Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/037/19
Ciudad de México, 21 de febrero de 2019
El tratamiento para la tuberculosis puede durar de seis meses a un año y, en algunos casos, cuando el paciente deja el tratamiento, la bacteria que produce la enfermedad adquiere resistencia y se desarrolla la tuberculosis multifármaco resistente cuyo tratamiento es costoso; también se pueden presentar casos de tuberculosis extremadamente fármaco-resistentes para los cuales no existen fármacos, esto hace que sea necesario buscar nuevos compuestos con potencial farmacológico y las plantas podrían ser una opción.
La tuberculosis es una enfermedad infecciosa que afecta a los pulmones y es causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis, y de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, en la actualidad un tercio de la población mundial está infectada con esta bacteria.
La infección por M. tuberculosis suele ser asintomática en personas sanas, pero cuando su sistema inmune disminuye se desarrolla la enfermedad. Entre los síntomas de la tuberculosis pulmonar activa están: tos, dolor torácico, debilidad, pérdida de peso, fiebre y sudoración nocturna. El tratamiento para la tuberculosis consiste en cocteles de fármacos durante seis meses o hasta un año, pero muchas veces el paciente deja el tratamiento y la bacteria adquiere resistencia.
La doctora María del Rayo Camacho Corona, de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Autónoma de Nuevo León, que entre sus líneas de investigación tiene a la química de productos naturales y la química medicinal, ha obtenido derivados semi-sintéticos que inhiben el crecimiento de bacterias a partir de productos naturales bioactivos con la finalidad de mejorar la actividad del producto natural e igualar a los fármacos usados actualmente para el tratamiento de la tuberculosis, bacterias resistentes y cáncer.
Para lo anterior, la especialista en farmacognosia se enfoca en plantas medicinales mexicanas, ya que son una fuente de metabolitos secundarios (compuestos químicos) con estructuras diversas, actividades farmacológicas y mecanismos de acción diferentes, características necesarias de analizar para conocer su potencial a profundidad y así justificar algún uso farmacológico que se les atribuya en la medicina tradicional.
Los proyectos que Camacho Corona dirige en esta área están centrados en determinar la composición química de plantas medicinales y de su actividad farmacológica —en especial de las plantas que no han sido estudiadas previamente o de las que se conoce poco—, análisis que realiza a través de estudios químicos biodirigidos de plantas medicinales con la finalidad de aislar, purificar y caracterizar compuestos bioactivos de plantas con alguna actividad farmacológica.
La investigadora, integrante de la Academia Mexicana de Ciencias, ha trabajado en años recientes con las plantas Larrea tridentata o gobernadora, Cissus incisa llamada yerba del buey y Hechtia glomerata conocida como guapilla, todas endémicas de México y no han sido ampliamente exploradas desde el punto de vista químico y farmacológico.
En cuanto al procedimiento para el aislamiento de los compuestos bioactivos, este se lleva a cabo por diversas técnicas cromatográficas como cromatografía en columna, cromatografía relámpago, cromatografía de líquidos de alta resolución, cromatografía plana preparativa, etcétera.
Posteriormente se realiza la caracterización de los metabolitos secundarios para determinar su estructura química mediante técnicas espectroscópicas (resonancia magnética nuclear, infrarrojo, UV), espectrométricas (espectrometría de masas) y difracción de rayos X. Mientras que para evaluar la actividad farmacológica de los compuestos se realizan ensayos biológicos in vitro con Mycobacterium tuberculosis, bacterias resistentes y células cancerígenas.
“Lo que hemos desarrollado son derivados semi-sintéticos, que son productos naturales a los cuales se les han insertado diferentes grupos funcionales (arreglos de átomos) con la finalidad de aumentar la actividad biológica del producto natural. Esperamos que estos derivados luego de pasar por las pruebas in vivo puedan ser utilizados en el corto plazo para algún tratamiento.
La doctora María del Rayo Camacho informó que hasta el momento está registrada una patente ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial de dos derivados semi-sintéticos con actividad antituberculosa similar al fármaco etambutol que se utiliza para tratar esta enfermedad, y también se patentó un producto natural con amplio espectro antibacteriano.
Los dos productos naturales que se han usado para la obtención de los derivados semi-sintéticos son los lignanos ácido meso-dihidroguaiarético y 3-demetoxi-6-O-demetilisoguaiacina obtenidos a partir de la planta Larrea tridentata conocida comúnmente como gobernadora, que crece en el norte de México y sur de Estados Unidos.
Noemí Rodríguez González.
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