Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/154/19
Ciudad de México, 19 de agosto de 2019
El surgimiento de los feudum o feudos, se dio a partir de la coronación en Roma, el 25 de diciembre del año 800, de Carlomagno, rey de los francos, como Imperator Romanorum por el papa León III. Este proceso se tradujo en la sesión de mayor poder a la nobleza, la estatificación de la sociedad y, con ello, el surgimiento de lo que hasta ahora conocemos como feudalidad y feudalismo. Y aunque se ha escrito mucho en torno a estos dos conceptos, existen pocos estudios en los que se analice su construcción.
El término feudum o feudo, de manera general, se comprendía como una parcela de tierra que era cedida a un noble a cambio de servicio militar y apoyo político, sin embargo, dicha definición ha abierto un debate entre los especialistas debido a la falta de similitudes entre diversos procesos históricos europeos durante el Medioevo.
Tanto feudalidad y feudalismo, conceptos nacidos en la Modernidad, forman parte de estudios medievales debido a la relación entre la Edad Media y el sistema que prevaleció durante un amplio periodo de ésta. De acuerdo con el doctor Diego Carlo Améndolla Spínola la mayoría de los especialistas se han enfocado en examinar la historiografía de estos conceptos sin tener en cuenta la producción lexicográfica (elaboración y análisis de diccionarios).
Es así que en su trabajo, el doctor en Historia por la Universidad Nacional Autónoma de México, trató de responder a la pregunta: ¿cómo fueron construidos, transformados y utilizados los conceptos de féodalité y féodalisme en la historiografía y la lexicografía francesas entre 1680 y 1870?, es decir a partir de la escritura de los diccionarios de César-Pierre Richelet y Antoine Furetière, y hasta el establecimiento de la Tercera República Francesa, justo antes de la profesionalización de los estudios históricos.
Para lo anterior el historiador indagó en las nociones que dieron origen a la construcción del concepto feudalismo entre los siglos XVI y XVIII, entre ellos: féodale, féodalement, féodalité y gouvernement féodal, y analizó cómo se han utilizado y transformado los conceptos de feudalidad y feudalismo en la historiografía francesa entre 1680 y 1870 en cuatro niveles: conceptual, discursivo, controversial y contextual.
Es así que la investigación titulada «Féodalité» y «Féodalisme»: construcción, transformación y utilización de dos conceptos en la historiografía y la lexicografía francesa, 1680-1870, no es únicamente una revisión historiográfica, sino también un análisis profundo de los procesos semánticos, historiográficos, académicos y contextuales —políticos, sociales y culturales— de la construcción, transformación y utilización de los conceptos de feudalidad y feudalismo.
La investigación, que fue reconocida con uno de los Premios a las mejores tesis de doctorado en Ciencias Sociales y Humanidades 2018, que otorga la Academia Mexicana de Ciencias, abarca cuatro cortes cronológicos que reflejan los momentos en que los conceptos de feudalidad y feudalismo ganaron o perdieron contenido semántico, así como las controversias surgidas en torno al significado e historicidad de los mismos.
De acuerdo con el texto, la primera etapa, de 1680 a 1751, se caracterizó por buscar desde una perspectiva jurídica el origen de los feudos y su tipología, con el fin de comprender cómo se había formado la monarquía franca; en otras palabras, tanto historiadores como lexicógrafos se dieron a la tarea de buscar en el pasado el fundamento del Absolutismo.
La segunda comprendió de 1751 a 1799, la cual marcó una refocalización de las controversias en torno a la feudalidad, pues mientras los autores anteriores buscaban el origen, serían los ilustrados de la segunda mitad del siglo XVIII quienes se encargarían de debatir las características del régimen feudal. En esta etapa el adjetivo “feudal” fue empleado para nombrar todo aquello que iba en detrimento de la buena moral y la justicia; también surgió el concepto de féodalisme.
En la tercera, de 1800 a 1828, las controversias en torno a la feudalidad y el feudalismo serían nuevamente refocalizadas a partir de las críticas al derecho de propiedad de la aristocracia, así como a la herencia de esta. Entonces, surgieron diversos debates en los que se buscó establecer un futuro en el cual el régimen de feudos no tuviera injerencia en la sociedad de principios de siglo, de manera tal que se consolidara el centralismo jurídico y burocrático, y además se establecieran fronteras geográficas y de poder.
Finalmente, en la cuarta etapa que abarcó de 1828 a 1870, el concepto de feudalismo no se utilizó; en cambio sí sistema feudal, que hacía referencia al conjunto de instituciones y problemas por los que había pasado Francia desde el Medioevo y hasta la Revolución francesa.
“En dicha etapa desde la historiografía se comenzó a observar al sistema feudal como una etapa histórica por la que todas las naciones debían pasar, de manera que se relacionó con la Edad Media; ambas serían comprendidas como una etapa, pero mientras que la feudalidad se refería al periodo durante el cual los vínculos de subordinación institucionalizados se encontraban presentes, Edad Media hacía alusión al lapso entre el siglo V y el XV”, explicó el doctor Améndolla Spínola.
Como parte de las conclusiones a las que el investigador llegó en su trabajo destaca que todavía quedan preguntas abiertas, por ejemplo: ¿cuál fue la influencia que tuvieron las academias francesas en el significado de ambos conceptos entre 1871 y 1914?, es decir, en el momento en que la Historia fue reconocida como una ciencia.
Otro aspecto que sería interesante analizar es “el uso que se ha dado de ambos vocablos en la historiografía mexicana, por ejemplo para explicar los diversos procesos novohispanos; con el fin de entender a profundidad la manera en que han sido utilizados y transformados dichos conceptos en los estudios mexicanos, ya que esto aportaría más elementos al debate, aún abierto, acerca del significado e historicidad de feudalidad y feudalismo”.
Noemí Rodríguez González.
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