Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/065/16
Ciudad de México, 18 de marzo de 2016
Desde el punto de vista técnico, la generación de contaminación por ozono se debe a un proceso químico atmosférico complejo. Es una combinación de procesos producidos por contaminantes primarios (óxidos de nitrógeno y compuestos orgánicos volátiles), derivado principalmente del uso de combustibles fósiles y su interacción con radiación solar. Dada su generación, su evolución y concentración dependerán de procesos de dinámica de la atmósfera principalmente en cuanto a fenómenos de turbulencia atmosférica. Su generación sigue leyes que se conocen en el aspecto científico como “Procesos No Lineales”.
En términos simples esto significa que el todo no es simplemente la suma de sus partes; o sea que si se aumenta al doble el número de precursores no implica que se doble la producción de ozono; o que si se disminuye el número de vehículos en una tercera parte en un día no implica que al día siguiente se reduzca en una tercera parte la contaminación por ozono, expuso el doctor Jorge Castro Hernández, investigador del Departamento de Física del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) del IPN, luego que en los días recientes se vivió un episodio de alta contaminación por ozono en la Ciudad de México, lo que hizo se activara la Fase 1 de Contingencia Ambiental.
Un aspecto determinante en la alta concentración de ozono de estos días fue el alto índice de radiación ultravioleta provocado por los fuertes vientos y las condiciones meteorológicas adversas que le siguieron en cuanto al estancamiento de las capas atmosféricas que inhibieron la movilidad de contaminantes, dijo el investigador.
“Dado que no se puede influir en forma directa en las condiciones meteorológicas, la única manera de combatir la contaminación por ozono es disminuir, en forma permanente, la producción de contaminantes precursores de este y no únicamente por unos días provocado por una contingencia”, consideró el especialista en contaminación atmosférica.
Verificación sin corrupción
Castro Hernández señaló que siendo el parque vehicular en la zona metropolitana del Valle de México la principal fuente de estos contaminantes, se deben crear las condiciones socio-económicas adecuadas para desincentivar el uso del automóvil particular y someter a todos los vehículos (autobuses, transportes de carga, etcétera) a una verificación de contaminantes estricta y fuera de toda corrupción. Así mismo se debe de tener un control más estricto de la otra parte del origen de los contaminantes que es la industria.
Para el estudioso de la física de la atmósfera, sin embargo, disminuir el número de vehículos en circulación es solo parte de la solución, la otra parte radica en aumentar el flujo vehicular, ya que el constante frenar y acelerar aumenta la generación de contaminantes.
“En este sentido –indicó- son la autoridades las que no han cumplido con su papel ya que permiten el bloqueo de la vías de comunicación en sus diferentes aspectos que van desde no regular manifestaciones, permitir el estacionamiento en lugares prohibidos, no ordenar el ascenso y descenso de pasaje del servicio público de transporte, permitir el bloqueo de calles para que circulen con privilegios otros autos, etcétera”.
De acuerdo con la Organización Mundial de Salud, en 2012 murieron cerca de 7 millones de personas a nivel mundial por problemas de contaminación del aire, de los cuales 3.3 millones fueron por contaminación en lugares cerrados y 2.6 por exposición a contaminación en lugares abiertos. Un estudio realizado por el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) estimó que en Estados Unidos mueren prematuramente cada año cerca de 200,000 personas como consecuencia de contaminación del aire. “En México no existen estadísticas confiables, pero comparando con datos de Estados Unidos se podría estimar que de 15 000 a 20 000 personas son las que mueren prematuramente cada año como consecuencia de la contaminación del aire”.
Por ello, es importante hacer notar que si bien el problema de contaminación por ozono es grave para la salud, este no es el único ni el más grave. Hay muchos más contaminantes altamente dañinos a la salud, tales como: partículas suspendidas (PM10 y PM5), tolueno, benzeno, entre otros, y cuya generación y evolución no está aún bien entendida.
“Espero que esta alarma que vivimos en la Ciudad de México esta semana no quede, como sucede normalmente, en el olvido en unos cuantos días. Ojalá las autoridades jueguen realmente su papel de autoridad y que se mantenga informada a la ciudadanía de los riesgos por la contaminación. En este sentido, la comunidad científica debe jugar un papel importante tanto en el entendimiento de los orígenes y evolución de los contaminantes, su efecto en la salud, así como en el análisis de datos oficiales de contaminación y efectos de políticas ambientales”, resaltó el doctor Castro Hernández.
Consideró que lo ocurrido desde el pasado lunes cuando se activó la Fase 1 de Contingencia Ambiental, la cual se extendió hasta ayer jueves, obliga a reflexionar en torno al problema de la contaminación atmosférica que padece no solo la Zona Metropolitana del Valle de México, sino que también afecta a otras zonas urbanas del país.
Fabiola Trelles Ramírez.
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