Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/07/08
México, D.F., martes 22 de enero de 2008

• Ericel Hernández, ex olímpico y ganador de una medalla de bronce en la Olimpiada Internacional de Biología de Bielorrusia, en 2003, apoya a concursantes para obtener mejores resultados
• Es un ejemplo del estímulo por la ciencia que impulsa con esta olimpiada la AMC, pues estudiará genética y se dedicará a la investigación

Ericel Hernández, ex olímpico y ganador de una medalla de bronce en la Olimpiada Internacional de Biología de Bielorrusia, en 2003, apoya a concursantes para obtener mejores resultados.
Foto: Naixieli Castillo García/AMC
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Ericel Hernández García, originario de Oaxaca, tiene ya camino andado en los certámenes de biología organizados por la Academia Mexicana de Ciencias (AMC): participó en la XII Olimpiada Nacional de Biología, en Cuernavaca, en 2002; también en la XIII Olimpiada Nacional de 2003, realizada en Monterrey, y ese mismo año acudió a la XIV Olimpiada Internacional de Biología, celebrada en Bielorrusia, donde obtuvo para México una medalla de bronce.

También ganó una beca del Verano de la Investigación Científica de la AMC y estuvo trabajando en el departamento de Genética del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN.

Siempre tuvo la ilusión de poder ayudar a las generaciones futuras que participan en la Olimpiada Nacional de Biología, por ello, en esta XVII Olimpiada, Ericel colabora en la organización del certamen en su estado natal y es asesor de la delegación oaxaqueña que en estos días compite en Guadalajara, Jalisco.

“En la olimpiada estatal del 2005, les di asesorías en genética a los seleccionados de Oaxaca, y en el 2006 también di asesorías en bioestadística. En la Olimpiada Nacional de Biología de 2006, que se realizó en Oaxaca, de los seis participantes de nuestra delegación cinco obtuvieron medallas de oro y uno de bronce”, dice con orgullo.

Lo curioso es que en un principio al joven asesor de la delegación oaxaqueña ni siquiera le gustaba la biología sino las matemáticas; fue hasta que lo invitaron a participar en la olimpiada cuando empezó su gusto por ella y después de su estancia de Verano en el Cinvestav, quedó abiertamente enamorado de esta especialidad.

Hoy la ciencia es su pasión y muestra de ello es que su proyecto de tesis de licenciatura la está dedicando a la brucelosis en bovinos, que afecta a buena parte del ganado en su estado natal.
“La idea de mi proyecto es que se de a conocer la técnica del PCR en tiempo real para que se instale como un mejor método de diagnóstico de la enfermedad, y así poder desarrollar mejores métodos para erradicarla”, menciona.

La técnica de PCR (reacción en cadena de la polimerasa) es un método sencillo, que requiere de un solo paso y que es más preciso que las técnicas de diagnóstico usados por la Norma Oficial Mexicana. “Mi proyecto de tesis busca demostrar eso”, sostiene.

Ya ha tenido buenos resultados como entrenador de la delegación oaxaqueña que participa en las Olimpiadas de Biología, pero ahora el siguiente objetivo de este joven ex olímpico es obtener una beca para estudiar una maestría en biomedicina molecular en el Cinvestav-IPN.

Esto es un ejemplo que demuestra que la Olimpiadas de la Ciencia de la AMC son una buena forma de incentivar en los niños, niñas y jóvenes mexicanos el gusto por las ciencias.