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LAS OLIMPIADAS DE LA AMC CULTIVAN EL CONOCIMIENTO ENTRE JÓVENES MEXICANOS

Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/267/16
Ciudad de México, 11 de noviembre de 2016

  • Los coordinadores y sus respectivos comités nacionales, delegados estatales e instancias públicas y privadas han hecho posibles 25 años de Olimpiadas.
En la ceremonia conmemorativa del vigésimo quinto aniversario del Programa de Olimpiadas de la Academia Mexicana de Ciencias en El Colegio Nacional participaron los coordinadores: Alfredo Ávila, coordinador de 2012 a 2015 (historia); Carlos Bosch (matemáticas), María Cristina Revilla (biología), Mauricio Castro y Antonia Dosal (química).
En la ceremonia conmemorativa del vigésimo quinto aniversario del Programa de Olimpiadas de la Academia Mexicana de Ciencias en El Colegio Nacional participaron los coordinadores: Alfredo Ávila, coordinador de 2012 a 2015 (historia); Carlos Bosch (matemáticas), María Cristina Revilla (biología), Mauricio Castro y Antonia Dosal (química).
Foto: AMC/Elizabeth Ruiz Jaimes.
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El presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), Jaime Urrutia Fucugauchi, y el director fundador del programa Olimpiadas de la AMC, Mauricio Fortes Besprosvani, agradecieron la labor de los coordinadores de las Olimpiadas y de los delegados estatales, a quienes reconocieron por su entrega y generosidad, y por haber estimulado a generaciones de estudiantes a inclinarse por carreras profesionales, en especial, la dedicadas a la investigación en el campo científico.

En la ceremonia conmemorativa por los 25 años de las Olimpiadas de la Academia, realizada ayer jueves en El Colegio Nacional, los coordinadores dieron testimonio de lo que ha sido su experiencia al frente de este programa en sus respectivas áreas.

“Cuando iniciamos la Olimpiada Nacional de Química, en 1991, no imaginábamos que íbamos a tener tanto éxito”, dijo Mauricio Castro, coordinador nacional junto con Antonia Dosal de dicho certamen.

Mencionó que en el año en el que empezó este concurso uno de los objetivos era conseguir la invitación oficial para que México pudiera participar en la Olimpiada Internacional, “y en 1992 lo conseguimos y con esto se detonó la participación de otros países de Latinoamérica, tal fue el caso de Venezuela”.

Respecto a los logros que los estudiantes mexicanos han obtenido en el certamen internacional, destacó que más allá de las medallas, lo importante es la participación de los jóvenes, “y queremos que sean más, porque muchos de ellos que no lograron alguno de los primeros lugares en la Olimpiada Nacional fueron tocados por la experiencia y hoy ocupan un lugar en algún programa científico”.

México participó por primera vez en el exterior en la XXIV Olimpiada Internacional de Química” celebrada en Estados Unidos en 1992 y desde esa fecha los estudiantes mexicanos han obtenido 8 medallas de plata, 34 de bronce y 13 menciones honorificas.

Nuestro país ha participado en la Olimpiada Iberoamericana de Química desde 1995, celebrada ese año en Mendoza Argentina, desde entonces estudiantes mexicanos han logrado 21 preseas de oro, 38 de plata, 24 de bronce y una mención honorífica. La participación esa vez fue de ocho países, y en la última edición, este año, participaron 17 naciones.

El origen de esta competencia se dio cuando en 1994 estudiantes de Venezuela ya participaban en el certamen internacional, mientras que España y Argentina lo hacían como países observadores, fue entonces que surgió el proyecto de organizar una Olimpiada Iberoamericana de Química con el fin de fomentar el intercambio de experiencias de los países de la región para que se alcanzaran estándares internacionales en la enseñanza de la química, recordó por su parte María Antonia Dosal.

Cabe mencionar que México ha organizado tres Olimpiadas Iberoamericanas de Química: en 1996, 2003 y 2010.

Logros en Olimpiada de Biología
Desde 2001 María Cristina Revilla es responsable de conducir la Olimpiada de Biología, certamen que cumplió este año 25 años de existencia. Ayer, ante los invitados especiales, expresó: “Podré ser profesora e investigadora, pero de lo que siento más orgullo es ser la coordinadora nacional de la Olimpiada de Biología”.

