Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/311/12
México, D.F., 30 de noviembre de 2012

• En el programa, pionero de la AMC, se han impartido los fines de semana más de 8 mil conferencias
• Jorge Flores, creador de la idea, ofrecerá la plática “Rotaciones, clavadistas y otras cosas” en el MUTEC

Hugo Aréchiga, ex presidente de la AMC, fue el encargado de ofrecer la primera charla en el programa creado hace 30 años por Jorge Flores Valdés.
Foto: Archivo AMC.
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“La naturaleza de los ritmos biológicos”, conferencia que impartiera el 5 de diciembre de 1982 el renombrado fisiólogo mexicano Hugo Aréchiga Urtuzuástegui, fue la primera que ofreció Domingos en la Ciencia, programa pionero de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), que este domingo cumplirá sus primeros 30 años de existencia.

A esa charla le siguieron “El cómputo, diablo o santo”, del físico Thomas Brody Spitz, y después “Los sólidos cristalinos en el mundo de los pitufos”, de Julio Rubio Oca, también físico. Estas tres charlas significaron el arranque de una propuesta inédita de divulgación científica dirigida al público no especializado. La sede inicial fue un lugar de esparcimiento de las familias mexicanas, el bosque de chapultepec, en las instalaciones del Museo Tecnológico de la Comisión Federal de Electricidad (MUTEC).

Desde entonces, el programa se ha mantenido de manera ininterrumpida y no solo eso, se ha extendido hasta llevarse a cabo en la actualidad en 35 sedes de 18 estados de la República y el Distrito Federal.

Jorge Flores Valdés fue director fundador de este programa en 1982, cuando la presidencia de la AMC la ocupaba Pablo Rudomín Sevnovaty. El objetivo desde entonces ha sido difundir la ciencia de una manera divertida y amena entre la niñez y la juventud mexicanas, y con ello ayudar a despertar vocaciones científicas, así como promover el interés por el cultivo y el desarrollo de la ciencia.

Precisamente el creador del programa estará presente este domingo 2 de diciembre a las 12:00 horas en el MUTEC, en el festejo de los 30 años de Domingos en la Ciencia para ofrecer la charla “Rotaciones, clavadistas y otras cosas”.

Domingos en la Ciencia es una tradición y un importante referente para la difusión científica en el país, que han coordinado además de Flores Valdés, Guillermo Aguilar Sahgún, Mineko Shibayama Salas y Raymundo Cea Olivares, su actual director.

En el tiempo que lleva operando el programa se han impartido un total de 8 mil 015 conferencias en diversas especialidades. El maestro en ciencias Héctor Domínguez Álvarez ha sido el más asiduo divulgador del programa, con 113 pláticas, encabezando una larga lista de exponentes que conceden parte de sus domingos para difundir y compartir sus experiencias en el campo de la ciencia.

El camino recorrido por Domingos en la Ciencia es una historia de éxitos y satisfacciones. Muestra de esta riqueza, además del conocimiento compartido, son las historias que se han tejido alrededor de las conferencias, quedando como anécdotas de la bitácora dominical.

Algunas de esas anécdotas, que los responsables del programa se han encargado de recopilar en estos años, se han publicado en el anecdotario. Una de ellas, Los bomberos llegaron ya, narra:

“En la ciudad de Xalapa, que por cierto en 2003 cumplió 20 años como sede de las conferencias de Domingos en la Ciencia, las pláticas se llevan a cabo en el auditorio del Museo de Antropología que tiene un sistema de se­guridad muy eficiente. Uno de los investigadores presentó sus experimentos de química y uno de ellos provocó mucho humo. Éste echó a andar el sistema con­tra incendios del auditorio de manera que empezó a caer una intensa lluvia en el foro y en general en el auditorio que bañó tanto al conferencista como a todos los asistentes. No sólo la conferencia de Domingos en la Ciencia terminó en un baño generalizado, sino que además el sonido de las alarmas atrajo la atención de los propios bomberos de la ciudad”.

Otra anécdota es la que se titula ¿Dónde se sienta Dios?: “Una pregunta que quedó sin respuesta. Ocurrió el 16 de junio de 2001 en la conferencia impartida por José Franco, “Formación de estrellas”. Un niño de escasos cinco años preguntó: ¿Y en qué estrella se sienta Dios?”.

Domingos en la Ciencia llegó a sus primeros 30 años, más que el festejo por un aniversario, es la celebración a un esfuerzo y un compromiso permanente por difundir cultura científica en la sociedad mexicana.

Fabiola Trelles Ramírez