Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/191/14
México, D.F., 04 de junio de 2014

• Se registraron seis avistamientos, la captura de un axolote y recolección de huevecillos en los canales de Xochimilco, pero de no tomarse medidas apropiadas e inmediatas para su protección, el riesgo de extinción está latente

La población de axolotes, ha disminuído en los últimos años. En 1998 el primer censo permitió una estimación de 6 mil por km² y en 2008 de solamente 100 ejemplares. En la imagen, huevecillos de Ambystoma mexicanum recolectados en la segunda parte del censo realizado en enero de 2014.
Foto: Cortesía de Armando Tovar.
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En enero de este año se realizó la segunda parte del censo de axolotes en canales de Xochimilco, Tláhuac y Milpa Alta, en esa ocasión arrojó mejores resultados en comparación con la primera parte del censo que se realizó exclusivamente en Xochimilco en el año 2013 en el que no se capturó ni un solo ejemplar y sólo hubo un avistamiento. En esta segunda parte sí hubo una captura, además de recolección de huevecillos y seis avistamientos, de acuerdo con Armando Tovar, coordinador de esta segunda exploración, quien es estudiante de posgrado en el Laboratorio de Restauración Ecológica (LRE) del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Esta segunda parte del censo se realizó en la zona patrimonial de Xochimilco que abarca a Tláhuac-Chalco, con cuatro lagos; y a Milpa Alta, aunque éste último se descartó pues los cuerpos de agua estaban secos. Dado que la mayor parte de canales se concentra en Xochimilco, con 185 kilómetros, el estudio se enfocó en esa zona.

“Trabajamos en 34 canales primarios por sus dimensiones, espacio y probabilidad de hallar al axolote. Se descartaron las zonas totalmente urbanizadas pues la salamandra no puede vivir en sitios donde cae directamente agua de drenaje o contiene residuos de fertilizantes y pesticidas, muy usados en invernaderos y siembra de monocultivos”, explicó Tovar.

Los investigadores del LRE y pobladores han trabajado en equipo para dar con el huidizo axolote. Por ejemplo, fueron contratados pescadores de esa delegación para lanzar en los canales primarios o acalotes las redes especiales llamadas atarrayas que ellos mismos diseñaron para capturar a los especímenes.

Armando Tovar dio a conocer algunos datos preliminares del proyecto: “se hicieron entre 40 y 60 lances con las atarrayas en cada canal. Los lanzamientos fueron por las mañanas, pues el axolote tiende a respirar o ‘boquear’ en la superficie emitiendo un sonido muy particular, que los pescadores reconocen; también hicimos algunos sondeos nocturnos y fue cuando capturamos un axolote en la pista olímpica de remo y canotaje, ahí mismo colectamos huevecillos. Adicionalmente hubo seis avistamientos en otros canales. Son resultados muy alentadores, nos indican que ahí están todavía estos anfibios”.

El estudio realizado por el LRE contempla la caracterización canal por canal de dos elementos adicionales: factores abióticos y bióticos. Los primeros son factores físico-químicos presentes en el agua por lo que se tomaron muestras para medir el pH, oxígeno, temperatura, presencia de amonio y nitratos, químicos que vienen de los agroquímicos y el drenaje.

En cuanto a los segundos, los bióticos, se recolectaron insectos, zooplancton, charales (Menidia jordani) y acociles (Cambarellus montezumae), dos especies nativas de Xochimilco, todos estos son muy importantes pues son el alimento de este anfibio. Tanto los factores bióticos como los abióticos se relacionan directamente con la presencia de la salamandra y son un indicativo del grado de conservación o degradación de los canales, señaló Tovar.

Todo se contará y formará parte de un informe final; asimismo, la información se volcará en un mapa geográfico que incluirá zonas catalogadas de la A a la E. “En la zona E están los asentamientos humanos irregulares y la A es la más conservada. Uno de los objetivos del proyecto es determinar los sitios primordiales para empezar un programa de restauración en serio. El objetivo es empezar por recuperar el 10% de los canales para crear refugios de axolotes”, comentó Tovar.

Los retos son controlar la sobrepoblación de tilapia en los canales primarios y secundarios, ya que es un pez introducido que bien puede comer plantas y animales nativos y es un depredador directo del axolote. El otro es convencer a la población de Xochimilco de recuperar la tradición chinampera para construir refugios de axolotes.

Las poblaciones de Ambystoma mexicanum, el nombre científico del axolote, han venido disminuyendo en los últimos años. En 1998 el primer censo arrojó una estimación de 6 mil ejemplares por km²; en 2003, de mil; y en 2008, de apenas 100. Falta calcular cuántos hay actualmente con el análisis detallado este último censo. El informe se entregará en junio a la autoridad de la Zona Patrimonial. Este descenso muestra que la especie se encuentra en peligro de desaparecer.

Aunque formalmente, explicó el biólogo Armando Tovar, para considerar extinto al axolote en su hábitat “se necesitan mínimo 15 años de no haber visto a un ejemplar, no haber capturado ninguno, ni tener avistamientos en los censos” y confirmar esta ausencia mediante entrevistas a los pescadores y remeros que confirmen que la especie no se ha visto en ese tiempo.

Luz Olivia Badillo