Informó que los datos históricos de los estudiantes que han asistido a la Olimpiada Internacional de Biología indican haber logrado 1 medalla de oro, 3 de plata y 21 de bronce; mientras que en la Olimpiada Iberoamericana de Biología han obtenido 8 de oro, 12 de plata y 18 de bronce. “Son resultados muy importantes de los estudiantes a una edad donde la indecisión predomina”.

Revilla consideró que los objetivos explícitos e implícitos del concurso se cumplen, ya que se estimula la formación científica de los jóvenes, se identifica a aquellos con talento para incorporarse a carreras científicas, se les apoya en su desarrollo, se les brinda la oportunidad de conocer otros estados de la República, contribuyendo a su cultura general, y se fomenta el establecimiento de lazos de amistades que a veces perduran el resto de sus vidas.

Señaló como reto para este certamen lograr que participen todos los estados de la República, pues Colima y Nayarit no forman parte aún de la competencia.

Las matemáticas y el pensamiento lógico
El matemático Carlos Bosch Giral, quien en 1996 creó el Concurso de Primavera de Matemáticas –dirigido a menores de 15 años— y dos años después, la Competencia Cotorra de Matemáticas, orientada a niños menores de 12 años, subrayó que este esfuerzo obedece a que “no queremos que los niños entren a las matemáticas por la puerta memorística, la del aburrimiento, lo duro o lo incomprensible, queremos que entren por la maravillosa puerta de las matemáticas en donde hay que pensar y divertirse”.

Las matemáticas, dijo, son un mundo desde donde se contribuye a la formación del pensamiento lógico a través de la resolución de problemas, desde donde se promueve el desarrollo intelectual, en donde se privilegia la argumentación sobre lo dogmático; las matemáticas interesan por igual a niños privilegiados que a niños desfavorecidos, las matemáticas no dependen ni de la cultura, ni de religiones, ni de condiciones sociales de las familias.

Sin embargo, Bosch reconoció que desafortunadamente las matemáticas “no forman parte de nuestra cultura y que la mayoría de la gente cree que un matemático se dedica solo a hacer cuentas, y que las puede hacer rápido y bien, ¡nada más falso que eso!, porque nos indicaría que las matemáticas están ya terminadas y eso no es cierto, no están muertas”.

Y para demostrar lo contario, destacó que se publican más de 200 mil teoremas al año en revistas especializadas y quedan miles de preguntas abiertas, es decir, da cabida a miles de investigadores o pensadores “que quieran hacer un poquito de matemáticas”.

En ese sentido, expuso que la Competencia Cotorra convocó el año pasado a más de 500 mil niños, lo cual habla del éxito que tiene, y anunció que a partir de este año se pensó en llevar a cabo una final por equipos para que los mejores estudiantes participen en ella.

“Esta final será televisada el próximo domingo 13 de noviembre, es la primera edición del concurso que lleva por nombre ´Reto Infinito. La magi4 de los núm3ros´, que busca llegar a más familias mexicanas para que se involucren con las dinámicas de preguntas y entiendan de qué se tratan las matemáticas”.

La más novel de las Olimpiadas de la AMC
A diez años de la creación de la Olimpiada Mexicana de Historia (OMH), y a nombre de la coordinación nacional, Alfredo Ávila Rueda compartió a los presentes su experiencia en el concurso, el cual se divide en las etapas local, estatal, nacional y la gran final televisada. Indicó que este certamen es un buen indicador de cómo está la educación media básica en México.

“Los jóvenes saben muy bien la historia prehispánica, el siglo XIX mexicano, pero la historia colonial —que es tan importante para nosotros— es una edad oscura a la que casi nadie le pone atención; el siglo XX es la Revolución y termina con Lázaro Cárdenas. Tenemos indicadores que nos son muy útiles no solo para mejorar la OMH, sino para nuestro desarrollo profesional”.

Para Ávila el reconocimiento más valioso y gratificante de formar parte del comité organizador es el social, con la familia, amigos y alumnos, pero sobre todo, saber que cada año la participación de estudiantes va en incremento. Hace diez años se inscribieron 50 000 estudiantes y en este 2016 fueron poco más de 180 000. “Nos interesa mucho que sigan participando y no porque queramos que todos sean historiadores, sino porque nos interesa formar personas críticas que sepan pensar históricamente”.

Esta competencia fue ideada y creada por Soledad Loaeza, que la coordinó en sus primeros cinco años, después esta responsabilidad recayó en los siguientes cuatro años en Alfredo Ávila, y a partir del presente año Valeria Sánchez Michel es la nueva coordinadora.

Redacción AMC.

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