Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/43/08
México, D.F., viernes 18 de abril de 2008
“El mártir es un modelo canónico estable, inspirador y ejemplar, que funciona como adhesivo pasional (patriótico o religioso) en beneficio de la sobre vivencia de una comunidad, entre ellos la armenia”, indicó Carlos Antaramián Salas, doctor en antropología social por El Colegio de Michoacán.
En su tesis La representación del armenio en Diáspora. El espíritu del martirio en el 24 de abril, ganadora del Premio de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) a las mejores tesis de doctorado 2007, señaló que su interés fue mostrar que la figura del mártir es una de las claves de la cultura armenia, así como lo es en otras naciones.
En sus reflexiones, Antaramián Salas realizó una exhaustiva revisión histórica sobre el genocidio armenio por parte del imperio otomano, entre 1915 y 1917, y las repercusiones que tuvo entre los refugiados y sobrevivientes. Para ello, indagó entre los miembros de comunidades armenias en la Ciudad de México, Buenos Aires, Montevideo, París y Yerevan, capital de Armenia.
“Traté de presentar el día de conmemoración del genocidio –el 24 de abril, cuando se detuvo a unos 250 intelectuales armenios en Estambul– como un universo social a partir del cual se argumentó que el martirio es una construcción humana que vive un proceso de constante invención, y que es un elemento fundamental para mantener cohesionada a la comunidad armenia en los diversos espacios donde logró refugiarse”, explicó el especialista.
El genocidio cometido por el gobierno otomano se acompañó de la expulsión de cientos de miles de armenios de sus hogares, a quienes obligaron a marchar por varios kilómetros al desierto de lo que hoy es Siria, sin alimentos ni agua. En la travesía, murieron miles de personas y otras lograron refugiarse en diversas partes del mundo.
Antaramián Salas mencionó que los mártires son considerados figuras emblemáticas y la piedra angular de la desgracia padecida por un pueblo. “Cada época elabora su mártir, le imprime características especiales y lo utiliza de manera diferente; algunas de esas facetas se mantienen y le dan forma a la nueva figura”.
Afirmó que se acentúan los sentimientos que permiten la comunión con los miembros de otros grupos dispersos. Es la mejor representación posible para ayudar a la identificación entre ellos, especialmente cuando la causa por la que el mártir se sacrificó ha sido el motivo por el que la comunidad vive alejada de su patria ancestral y, por consiguiente, su vida transcurre en la diáspora.
La investigación afirma que la proclama de “los nuevos mártires armenios” sigue la construcción de la ejemplaridad a partir de una dramaturgia particular, según la cual el héroe o el santo, sea profano o sagrado, es al mismo tiempo un inocente, una “víctima”.
Cabe destacar que, al utilizar estrategias metodológicas innovadoras como la etnografía multisituada, el trabajo logró proveer un tema de análisis que no había sido trabajado en México, como lo es el genocidio armenio, considerado el primer genocidio sistemático moderno y el segundo mejor estudiado, después del Holocausto.
“El tema de los genocidios es un campo factible de investigación, al cual se le puede dedicar mayor tiempo y esfuerzo e inclusive una vida académica”, subrayó Antaramián Salas, quien refirió que el premio otorgado por la AMC significa que el trabajo y esfuerzo realizado durante la investigación doctoral tiene valor y le da a su creador la certeza de que valió la pena.
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