Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/165/12
México, D.F., 13 de agosto de 2012
Paula Buzo Zarzosa
La Ley de Lomnitz ayuda a explicar que la manera en que se deforman las rocas bajo un esfuerzo constante se incrementa con el factor tiempo. Contrario a lo que señala esta ley, las piedras que ha colocado el doctor Cinna Lomnitz Aronsfrau en el campo del conocimiento de la sismología no se deforman, sino que se fortalecen con los años.
No hay por qué esperar un aniversario ni una ocasión especial para reconocer a los mejores académicos y celebrar sus aportaciones al conocimiento científico y el desarrollo tecnológico. Por eso, autoridades universitarias, compañeros y seres queridos del doctor Lomnitz, investigador emérito del Instituto de Geofísica de la UNAM y miembro de la Academia Mexicana de Ciencias, se reunieron para demostrar su admiración, aprecio y gratitud en un homenaje el pasado 6 de agosto.
Conocer su biografía es trazar un mapa entre los diferentes países donde Cinna Lomnitz ha vivido y estudiado las ciencias de la tierra; desde Alemania, Japón o Brasil, y lugares como Harvard o Caltech, hasta un barco oceanográfico en las costas de Chile. Sus colegas admiran –aunque con un poco de envidia– que desde su juventud el doctor Lomnitz tuvo la oportunidad de trabajar al lado de grandes científicos, como Karl von Terzaghi, Beno Gutenberg, Hugo Benioff, Maurice Ewing y Charles Richter.
Nació en 1925, lo que “pocos adivinarían si caminan detrás de Cinna subiendo las escaleras al segundo piso”, como señala el doctor Gerardo Suárez Reynoso. Algunos lo conocieron cuando eran apenas sus estudiantes y hoy son sus colegas pues, más allá de las aportaciones académicas, el doctor Lomnitz siempre se ha comprometido con la formación de nuevos sismólogos, y es guía y maestro para quien se acerque a él los martes en los pasillos del Instituto.
En palabras de quienes le rinden homenaje, Cinna es de los científicos que en lugar de inventar nuevos cuadros para el tablero de ajedrez, va llenando los que aún están vacíos, estudiando a fondo para ayudar a entender el comportamiento de la tierra en que vivimos. Él juega con las reglas, con su propia forma de hacer ciencia llena de creatividad.
Pionero, ingeniero y escritor
El doctor Lomnitz, Premio Nacional de Ciencias y Artes, ha dejado huellas importantes en la geofísica mexicana. Cuando la revolución digital todavía no llegaba a la sismología, él impulsó la creación de una red de sensores sismológicos alrededor del país que enviaran datos ¡en tiempo real! a un centro donde se recibiera la señal, para procesarla e interpretarla. La nueva red RESMAC fue diseñada en el Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y Sistemas de la UNAM con equipos que aún operan para el Servicio Sismológico Nacional.
Después del temblor de 1985, participó en la creación del Centro Nacional de Prevención de Desastres, se dedicó a estudiar la mecánica de suelos blandos –por eso le encanta ir a Texcoco– y también se interesó por la estadística y el riesgo sísmico, para poder explicar por qué estos fenómenos no se pueden predecir.
Ya sin las cámaras presentes, sus amigos hablan de la personalidad de Cinna, a veces científico y otras ingeniero, al que le fascina entrometerse con la instrumentación, no deja de hacerse preguntas y tomar posturas extremas (a finales de los años 60 fue de los primeros en aceptar la nueva teoría de la tectónica de placas) y no duda en dar respuesta a los comentarios que se hacen sobre sus investigaciones.
Cinna no cree en evaluar el desempeño de los científicos por el número de artículos que publican; sin embargo, a él se le celebran sus libros y más de un centenar de publicaciones que tuvieron impacto en otros países; es además editor de la revista Geofísica Internacional. Se nota que le gusta la literatura; sus textos son claros e interesantes, incluso cuando escribe sobre temas que no son de sismología, como en su columna de la revista Nexos, donde destacan sus títulos divertidos y muy originales.
La palabra recurrente para describirlo es: creatividad. Se ve que ha dejado huella, por sus conocimientos y su forma de ser, en quienes lo conocen, mismos que predicen que Cinna Lomnitz seguirá contribuyendo al desarrollo del conocimiento de las ciencias de la tierra y a la formación de sismólogos que seguirán su ejemplo.
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