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Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/226/11
México, D.F., 15 de noviembre de 2011

• Susana López Charreton, la quinta mujer mexicana galardonada con el Premio L´Oréal-Unesco en Latinoamérica
• Todas las premiadas miembros de la AMC

La doctora Susana López Charreton fue escogida como ganadora del Premio L´Oréal-Unesco “For Women in Science 2012”.
Foto: Tomada del Instituto de Biotecnología, UNAM.

La doctora Susana López Charreton fue escogida como ganadora del Premio L´Oréal-Unesco “For Women in Science 2012”, por un jurado internacional independiente presidido por el Profesor Günter Blobel, Premio Nobel de Medicina 1999.

En la región Latinoamérica, López Charreton es la quinta mexicana premiada con este galardón. Su trabajo de investigación resultó seleccionado por haber identificado el modo de acción de los rotavirus, responsables cada año del fallecimiento de 600 mil niños, convirtiéndose así en la quinta mexicana en conquistar este reconocimiento internacional.

Este Premio L´Oréal-Unesco antes lo obtuvieron la astrónoma Silvia Torres Castilleja (2011) y las biólogas Alejandra Bravo de la Parra (2010), Esther Orozco Orozco (2006) y Ana María López Colome (2002), todas miembros de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).

La especialista en genética del desarrollo y fisiología molecular, adscrita al Instituto de Biotecnología de la UNAM, es una de las cinco galardonadas por la catorceava edición del Premio L´Oréal-Unesco, una mexicana que dice nació para ser investigadora.

“Desde niña me gustaba investigar, me gustaba cazar lagartijas y abrirlas y ver cómo estaban hechas, lo tenía dentro sin saber qué era la investigación”, asegura.

López Charreton, la científica que hace que el país repita por tercer año consecutivo el Premio L´Oréal-Unesco y que se coloque a la par de Brasil, con cinco conquistas a este galardón, creado en 1998 exclusivamente para reconocer y apoyar a científicas por hacer avanzar la ciencia con su trabajo, afirma que desde los cinco años se interesaba por los insectos.

Con una visión clara de lo que quería estudiar, se decidió por la Investigación Biomédica Básica, la cual la acompañó en la licenciatura, la maestría y el doctorado, siendo los rotavirus el centro de su investigación.

“Este Premio hace visible la investigación y –con esto esperamos- convencer a la industria… particularmente de nuestros países para que inviertan en investigación… el gobierno da poco. Sería muy interesante que la industria y las empresas particulares pusieran recursos para la investigación, que es cara, pero que resulta en muchísima ganancia”, señala.

Con respecto a las diferencias de género dentro de los grupos de investigación, López Charreton asegura “cada quien habla como le va en la feria, yo creo que es muchísimo más fácil refugiarse en el decir no me dejan…Somos individuos, hombres y mujeres por igual, en el campo de la investigación somos igualmente buenos”.

Por eso ella manda un mensaje a las nuevas generaciones de mujeres investigadoras: “Claro que se puede, hay que trabajar durísimo, la investigación es una carrera hermosísima para quien le gusta. Uno vive enamorado de esta profesión…no hay nada fácil en la vida, por eso hay que ser cuidadosos de no refugiarse en ideas de que porque somos minoría no podemos”.

La autora del capítulo “Biología del virus de influenza” en 2010, en el libro La epidemia de influenza A/H1N1 en México, indica que ella y su equipo de trabajo van avanzando, aprendiendo métodos y técnicas nuevas y que “es muy estimulante trabajar en investigación”.

Lo que realmente me gusta es hacer experimentos con las manos, sostiene López Charreton, la investigadora que habla sobre los 30 años de investigación dedicada a los rotavirus: “es un equipo grandísimo, trabajo con el doctor Carlos Arias en la biología molecular de este virus”.

Nos interesa, explica, cómo este virus es capaz de dominar a la célula a la que infecta. Los rotavirus requieren de células para multiplicarse pero para hacer eso las células cuando son infectadas por un virus se defienden y lo que a nosotros nos interesa saber es cómo este virus reconoce a las células a las que infecta y cómo las engaña para poder aplicarse sin que las células contraataquen.

A la científica le gusta toda la música, aunque prefiere la clásica para trabajar, también escucha música moderna, la que sus hijos de 25 y 22 años respectivamente se encargan de poner en casa. “Los investigadores tenemos una vida normal, yo hago pilates tres veces a la semana y quizá la diferencia con otros trabajos es que no dejamos de estudiar y descubrir cosas”.

Me siento muy contenta con lo que hago y lo seguiré haciendo mientras tenga fuerzas y un equipo tan bueno como el que tengo ahora, creo que puedo seguir haciendo investigación por mucho tiempo, concluye López Charreton, la que dice de broma que su sueño es poner un restaurante, a la que le gusta cocinar entradas, la que prueba su habilidad con nuevas recetas en sus tiempos libres, la misma que es ganadora del Premio L´Oréal-Unesco 2012.