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Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/090/09
Mérida, Yucatán, 28 de junio de 2009.

• Por su trayectoria de 20 años de trabajo con la especie Strombus gigas, hizo a Dalila Aldana Aranda merecedora del Premio Nacional al Mérito Ecológico 2009
• La experta en reproducción y nutrición de moluscos impulsa un programa de educación ambiental centrado en la especie, el cual se está instrumentando en 14 países de la región
• También desarrolla biotecnología para el cultivo del caracol rosa en laboratorio, un molusco emblemático del Mar Caribe amenazado por la sobreexplotación

Dalila Aldana Aranda, presidenta de la Sección Sureste de la Academia Mexicana de Ciencias, recibió el Premio Nacional al Mérito Ecológico 2009 de manos del Presidente Felipe Calderón Hinojosa.
Foto: AMC
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Existe una oportunidad para que el caracol rosa, una especie amenazada de molusco emblemático del Mar Caribe, se recupere, afirmó Dalila Aldana Aranda, presidenta de la Sección Sureste de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), quien agregó que para ello se requiere tanto de la vigilancia de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) para evitar la pesca ilegal, como la vigilancia de los consumidores.

El problema, advirtió, es cuando un espacio físico de la naturaleza tiene el membrete de área natural protegida, pero en ella se sigue dando la pesca ilegal. Por ello, resulta fundamental que la captura, comercio y consumo del caracol rosa se lleve a cabo de manera responsable, porque tanta responsabilidad tiene el pescador que lo captura, como el comerciante que lo vende o el consumidor que lo pide en un restaurante, aseveró.

Por sus aportaciones al desarrollo biotecnológico, que permite el cultivo del caracol rosa (Strombus gigas), la investigadora titular del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN, Unidad Mérida, se hizo acreedora al Premio Nacional al Mérito Ecológico 2009, que le fue entregado el pasado 5 de junio por el titular del Poder Ejecutivo.

Este reconocimiento también le fue otorgado por sus trabajos para la recuperación de dicha especie en áreas naturales protegidas, así como por la implementación de un programa de educación ambiental dirigido a la concientización sobre la importancia de esta especie amenazada.

El caracol rosa, detalló la experta, fue una pesquería muy importante en los 33 países del Mar Caribe, aunque durante los últimos 15 años se ha ido deteriorando por la gran demanda que llevó a una sobreexplotación y al declive de las poblaciones.

Como parte de nuestra labor para contribuir a la preservación de este recurso, dijo, hemos trabajado en áreas naturales protegidas implementando programas de repoblamiento, marcado, recaptura y siembra, todo ello en un esquema de binomio academia-empresa con el parque ecológico Xel-Ha.

Por otro lado, señaló que ella y sus colaboradores han trabajado en el cultivo de esta especie con base en el conocimiento de sus procesos de crecimiento, reproducción, alimentación, rangos óptimos de temperatura y salinidad. Al respecto, comentó que este desarrollo biotecnológico fue exitoso y la producción de la primera prueba piloto se sembró en el parque de Xel-Ha.

La investigadora, experta en biología y acuacultura de moluscos, agregó que paralelamente a este trabajo, se lleva a cabo un programa de educación ambiental y divulgación de la ciencia en torno a esta especie, mismo que actualmente se está aplicando en 14 países del Mar Caribe.

Dicho programa de educación ambiental, explicó, se basa en información científica sólida sobre la especie y cuenta con libros, juegos, cuentos, fichas sinópticas y mapas temáticos.

De acuerdo con Dalila Aldana Aranda, todos estos recursos, están encaminados a difundir la importancia del caracol rosa desde el punto de vista histórico, cultural, social, pesquero, ecológico, medio ambiental y como indicador ecológico.

Con el objetivo de lograr un efecto multiplicador, la investigadora y su grupo de trabajo han implementado en el parque ecológico del Xel-Ha cursos para maestros, en los que se les enseña a usar el material educativo que ellos han preparado y se les obsequia, con el único compromiso de que lo usen dos veces más frente a un grupo de niños.

El trabajo con niños, consideró, es muy importante porque de acuerdo con estudios psicológicos, los infantes que se encuentran en la franja de edad que va de los 7 a los 12 años son considerablemente más sensibles y receptivos a los mensajes de cuidado al medio ambiente.

Sin embargo, este programa de divulgación va más allá del trabajo con niños, añadió la experta, ya que también se han acercado a los restaurantes, a los mercados y a las cámaras de comercio, logrando, incluso, la conformación de una red de restaurantes verdes con aquellos negocios que aceptan no vender platillos preparados con especies amenazadas.

Sobre el efecto que el trabajo mencionado ha tenido sobre la especie amenazada, el caracol rosa, dijo que ella ha observado cómo en áreas naturales protegidas donde realmente no hay pesca ilegal, se constata que los ejemplares llegan a la edad adulta y hay un crecimiento de la población.

Otra aportación que ha tenido el grupo de investigación que lidera la doctora Dalila Aldana, quien cuenta con 20 años de experiencia en el trabajo con Strombus gigas, ha sido la de proponer legislaciones y normas internacionales que protegen mejor a la especie por estar íntimamente ligadas a su biología.

Al respecto, dijo que la normatividad pretende proteger especialmente el periodo de reproducción del animal y la talla mínima de captura, para que al menos el 50 por ciento de la población llegue a una talla que le permita reproducirse.

Cabe mencionar que El Premio Nacional al Mérito Ecológico es otorgado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) para reconocer la trayectoria de personas, organizaciones e instituciones que realizan o hayan realizado acciones relevantes en materia ambiental para contribuir al desarrollo sustentable de México.