Academia Mexicana de Ciencias
Boletí­n AMC/65/07
México, D.F., lunes 15 de octubre de 2007

• El certamen organizado por primera ocasión recibe a estudiantes representantes de Argentina, Brasil, España, Perú y México
• Juan Pedro Laclette convoca a jóvenes interesados en esta disciplina para que cuiden el medio ambiente y la biodiversidad del planeta

Juan Pedro Laclette, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), al inaugurar la I Olimpiada Iberoamericana de Biologí­a (OIAB).
Foto: Naixieli Castillo/AMC

Necesitamos más biólogos que cuiden el planeta, porque requerimos de destacados cientí­ficos que encuentren los argumentos para que la sociedad tenga más cuidado del medio ambiente, expresó Juan Pedro Laclette, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), al inaugurar la I Olimpiada Iberoamericana de Biologí­a (OIAB).
 
Señaló que el siglo XXI corresponde a la biologí­a, esto se ve reflejado en que área de la genética, donde cada 18 meses se duplica la información disponible, también las metodologí­as evolucionan. “Ahora lo que es una tesis de licenciatura, hace 15 años, se consideraba de doctorado, lo que demuestra que el conocimiento avanza”, afirmó.
 
La importancia del certamen iberoamericano radica en convocar a jóvenes interesados en esta disciplina, aunque reconoció que se debe convencer a los paí­ses restantes de Iberoamérica para que se sumen a este esfuerzo.
 
Laclette, ex titular del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), destacó que los paí­ses presentes (Argentina, Brasil, España, Perú, Bolivia y México- suman en conjunto la mayor biodiversidad del planeta.
 
Por su parte, Ramón Peralta y Fabi, director de la Facultad de Ciencias de la UNAM, subrayó que las olimpiadas de la ciencia contribuyen a la educación y al conocimiento. “Si nuestros paí­ses tienen alguna salida, ésta no se encuentra en inversiones económicas, sino en que nuestros pueblos se cultiven y tengan una mejor educación, de lo contrario nos quedaremos estancados, y la injusticia, la inequidad y la mala distribución de la riqueza, prevalecerán”, dijo.
 
Agregó que cuando un joven participa en un certamen de esta naturaleza, primero aprende y después lo difunde entre sus compañeros y ojalá llegue a todos los estratos de la sociedad.

El titular de la facultad, donde mañana se realizará el examen teórico de la competencia internacional, motivó a los 15 participantes a compartir, animarse y compartir sus inquietudes. Indicó que la biologí­a le da coherencia al conocimiento de los seres vivos a través de la teorí­a de la evolución.
 
Durante la inauguración cada una de las delegaciones desfiló ataviada con trajes tí­picos y mostrando su respectiva bandera nacional y se contó la participación del Taller Libre Universitario de la Facultad de Quí­mica, quienes presentaron bailes purépechas.

El nacimiento de una olimpiada
Durante la ceremonia Inaugural, Cristina Revilla, presidenta del jurado de esta competencia, relató brevemente la historia de la I Olimpiada Iberoamericana de Biologí­a, como un esfuerzo conjunto por parte de los paí­ses participantes que tiene como objetivos estimular en los jóvenes iberoamericanos el conocimiento biológico; contribuir al desarrollo de sus capacidades y promover el surgimiento de nuevos cientí­ficos que tanta falta hacen a nuestros paí­ses latinoamericanos.

La historia de participación de los paí­ses de Iberoamérica en competencias internacionales de biologí­a con excepción de Argentina y México es reciente, en parte por la falta de recursos destinados a estos eventos académicos.

En 1995 cuando Argentina participa por primera vez como observador en Bangkok, Tailandia, se incorpora al año siguiente como competidor. Por su parte, México se incorpora como observador en 1998 y enví­a a su primera selección en 1999 a competir en Uppsala, Suecia.

En 2006 se organiza la primera olimpiada internacional en nuestro continente, en Argentina. Es precisamente ahí­, donde se concreta la idea de organizar las olimpiadas iberoamericanas de biologí­a y donde México tiene la fortuna de ser electo como sede de la primera olimpiada.

Es hasta este año en la olimpiada internacional Canadá es donde se concreta la idea de organizarla este mismo año aún con la ausencia de Perú y Bolivia, ahí­ se formaliza la reunión en México en octubre de este mismo año.

¡Hemos dado el primer paso que es sin duda el más difí­cil y juntos trabajaremos para que cada dí­a seamos mas y mejores. Los paí­ses que hoy estamos participando pasaremos a las olimpiadas como los pioneros y tendremos un gran compromiso, el de continuarlas y el de fortalecerlas!, expreso Revilla, también organizadora de la Olimpiada Nacional de Biologí­a.

En los dí­as siguientes los estudiantes presentarán exámenes con un alto grado de dificultad, sin embargo la organizadora les pidió recordar que no compiten con los otros paí­ses porque somos naciones amigas, mas bien compiten por demostrar sus conocimientos en el área de biologí­a.