Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/073/16
Ciudad de México, 1 de abril de 2016

• Ingreso con la convicción de contribuir con todo mi esfuerzo al impulso de una cultura científica y humanista en nuestro país, particularmente entre aquellos que no han tenido acceso a ella: Alejandro Frank Hoeflich.

El doctor Alejandro Frank Hoeflich (con pergamino en mano) ingresó como nuevo miembro de El Colegio Nacional, durante la ceremonia realizada en el Aula Mayor de la institución. En la mesa de honor lo acompañaron Octavio Novaro, Enrique Graue, Ruy Pérez Tamayo y Pablo Rudomín.
Foto: AMC/Elizabeth Ruiz Jaimes.

Alejandro Frank Hoeflich ingresó ayer jueves como nuevo integrante de El Colegio Nacional y ofreció la conferencia “De lo elemental a lo complejo”, su discurso de ingreso fue contestado por el doctor en física atómica Octavio Novaro y después por el biólogo, fisiólogo y neurocientífico Pablo Rudomín. El maestro en física y doctor en física nuclear se convirtió en el miembro número 98 de esta institución fundada en 1943. El presidente en turno, el médico patólogo e inmunólogo Ruy Pérez Tamayo ofreció las palabras de bienvenida.

La ponencia de Frank Hoeflich, Premio Nacional de Ciencias y Artes y miembro de la Academia Mexicana de Ciencias, abordó la transición en la ciencia desde su perspectiva más elemental, la del átomo, hasta llegar a problemas complejos.

“Lo de elemental no se refiere a lo sencillo sino a los elementos que componen a nuestra naturaleza. La ciencia reduccionista exitosa ha logrado desentrañar en gran medida estos elementos”, señaló y agregó que la mecánica cuántica y la relatividad son la base misma de lo elemental, de la ciencia reduccionista elemental que ha guiado a la física en el último siglo. El hilo conductor de su plática sobre lo elementa fue la simetría, tanto en la naturaleza como en el arte.

Después pasó a los sistemas complejos, los que tienen que ver con la vida, con la naturaleza, con sistemas que intervienen con muchos componentes que interactúan entre sí. “Yo he transitado hacia allá”, dijo, para luego comentar sobre el Centro de Ciencias de la Complejidad (C3) de la UNAM -en Ciudad Universitaria-, que pretende ser, describió el científico, un lugar de encuentro para muy distintas disciplinas y para la discusión de ellas, absolutamente necesario para atacar los problemas de la sociedad.

“Desde hace una década he transitado hacia otra región de la ciencia que es el de los sistemas complejos. De cómo transité de lo elemental a lo complejo tiene que ver con mi paso por la dirección del Instituto de Ciencias Nucleares y de la oportunidad que vi de iniciar, junto con colegas muy cercanos, proyectos de vinculación”, reconoció el director del C3.

Agregó que los sistemas complejos vivos evolucionan y cada vez se vuelven más complejos, “porque la evolución nos hace sobrevivir en un ambiente cambiante”. Como ejemplo mencionó que “la complejidad está en todo el cuerpo, por eso estamos desarrollando una amplia colaboración con médicos para tratar de utilizar medidas de tiempo (del ritmo cardiaco), en particular del corazón, y otras de los órganos humanos para tratar de determinar el estado de salud o de patología que existe”.

Lo anterior tiene importancia porque se pueden clasificar los sistemas en general en el espacio y el tiempo, y su comportamiento en el espacio y el tiempo. En lo complejo no hay una sola escala dominante, hay múltiples escalas, si se afecta cualquiera de las escalas se afecta en cascada el sistema. Si no se analiza al sistema en su conjunto, que lleva a la multidisciplina, “no vamos a poder atacar a los problemas que nos afectan”.

Ejemplo de lo arriba señalado es el calentamiento global, el cual se sustenta con mediciones de temperatura que se han realizado en diferentes puntos de la Tierra entre 1880 y 2010, gracias a esas medidas se habla de un aumento en la temperatura entre 1.5 y 2 grados centígrados.

Mencionó que actualmente está involucrado en un trabajo próximo a publicarse: “Lo que hicimos mis colegas y yo fue tomar las señales década por década y analizamos su composición, para ver cómo estaban constituidas las frecuencias y lo que encontramos es que el forzamiento de la atmósfera por el CO2 y otros gases están haciendo que se pierda la autorregulación que tiene la Tierra. Esta es una medición que muestra que dentro de este contexto nuestro planeta parece comportarse como un ser vivo”.

Un ingreso que lo emociona y conmueve
Frank Hoeflich expresó que su ingreso a El Colegio Nacional lo hacía sentir sumamente emocionado por estar con sus nuevos colegas, acompañado por amigos y familia. “Me siento muy conmovido por esta enorme distinción y la razón es por quienes me han precedido, particularmente los físicos Marcos Moshinsky y Octavio Novaro”.

“Estoy seguro que sus inquietudes intelectuales se suscitarán en las actividades que realizará dentro de El Colegio y que sus conferencias continuarán siendo tan interesantes como la de ahora. Creo que además contribuirán a generar una visión más objetiva de nuestra interacción con el entorno en el que estamos inmersos y de los retos que tenemos que afrontar para que esta interacción sea más armoniosa”, sostuvo Rudomín, el primero en contestar la lectura del nuevo miembro.

Destacó que hay una necesidad de que la física se enfoque mayormente al análisis de problemas complejos evitando en lo posible sobre-simplificaciones alejadas de la realidad: “Ahora es más claro que tenemos que ir más allá de la visión reduccionista con la que usualmente abordamos el estudio de los fenómenos biológicos, que ciertamente fue útil en su momento, pero que hoy es insuficiente para lidiar con problemas de mayor complejidad”.

Dijo que el reto actual es cómo abordar estos problemas de forma multidisciplinaria utilizando nuevas técnicas y generando nuevos conceptos que nos permitan entender la estructura y funcionamiento de los sistemas complejos que abarcan problemas de salud, de comportamiento social, interacción con el medio ambiente.

“Conceptos que también nos permitan entender por qué nos estamos transformando en una sociedad más violenta y solipsista, en fin, que nos permita saber hasta dónde estamos y hacia dónde vamos, y si hay forma de cambiar lo que para muchos parece ser un destino inexorable”.

Sobre el C3, Pablo Rudomín opinó que sus deseos es que esta empresa no lleve a sus integrantes a construir una nueva torre de Babel donde cada uno hable su propio idioma. “Realmente espero permita gestar ideas e instrumentar las condiciones para que se tornen en acciones concretas que faciliten entender y convivir de manera armoniosa de nuestro entorno”.

Brillante alumno de Marcos Moshinsky
Por su parte, Octavio Novaro destacó que la presentación que hizo el nuevo miembro de El Colegio Nacional es algo muy cercano a lo que es el statu quo de la relación entre las ciencias exactas y las ciencias de la complejidad, lo que es en sí mismo valioso. “Yo también creo que ese es el verdadero camino de la ciencia del tercer milenio; creo que vamos a tener una verdadera revolución cuando las ciencias exactas y las de la vida acepten cambiar sus más importantes postulados”.

Dijo que en su opinión, Frank Hoeflich es el más brillante de los alumnos de Marcos Moshinsky por sus aportaciones a la ciencia e iniciativas como su Programa Pauta (se trata del programa adopta un talento que tiene como propósito dar oportunidades a niños y jóvenes de todo el país de acercarse a la ciencia y poder llevar a cabo estudios científicos profesionales), “eso me hace pensar que su ingreso es una enorme ganancia para el Colegio Nacional”.

Elizabeth Ruiz Jaimes.