Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/231/14
México, D.F., 27 de junio de 2014
El desempleo, la informalidad y el subempleo son indicadores muy utilizados para estudiar, desde un enfoque predominantemente económico, el estado, la dinámica y la evolución de los mercados de trabajo. Sin embargo, existe un concepto relativamente menos difundido que también aporta información sobre las condiciones de trabajo que se viven en un país o una región y con un enfoque principalmente socio-demográfico: la inseguridad laboral.
Tomando como eje este concepto, Fiorella Mancini realizó el trabajo “Asir incertidumbres. Experiencias de inseguridad laboral en sociedades latinoamericanas complejas y periféricas” en el Centro de Estudios Sociológicos de El Colegio de México, con el cual obtuvo uno de los Premios a las mejores tesis de doctorado en Ciencias Sociales y Humanidades 2013 que otorga la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
La inseguridad laboral forma parte de un proceso de deterioro de las condiciones y percepciones de bienestar que viven los trabajadores a partir de modificaciones en el mundo del trabajo, explicó la galardonada. “Aunque todavía no existe una definición establecida, yo consideré la inseguridad laboral en mi estudio como la regularidad de inestabilidades a lo largo de la vida laboral de las personas”.
Para analizar sus trayectorias laborales y las percepciones asociadas al trabajo, la académica del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, realizó entrevistas en profundidad a treinta personas en dos contextos de análisis: la ciudad de Rosario, Argentina, y la ciudad de Monterrey, México, que eligió por las diferencias que presentaban en la estructura de su mercado laboral.
Las entrevistas recogieron la mayor posibilidad de relaciones laborales para cubrir la heterogeneidad del análisis, de tal manera que las personas entrevistadas cubrieran una gran variedad de empleos, salarios y niveles educativos, así como características individuales (edad, género, sector social, etapa del curso de vida).
Efectos globales
Un primer hallazgo derivado de las entrevistas es que la inseguridad laboral que viven hoy los trabajadores es mayor que la de décadas atrás. “Si se comparan los inicios de la trayectoria laboral de un joven hoy a los inicios de una trayectoria laboral de un joven hace cuarenta años las diferencias son abrumadoras”, afirmó Mancini.
Esto lo observó, en parte, con el promedio de transiciones laborales: desde el momento en que obtuvieron su primer trabajo hasta treinta años después, los trabajadores más viejos que entrevistó tuvieron una o dos transiciones. En cambio hoy, a los 24 años, un joven pudo ya haber tenido cinco o seis transiciones. Esos inicios de seguridad en las trayectorias laborales de los jóvenes ya no se observan en la actualidad ni en México ni en Argentina, comentó.
“Este hallazgo fue importante porque quería observar qué impacto había tenido la globalización y la internalización de la economía y el cambio en el modelo de acumulación sobre las trayectorias laborales”.
Sociedades más igualitarias amortiguan la inseguridad laboral
Un segundo hallazgo fue que en sociedades más igualitarias, que tienen a su población más protegida en términos de seguridad social, de prestaciones sociales, de seguro contra desempleo, de jubilación, de planes de retiro, son países que tienen muchos más elementos para amortiguar las experiencias de inseguridad. De ahí que Mancini encontrara vínculo estrecho entre incertidumbre laboral y desigualdad social.
“En Rosario, durante la década de los noventa se vivió una enorme pauperización de la clase trabajadora y de las clases medias, con niveles de pobreza y tasas de desempleo tremendas. A pesar de eso, como era una sociedad más cohesionada, las experiencias de inseguridad fueron menores pues hubo otros mecanismos que ayudaron a amortiguar esa inseguridad”.
En cambio, en Monterrey, que es una sociedad más polarizada, desigual, los trabajadores viven la inseguridad de forma más individual y ocurre lo que la investigadora llama el binomio responsabilidad-culpa. Los trabajadores creen que son los únicos responsables de que no les vaya bien en su vida laboral, “hay una apropiación individual de un problema que es social y esto está directamente relacionado con el proceso de individualización de nuestras sociedades”.
Este proceso se refiere a que es el individuo el que cada vez más se tiene que ir haciendo cargo de sus propias decisiones y elecciones porque ya se tiene un estado tan presente que determine cómo tenemos que hacer las cosas, a diferencia del pasado en el que había una protección estatal de la persona mucho más fuerte.
Es por esto, agregó, que el indicador de desempleo es un pésimo indicador de la situación del trabajo, en particular en México pues sus ciudadanos no pueden estar desempleados. En cambio, en un país donde se otorga un seguro de desempleo, la gente puede “darse el lujo” de quedar desempleado porque tiene tiempo de reacomodarse, salir a buscar empleo y volver a trabajar.
La educación ya no es garantía
Finalmente, el tercer hallazgo más destacado indica que los factores individuales como la edad de las personas, género, o nivel de educación no son determinantes únicos de la inseguridad laboral y de las trayectorias laborales.
“Por ejemplo, la educación de los trabajadores es un factor que puede ayudarte a que no caigas en la inseguridad, pero ya no te garantiza en sí misma mayores niveles de seguridad en tu trabajo. Es decir, cada vez más hay profesionales que tienen problemas relacionados con el mundo del trabajo, gente que no está haciendo lo que quiere hacer, que se está desempeñando en cosas que no estudió o que pese a tener un título universitario sus salarios son bajos y sin prestaciones”.
En los grupos de trabajadores que viven en condiciones de mayor incertidumbre e inestabilidad laboral se observa que efectivamente allí están los que tienen un menor nivel de educación, pero no sucede lo contrario, es decir, tener un buen nivel educativo ya no te asegura tener un buen trabajo, lamentó.
Fiorella Mancini sigue trabajando el tema de los riesgos sociales y del papel del primer empleo en determinar el resto de la trayectoria laboral. Fue galardonada ayer jueves durante la ceremonia de Inicio del 55 Año Académico de la Academia Mexicana de Ciencias.
Alejandra Monsiváis Molina.
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