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MISIÓN A MARTE PODRÍA APORTAR INDICIOS SOBRE LA VIDA EN LA TIERRA

Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/092/16
Ciudad de México, 25 de abril de 2016

  • Misión Exomars Rover and Surface Platform perforará a 2 metros de profundidad de suelo marciano en busca de componentes orgánicos precursores de la vida.
  • Se reúnen científicos responsables de las misiones a Marte de la NASA, Agencia Espacial Europea, Agencia Japonesa de Exploración Espacial para ofrecer información sobre las más recientes investigaciones al planeta rojo.
Recientemente Curiosity encontró clorobenzeno, un componente orgánico, y nitratos necesarios para la existencia de vida,. Su presencia abre la posibilidad de que pudieran ser de origen meteorítico o biológico del pasado”, explicó Rafael Navarro González, el único mexicano que participa en la misión a través del grupo científico del Instrumento de Análisis de Muestras de la NASA e integrante de la AMC (en el extremo izquierdo).
Recientemente Curiosity encontró clorobenzeno, un componente orgánico, y nitratos necesarios para la existencia de vida,. Su presencia abre la posibilidad de que pudieran ser de origen meteorítico o biológico del pasado”, explicó Rafael Navarro González, el único mexicano que participa en la misión a través del grupo científico del Instrumento de Análisis de Muestras de la NASA e integrante de la AMC (en el extremo izquierdo).
Foto: FCCyT/Anayansin Inzunza.
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Las similitudes entre la Tierra y Marte son numerosas: ambos son rocosos, el planeta rojo tiene una edad aproximada de 4 mil 500 millones de años (Ma) mientras el nuestro tiene 4 mil 567 Ma y se tienen pistas de que Marte en su superficie hace 4 mil Ma se parecía a la superficie terrestre, cuando la vida empezó en forma de microorganismos unicelulares. Se tiene la hipótesis de que había en Marte grandes cuerpos de agua, ríos y una atmósfera más densa a la que presenta ahora, indicios que lleva a pensar que también albergó o alberga algún tipo de vida. En las próximas misiones, robots explorarán áreas relativamente cerca de su superficie donde la roca es de los primeros 500 Ma.

“La misión Exomars Rover and Surface Platform que se lanzará en 2020 buscará trazas de vida, rastros de microbios que pudieran haber vivido hace 4 mil Ma o más. Aterrizará en un sitio con las rocas más antiguas donde el robot realizará perforaciones a dos metros de profundidad para extraer muestras. Esto es posible estudiarlo en Marte porque no hay placas tectónicas como sí las hay en la Tierra, estas ‘reciclan’ el material rocoso por lo que no se tiene esa evidencia aquí. Si hubo vida y esos microorganismos quedaron en esos estratos, nos interesa saber, entre otras cosas, en qué estado de conservación los veremos”, comentó Jorge L. Vago, responsable científico del programa Exomars, una colaboración de las Agencia Espacial Europea y la Agencia Federal Rusa del Espacio.

Se busca evidencia en Marte porque en la Tierra solo el 1% de la corteza terrestre es original pues ha sufrido un recalentamiento, lo que impide estudiar la evidencia correcta, dijo David Blake, del Centro de Investigación Ames de la NASA, una entidad que proporciona en las misiones de la NASA (National Aeronautics and Space Administration) liderazgo en astrobiología, exploración lunar robótica, entre otros servicios. Mencionó que a pesar del paso del tiempo al parecer no ha ocurrido que su superficie se haya destruido por el calor.

Ambos científicos participaron en la actividad “¿Hay señales de vida en Marte? Las estamos buscando”, en la que dieron una conferencia cada uno de 20 minutos en el Museo de Ciencias Universum, más tarde formaron parte de una mesa redonda moderada por José Franco, director general de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM y expresidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), quien agregó que Marte se ha convertido en un laboratorio para el estudio de la vida porque es adonde podemos llegar “es una vecindad pequeñísima. Si estamos solos en el Sistema Solar no implica que estemos solos en el Universo. Los retos que tendríamos para hacer esa exploración más allá del Sistema Solar están mucho más allá de las posibilidades de los seres humanos por lo menos en algunos cientos de años”.

Juan Manuel García Ruiz, profesor de investigación en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de la Universidad de Granada, España, y miembro correspondiente de AMC, señaló, por su parte, que “Exomars tal vez no encuentre restos de definitivos de vida, pero sí va a encontrar una cantidad de información que nos va a decir cómo era nuestro planeta en esa época, qué tipo de compuestos orgánicos y qué tipo de complejidad orgánica logró la Tierra en aquel momento y cuáles son las relaciones minerales que debieron dar ese tipo de complejidad orgánica”.

La misión espacial Curiosity (Mars Science Laboratory Mission, Curiosity) que tiene un astromóvil equipado con cámaras, espectrómetros y detectores de radiación, entre otros, detectó los compuestos orgánicos clorometano, diclorometano, tetraclorometano, entre otros, “el problema fue que nuestro instrumento llevaba reactivos que se estaban escapando y no sabemos si fueron resultado de contaminación terrestre. Recientemente Curiosity encontró clorobenzeno, otro componente orgánico y nitratos, necesarios para la existencia de vida. Su presencia abre la posibilidad de que pudieran ser de origen meteorítico o biológico del pasado”, explicó Rafael Navarro González, el único mexicano que participa en la misión a través del grupo científico del Instrumento de Análisis de Muestras de la NASA e integrante de la AMC.

David Blake expuso que para que la sobrevivencia se diera se necesitaba de un solvente. “Sabemos que el agua es el mejor solvente de todo el universo, tenemos materias primas y son los elementos que constituyen a los seres vivos: carbón, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno y azufre. También tenemos energía luminosa para que de esa manera las plantas puedan procesar todo con la luz del Sol, y también los elementos químicos y esto nos permite ver cuáles son las reacciones que se dan. Por otro lado, necesitamos condiciones favorables, en este caso, que la temperatura no fuera ni muy fría ni muy caliente; un PH correcto, ni muy ácido ni muy alcalino, salinidad, etcétera, y cuando todas estas cosas se reúnen entonces tenemos un entorno habitable, un lugar donde puede darse la vida”.

Con mayor interés por los meteoritos y partículas de polvo pues contienen información que se remonta a los primeros 10 millones de años del Sistema Solar, Tomoki Nakamura, uno de científicos responsables de la misión Hayabusa, de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial, habló del envío de una sonda a una de las lunas de Marte para entender cómo se formó. Mencionó que este tipo de misiones permiten tener un mejor conocimiento sobre el Sistema Solar, “espero que esta misión se lleve a cabo mediante la cooperación de varios países incluyendo a México”, expresó.

Cabe señalar que los robots que se envíen al planeta rojo deben estar dotados de material que les proteja de las condiciones adversas, ya que tiene una atmósfera muy delgada, no tiene una capa de ozono que detenga la luz ultravioleta y del viento solar con protones de alta energía. El sitio de amartizaje tiene que ser un lugar suficientemente antiguo, pero con una superficie de estratos delgada que proteja a las rocas de interés de la radiación cósmica pues esta degrada el material y que sea estable ya que hay zonas con canales donde hay inundaciones con 1 000 veces más agua que en el Amazonas.

Luz Olivia Badillo y Fabiola Trelles.

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