Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/89/08
México, D. F., 12 de septiembre de 2008

• De la disponibilidad y manejo de este recurso dependerá el desarrollo sustentable en nuestro país: expertos
• En México existen hoy más de 100 acuíferos sobrexplotados
• Falta de información, monopolios, disminución en cantidad y calidad por efecto del cambio climático y la relación agua-pobreza, los principales temas de la Agenda del Agua: Blanca Jiménez Cisneros

Blanca Jiménez Cisneros, coordinadora de la Red del Agua de la Academia Mexicana de Ciencias e investigadora del Instituto de Ingeniería de la UNAM.
Foto: AMC
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Ante la compleja problemática del agua en México, es importante buscar y aportar nuevos enfoques y soluciones que vayan más allá de los aspectos únicamente técnicos, afirmó Blanca Jiménez Cisneros, coordinadora de la Red del Agua de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) e investigadora del Instituto de Ingeniería de la UNAM (IIUNAM).

Señaló que para los especialistas de todas disciplinas que conforman esta Red, el problema del agua en el momento actual es de tal relevancia que es posible afirmar que la disponibilidad y manejo de este recurso, fijarán los márgenes del desarrollo sustentable en nuestro país.

Uno de los principales logros de la Red del Agua de la AMC, creada en el 2002, es la conformación de la Agenda del Agua, en la que destacan temas como la falta de información actualizada sobre el tema del agua; la tendencia a la formación de monopolios; la disminución de la calidad; los cambios en la cantidad y calidad del agua por efecto del cambio climático, así como la relación agua-pobreza, apuntó la investigadora.

En esta agenda, recalcó Blanca Jiménez, se hace énfasis en recordar los puntos en el tema del agua que están olvidados, ya sea por falta de tiempo, por falta de presupuesto, por falta de presión política, por falta de interés o porque ni siquiera se han vislumbrado.

Otro de los resultados del trabajo desarrollado por este grupo de expertos es la publicación del libro “El Agua en México vista desde la Academia”, en el que participaron más de 40 especialistas de los sectores académicos, gubernamental e industrial, así como de diversas empresas y consultores privados.

La publicación puntualiza que de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua, existen 653 acuíferos en nuestro país. En 1975, 35 acuíferos eran sobrexplotados (es decir, se extraía más agua de la que se recargaba). Para el 2002, eran más de 100 acuíferos sobrexplotados. “De la calidad del agua subterránea poco se sabe, a pesar de que constituye la fuente de abastecimiento para 75 millones de mexicanos”, agrega.

La Red del Agua destaca asimismo que si bien el 88 por ciento de la población recibe agua potable o entubada y 76 por ciento cuenta con alcantarillado, aún hay más de 13 millones de mexicanos sin servicio en sus casas y casi 30 millones sin drenaje, la mayor parte en zonas de pobreza rural o urbana.

En términos de disponibilidad, los expertos encontraron que cada habitante cuenta con un poco más de 4 mil 500 metros cúbicos por año, aun cuando 30 por ciento de la población se encuentra en zonas con disponibilidad per capita menor a la considerada como de estrés hídrico (mil 700 metros cúbicos por año).

En cuanto al uso, anotan que el 78 por ciento del agua se emplea para agricultura, 11.5 por ciento para fines públicos urbanos, 8.5 por ciento para la industria y 2 por ciento para fines pecuarios y la acuacultura.

Por otra parte, y haciendo referencia a datos de la SEMARNAT, destacan que la calidad del agua superficial –que es la única que se mide sistemáticamente-, indica que 66 por ciento es excelente o aceptable, mientras que el resto requiere tratamiento o se encuentra severamente contaminada.

Nuevos contaminantes

Actualmente, Blanca Jiménez Cisneros desarrolla en el IIUNAM un estudio sobre los llamados contaminantes emergentes, que antes no se detectaban y se desconocían sus efectos, pero que ahora se empiezan a encontrar en el agua y es necesario tratarlos, pues se han encontrado efectos nocivos tanto en peces como en pequeños mamíferos.

Estos contaminantes emergentes son también marcadores que indican que el agua ya ha sido utilizada. Entre ellos, se encuentran compuestos farmacéuticos como las hormonas, el naproxeno y al acidosalicílico.

La investigadora explicó que dichos compuestos son muy difíciles de detectar y tratar, ya que se encuentran en concentraciones de nanomicrogramos. “Muchos de los tratamientos médicos tienen sustancias que alteran o interrumpen la función endócrina y los consumimos, los tiramos y van al agua. Entre sus efectos, se ha encontrado que, por ejemplo, feminizan a los peces machos”, añadió.

Una de las líneas de investigación de Blanca Jiménez consiste en analizar el contenido de estos compuestos contaminantes en el agua de diferentes puntos del Valle de México. Este proyecto se encuentra articulado con otro que busca nuevas técnicas para remover estos contaminantes mediante el uso de membranas.

Acceso al agua en las zonas periurbanas

Miembro también de la Red del Agua, la doctora María Luisa Torregrosa y Armentia, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), llevó a cabo un estudio sobre gestión y cultura del agua, en colaboración con la Universidad de Londres

Este proyecto es un estudio comparativo entre la India, Egipto, México y Venezuela. “La idea era ver como se dan las formas de acceso al agua en esta interfase periurbana, que ni es rural ni es urbana, pero que aún mantiene características de ambas situaciones tanto de lo rural como de lo urbano” señaló la especialista.

Entre los resultados del estudio, que en México se llevó a cabo en los pueblos de San Salvador Cuauhtenco y San Bartolomé Xicomulco, en Milpa Alta, se encontró que de forma paralela a la red formal de acceso al agua, existe una gran red de negocios informales de abasto de agua, entre los cuales se halla el abasto mediante pipas no autorizadas y la venta de garrafones no regulados. Esta misma distinción entre un acceso formal e informal, privado y público, se encontró en las otras ciudades incluidas en el estudio.

Usos del Agua en los siglos pasados

Las investigaciones Luis Aboites, investigador de El Colegio de México, documentan cómo a partir de 1880 en México y en todo el mundo se vive una revolución en torno al agua, principalmente por la construcción de las hidroeléctricas, los proyectos de gran irrigación, y el desarrollo de nuevos diseños de presas por el avance en el uso de concretos y de acero en la construcción.

El aumento geométrico en los volúmenes de aprovechamiento de agua, como consecuencia de los avances antes mencionados, hizo necesario que el Gobierno Federal interviniera en el manejo del agua y se crearan los llamados organismos de cuenca, indicó el también miembro de la AMC.

“Mis investigaciones nos dicen que el agua debe de ser un asunto de gobierno, que las autoridades federales deben fortalecerse muchísimo. Cuando mejor se usó el agua en México, era cuando había una autoridad federal fuerte” resaltó.

En relación con la tecnología el experto opina que, hasta ahora, “ha sido más eficiente para explotar más la naturaleza que para cuidarla” y propone “impulsar la investigación básica en México para darle un giro y pensar en una tecnología que fuera más benéfica, más benévola, y que sea más democrática”.