a sanar o a resolver dificultades de algunas personas. Un problema de adaptación pequeño se puede convertir en crisis de angustia al paso del tiempo. Y un caso de depresión podría agravarse y poner en riesgo la vida de una persona”.

Acercar los servicios de salud mental a comunidades rurales con alta intensidad migratoria puede aliviar a tiempo las dificultades de adaptación ante la migración, y el retorno con el malestar y sufrimiento que las acompaña, destacó la investigadora, quien de 2017 a 2019 fue coordinadora del Centro Nicolaita de Estudios Migratorios de la UMSNH.

Luz Olivia Badillo

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