Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/062/14
México, D.F., 21 de febrero de 2014

• Gracias a iniciativas como ésta la juventud en Coahuila podrá tener mayores capacidades para enfrentar el futuro, pues podrá acercarse a un conocimiento científico de primera: José Franco
• Con el nuevo instrumento de observación se supera en 50% a los tradicionales, asegura el director del nuevo centro de difusión científica, Eduardo Hernández

Las instalaciones inauguradas anoche en Torreón, Coahuila, requirieron de una inversión de 32 millones de pesos.
Foto: AMC.
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Un nuevo esfuerzo de divulgación científica a nivel nacional se concretó anoche, luego de la inauguración oficial en Torreón, Coahuila, del Planetarium, construcción que alberga uno de los telescopios digitales más modernos del país y el primero de sus dimensiones abierto al público.

Dentro de las 18 hectáreas que comprende el Bosque Urbano de Torreón, en funcionamiento desde mayo del año pasado, se edificó el planetario con una inversión total de 32 millones de pesos.

Entre sus principales instalaciones están un domo digital que utiliza un sistema de proyección de calidad mundial -el tercero en el país, los otros dos se encuentran en Papalote Museo del Niño, y en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas-, además de un observatorio en cuyo interior se instaló el telescopio de una tonelada de peso, 20 pulgadas de diámetro con una sensibilidad a la luz 16 mil veces más potente que el ojo humano; además de un museo interactivo.

“Para pasar de ser un país que ha estado rezagado durante mucho tiempo en casi todos los indicadores de competitividad y convertirnos en una sociedad del conocimiento –como lo desean el gobierno federal y la sociedad mexicana–,es fundamental que el conocimiento sea transmitido no únicamente en la escuela sino en todos los frentes posibles”, dijo José Franco, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias, invitado a la inauguración oficial del Planetarium.

Expresó que las escuelas son lugares maravillosos para aprender, “pero también fuera de ellas hay una serie de elementos importantes como un museo, un planetario, un acuario, por ejemplo, que son lugares extraordinarios para hacerse de conocimiento. Estar en la inauguración de un planetario como el de Torreón, el primero en todo el estado de Coahuila, el más moderno que hay en el norte del país y en todo México, es muy significativo”.

José Franco, quien también es director general de Divulgación de la Ciencia de la Universidad Nacional Autónoma de México, llamó a reconocer y apreciar la importancia del acto realizado anoche, pues consideró que contar y recrear edificios como el que se estaba inaugurando requería de un gran esfuerzo.

“Es importante hacer un reconocimiento a la sociedad civil, ya que aportó más del 80% del presupuesto requerido y solo el 18% provino de fondos públicos, en particular del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), que aportó en la última milla, el pilón de dinero para terminarlo. Un planetario de estas dimensiones, insisto, no es fácil de hacer”.

Apoya Conacyt la comunicación de la ciencia

Jesús Mendoza, subdirector de radio y televisión del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, mencionó que el organismo se ha comprometido a apoyar proyectos de comunicación de la ciencia y que el planetario de Torreón se presentó como una buena oportunidad para colaborar en ese sentido. “En Conacyt no solo estamos satisfechos sino muy emocionados pues la nueva obra, compleja por cierto, está concluida. Es un edifico que tiene en su interior una de las tecnologías más desarrolladas en el mundo”.

La directora estatal de cultura, Sofía Camil, integrante del grupo de personalidades responsable de inaugurar la instalación, expuso que este nuevo espacio dedicado a la ciencia aportará mucho a los niños y jóvenes, quienes tendrán un conocimiento complementario de lo que ven en las aulas de clase, pero lo harán de forma diferente, más lúdica, pues lo que se busca es transmitir experiencias significativas a los asistentes.

Por su parte, el alcalde de la ciudad de Torreón, Miguel Ángel Riquelme, confesó sentirse “desesperado” pues ansiaba inaugurar el planetario.

“Gracias a quienes han hecho un gran esfuerzo para que hoy culmine uno de los mejores proyectos que tienen nuestro municipio para 2014. (…) Sé lo que significa para nuestro municipio y como detonante de asistencia para el Bosque Urbano, ícono y referente de nuestra ciudad; estoy seguro que el planetario le dará el plus que requerían estas instalaciones. Hoy se da una gran contribución a la ciencia y la tecnología con este observatorio”.

En México existe real interés por la astronomía

El director del Planetarium y socio fundador de Planetario Torreón AC, Eduardo Hernández Carrillo, quien junto con Carmen González, son los responsable de la ejecución del proyecto, resaltó la unión de voluntades de todos los participantes y patrocinadores –voluntarios y astrónomos aficionados de La Laguna– para la conclusión de la obra tras cinco años de trabajo.

En México, indicó, existe una veintena de observatorios astronómicos que tienen telescopios tradicionales, de 16 pulgadas de diámetro con un costo aproximado de 20 mil dólares, además hay telescopios de aficionados que en México se venden 10 mil al año, lo que indica, en su opinión, un interés por la astronomía.

“Todos los telescopios anteriores ya los brincamos, tenemos un instrumento más profesional, de medio metro de diámetro, capta 16 mil veces más la luz de lo que hace el ojo humano; es decir 50% más de luz, lo que nos permite ver detalles por la noche, y para el día instalamos dos telescopios solares que son los mejores en la línea producción que facilita ver las prominencias del sol, el intercambio de calor en la superficie, las erupciones, etcétera; todo eso genera interés en los muchachos lo que lleva a un acercamiento o una apropiación de la ciencia”.

El director del Planetarium informó que el costo anual de operación y mantenimiento del edificio será de 3.5 millones, por lo que espera contar con el apoyo gubernamental y que como cualquier museo deberá tener un costo para que la gente lo valore.

Fabiola Trelles Ramírez