Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/67/08
México, D. F., 17 de junio de 2008
Tras señalar que México ocupa el tercer lugar mundial en la generación de energía mediante geotermia, Claudio Estrada Gasca, investigador integrante de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), afirmó que nuestro país tiene un gran potencial para emplear esta y otras energías renovables, por lo que resulta urgente crear una política de Estado en esta materia.
En el marco del Primer Foro sobre Ciencia, Tecnología y Reforma Energética, organizado por la AMC, Estrada Gasca propuso la creación de una Comisión Nacional de Energías Renovables, así como de un Instituto Nacional de Energía Renovable y de una Red Nacional de Centros de Investigación Regionales de Energías Renovables.
Al participar con la conferencia Energías renovables ¿Cuánto cuestan y cuánto pueden producir?, el también director del Centro de Investigación en Energía de la UNAM, subrayó que el reto de los próximos años es permitir el acceso a las energías modernas a los países en vías de desarrollo, pero sin la degradación del medio ambiente.
Sobre el tema de Energía nuclear, Juan Eibenshutz, director de la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias, dijo que accidentes como el de Chernobill han contribuido a que la percepción general de los medios de comunicación y del público en general sobre este tipo de energía es negativa.
“Han transcurrido 25 años desde que el renacimiento de la núcleoelectricidad fue cancelado en México; sin embargo, la situación energética de México y del mundo ha cambiado y el país ha dejado atrás la noción del cuerno de la abundancia, por lo que resulta necesario considerar nuevamente a la energía núcleoeléctrica en el futuro energético del país”, apuntó.
Eibenschutz indicó que en nuestro país es posible crear la infraestructura científica y tecnológica necesaria para desarrollar un programa nucleoeléctrico importante y aclaró que el tratamiento de materiales radiactivos de desecho no es un problema, porque existen los mecanismos científicos y tecnológicos necesarios para disponer de ellos adecuadamente.
En la tarde del primer día del Foro se llevó a cabo una mesa redonda con el tema Retos y Estrategias Tecnológicas, donde se habló sobre los retos que la comunidad científica debe afrontar inmediatamente, y el papel de la ciencia en la actual reforma energética.
Durante la mesa redonda, Víctor Manuel Alcérreca, de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario Rurales e Indígena, subrayó la necesidad de establecer una política nacional de energía de largo plazo, de no menos 25 años.
“También es necesario hacer que los tomadores de decisiones modifiquen su actitud respecto a la importancia de la investigación y desarrollo tecnológico; que las autoridades, en especial las hacendarias, respeten los mandatos de ley y los presupuestos aprobados por las Cámaras”, dijo.
Agregó que los institutos de investigación deben salir de su “casa de cristal” y convertirse en los verdaderos líderes de los proyectos en el sector, realizar convenios de colaboración dentro y fuera del país, y establecer programas de formación y especialización de capital humano de alto nivel, así como implantar programas para su retención en el sector.
Héber Cinco Ley, director del Instituto Mexicano del Petróleo, dijo que para el año 2015, Pemex Exploración y Producción ha establecido objetivos de negocios, uno de ellos, mejorar los resultados exploratorios para aumentar la reserva probada a por lo menos 9 años.
Subrayó que en el área de exploración se requieren tecnologías que ayuden a identificar estructuras geológicas favorables al entrampamiento de hidrocarburos, así como expertos en tectónica salina que ayuden a mejorar las posibilidades de encontrar yacimientos con flujos importantes.
El director del IMP abundó que Chicontepec es la acumulación mas grande de hidrocarburos que tenemos en México, y que “con la tecnología existente únicamente se puede obtener el 7 por ciento”, por lo que se requieren desarrollos que permitan extraer el resto.
Resaltó la importancia de pasar de la etapa de laboratorio a la etapa industrial para que PEMEX pueda hacer uso de la tecnología desarrollada y añadió que “no hay peor tecnología que la que no se aplica”.
Las energías renovables llegaron para quedarse en la economía mundial, destacó Jorge Huacuz, investigador del Instituto de Investigaciones Eléctricas. En México, afirmó, veremos un crecimiento y se presentará un mosaico energético.
“Las energías renovables son un buen negocio; sin embargo, no basta con sólo tener el recurso, se necesita la tecnología para convertirla a las formas de energía que estamos acostumbrados en la economía mundial”, expresó el especialista.
Acotó que hasta ahora se tienen políticas energéticas centralizadas y no se ha considerado establecer políticas regionales y sectoriales que atiendan las necesidades locales. En su opinión, el debate planteado últimamente más que establecer una política energética, “parece que se está reordenando el negocio petrolero”.
En su oportunidad, Leonardo Ríos Guerrero, director adjunto del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, habló sobre la importancia de pasar de los conocimientos al sector productivo, y dijo que el reto es darle a PEMEX mecanismos y sistemas que la conviertan en una empresa innovadora.
Anunció la creación de dos fondos nuevos de CONACYT, en convenio con la Secretaría de Energía, de 800 millones de pesos para 2008, los cuales se irán incrementando hasta llegar a 4000 millones en 2012, que serán dedicados a investigación en hidrocarburos y energías alternas o renovables.
Insistió en que los conocimientos deben pasar por un proceso de innovación que den como resultado un producto exitoso de impacto económico, con un adecuado manejo de la propiedad intelectual y que proporcione beneficios sociales.
Javier Jiménez Espriú, director del Consejo de NEC, destacó la omisión del Instituto Mexicano del Petróleo en los temas de ciencia y desarrollo tecnológico dentro de la reforma energética planteada por el Ejecutivo, lo que consideró una “muestra del desprecio” hacia estos rubros.
Mencionó que se ha tomado la decisión de permanecer en la incapacidad tecnológica, ya sea por omisión o por ignorancia. “De seguir así, en 20 años ya no habrá ingeniería ni tecnología mexicana”.
Jiménez Espriú hizo hincapié en que PEMEX y el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) deben recuperar la capacidad interna que los llevó a contar con tecnología propia y que les permitió establecer su infraestructura, incluyendo refinerías.
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