Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/126/17
Huasca de Ocampo, Hidalgo., 17 de junio de 2017

• Un total de 95 estudiantes de nueve estados del país concursarán en esta etapa nacional y durante el certamen aprenderán que la literatura puede ser una fuente de estudio para la historia. Además, sabrán de la importancia de trabajar en equipo en cualquier disciplina.

Un total de 95 alumnos procedentes de nueve estados del país participan, del 16 al 19 de junio, en la etapa nacional de la 11ª Olimpiada Mexicana de Historia, de la Academia Mexicana de Ciencias, en Huasca de Ocampo, Hidalgo. En la primera fase eliminatoria intervinieron más de 122 mil alumnos menores de 17 años.
Foto: AMC/Luz Olivia Badillo.
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El municipio de Huasca de Ocampo, Hidalgo, es sede por segunda ocasión consecutiva de la Olimpiada Mexicana de Historia (OMH), certamen organizado por la Academia Mexicana de Ciencias y Fundación Televisa, y en el que los estudiantes que concursan, menores de 17 años, ponen a prueba sus conocimientos sobre la historia de México en los periodos que van desde la época prehispánica hasta el siglo XX.

La OMH arrancó hoy con la participación de 95 alumnos — 46 mujeres y 49 hombres— y concluirá el próximo lunes19 de junio. Los estudiantes provienen de nueve estados: Baja California, Coahuila, Ciudad de México, Hidalgo, Estado de México, Oaxaca, Puebla, Sinaloa y Zacatecas. En la primera etapa, la local, se inscribieron 122 mil adolescentes, y luego de las siguientes fases eliminatorias se eligieron a los alumnos con las mejores evaluaciones para participar en esta etapa nacional.

Hoy antes iniciar con los exámenes escritos, Alfredo Ávila Rueda, investigador del Instituto de Investigaciones Históricas (IIH) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), platicó con los jóvenes sobre su experiencia como especialista en la historia del siglo XIX, de por qué se decidió por esa disciplina y les introdujo en torno a la estrecha relación que hay entre la historia y la literatura, pues a partir de ahí, las siguientes dinámicas académicas de la OMH se diseñaron con el fin de mostrarles que se pueden hacer análisis críticos sobre un hecho histórico a partir de fragmentos de cuentos, novelas, poesía.

A diferencia del año pasado, en el que se abordó la historia de la localidad a la que pertenecía cada uno de los participantes y del sitio que dotaba de identidad su historia como comunidad, esta vez se hizo énfasis en la literatura como fuente primaria para la historia. El temario abarca desde la época prehispánica, virreinal, y los siglos XIX y XX.

“Estas conversaciones tienen la intención de brindarles a los jóvenes una expectativa sobre lo que implica el trabajo del historiador”, indicó Valeria Sánchez Michel, coordinadora nacional de la OMH.

La tarde de este sábado, Silvia Gutiérrez de la Torre, quien se desempeña en la biblioteca Daniel Cosío Villegas de El Colegio de México (Colmex) dio la plática “Historia en línea, cómo ser un buscador experto”, en la que proporcionó a los estudiantes un panorama sobre cómo pueden utilizar la tecnología para hacer sus investigaciones históricas y encontrar información de calidad en internet.

Este domingo se repetirá la dinámica y será Sánchez Michel quien platique a los estudiantes sobre su vocación por la historia y por qué es una de sus más grandes pasiones, así como de sus temas de investigación: educación, enseñanza de la historia, la construcción de Ciudad Universitaria y el tiempo y espacio como herramientas de análisis fundamental para el historiador.

La profesora asociada del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) comentó que quienes llegan a esta etapa son jóvenes con gusto por la historia y es probable que en algún momento se dediquen a esta o busquen mayor información, así que es una oportunidad para convivir con ellos y adentrarlos en esa tarea, “es una fase en la que a los investigadores nos da mucho gusto entrar en contacto con los chavos. Tenemos charlas en donde no solo se trata de hacer los exámenes sino de conocernos y conocerlos”.

En el segundo día del concurso también se les pondrá la actividad de trabajar en equipo, ya que el conocimiento no solo se adquiere individualmente, sostuvo la historiadora, sino que es un proceso de trabajo en grupo. “Hay comunidades de aprendizaje. Lo que nos interesa es ver cómo el conocimiento en general, y el histórico no se escapa de ello, se trabaja y se logra con mejores resultados de análisis cuando se hace una labor en equipo”.

A la pregunta sobre qué es lo que los investigadores aprenden de los adolescentes, la coordinadora de la OMH respondió que les ha quedado la lección de involucrarse más con los estudiantes, por eso se le da mucha relevancia a las pláticas. Otra es la oportunidad de ver cómo aprenden historia. “A mí me ha hecho reflexionar sobre la importancia del conocimiento histórico porque una cosa es lo que nosotros decidimos investigar y otra cosa es preguntarnos por el conocimiento histórico, es decir, qué queremos que los chicos sepan. Para mí la Olimpiada ha sido fundamental para entender esa diferencia”.

El comité académico de la OMH está conformado por Soledad Loaeza Tovar, de El Colegio de México (Colmex), pieza clave del concurso por ser su fundadora, además de ser una entusiasta participante que siempre contribuye con el diseño y contenido de la Olimpiada; Alfredo Ávila Rueda, Erik Velázquez Garcí , del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM; Iván Escamilla González, del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM; Sara Hidalgo, de la Universidad de Columbia, y Graciela Márquez Colín (Colmex).

Durante la bienvenida a la 11ª edición de la OMH, Sánchez Michel, Loaeza Tovar y Márquez Colín hicieron una dinámica para que los concursantes se familiarizaran y socializaran con los estudiantes de otras entidades.

“En esta competencia no solo se trata de aprobar exámenes sino de ser solidarios, hacer nuevos amigos, conocer nuevos lugares y despertar su curiosidad por la historia”, dijo Soledad Loaeza a los jóvenes.

Luz Olivia Badillo.