Por José Franco

Foto: AMC

Por sexta ocasión L’Oréal México, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura y la Academia Mexicana de Ciencias se reúnen para distinguir a 5 jóvenes investigadoras que han destacado en las ciencias y la tecnología en el país. Este magnífico programa de apoyo a la investigación es una clara muestra del compromiso de nuestras instituciones con el desarrollo de México.
Toda nuestra vida está permeada por los avances de la ciencia y la tecnología, que se ha vuelto fundamental para mejorar la calidad socioeconómica y ambiental de todo el mundo. En este sentido, incrementar la participación de las mujeres y reconocer su contribución a las actividades científico-tecnológicas, constituye una prioridad.

Sabemos bien que las mujeres han enfrentado muchas dificultades para ser incluidas en los diferentes campos de la actividad académica.
A pesar de las crecientes aportaciones de las mujeres en el desarrollo de los diferentes campos del quehacer científico, las oportunidades no son equitativas.

Una de las tareas a nivel internacional que encabezan las Academias de Ciencias del mundo, ha sido la de comprometerse a impulsar medidas para la inclusión femenina, tanto en las propias Academias como en los distintos ámbitos de gobierno relacionados con el diseño de estrategias y con el desarrollo de la ciencia y la tecnología. Es justamente aquí donde las Academias desempeñan un papel importante, ya que lo hacen en representación de los expertos en ciencia, tecnología, humanidades y ciencias sociales, y que deseamos ver mejorías en este campo.

Dado que el número de hombres y de mujeres es prácticamente el mismo en el planeta, y teniendo en cuenta que la aptitud y capacidad de desarrollo del conocimiento científico es igual para unas y otros, no tiene sentido aceptar sólo los casos excepcionales como lo mejor que se puede obtener, cual si se tratara de una concesión para las mujeres. Por el contrario, su inclusión con igualdad de derechos y oportunidades en las tareas del desarrollo científico y tecnológico es el único camino aceptable.

La convocatoria correspondiente al año 2012, como dije, constituyó la sexta emisión de las Becas para las Mujeres en la Ciencia L’Oréal-UNESCO-AMC.

En esta ocasión, recibimos 57 solicitudes de investigadoras mexicanas menores de 40 años (como lo establece la convocatoria), de más de 25 instituciones académicas y de 16 diferentes estados de la República. Todas las concursantes presentaron proyectos de gran calidad, que dan muestra de su talento y compromiso con la ciencia y la tecnología, y de su capacidad de generación de conocimientos.

La Comisión de Premios de la AMC, con profundo rigor académico, resolvió otorgar las becas a cinco excelentes científicas:

• Isabel Alicia Hubard Escalera del Instituto de Matemáticas de la UNAM
• Erika Bustos Bustos del Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico en Electroquímica (en Querétaro)
• Ana Elena Escalante Hernández del Instituto de Ecología de la UNAM
• Citlali Trueta Segovia del Departamento de Neurofisiología, Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñíz
y
• Carolina Guzmán Arriaga de la Unidad de Medicina Experimental del Hospital General de México

A todas ustedes, distinguidas investigadoras, mi más sincero reconocimiento.

Para concluir quiero agradecer a L’Oréal-México y a su director general el Sr. Burei, así como al Emb. Chacón, secretario general de la Comisión Mexicana de Cooperación con la UNESCO, todo su apoyo y colaboración en este programa. Asimismo, agradezco a la Comisión de Premios de la AMC por su riguroso trabajo de evaluación en el proceso de selección de las ganadoras.

Felicidades a todas.

Mensaje del Presidente de la Academia Mexicana de Ciencias en la ceremonia de entrega de las Becas 2012 para las Mujeres en la Ciencia L’Oréal-UNESCO-AMC