Academia Mexicana de Ciencias
Boletí­n AMC/84/05
México, D.F., jueves 1 de septiembre de 2005

• Cada integrante de la selección mexicana obtuvo una presea
• Piden olí­mpicos apoyos para continuar con su formación académica
• Lamentan que sólo se preste atención a concursantes deportivos

Los estudiantes planean dedicarse a la investigación cientí­fica.
Foto: Jorge H. Sales Ortega/AMC

La selección mexicana conquistó tres medallas de plata y una de bronce durante la Olimpiada Iberoamericana de Quí­mica, realizada en la ciudad de Lima, Perú.

Xavier Isaac Mendoza Arreola, de Baja California, Jorge Augusto González González y Natalia Isabel González Pech, ambos de Veracruz, obtuvieron preseas de plata, mientras que Jaime Ortega Arroyo, del Distrito Federal, obtuvo una presea de bronce.

Los cuatro medallistas se mostraron contentos por haber participado en esta competencia que a nivel nacional organiza la Academia Mexicana de Ciencias (AMC); sin embargo, lamentaron el escaso apoyo que se les brinda en México por parte de las autoridades gubernamentales.

Calificaron de ¡vergonzosa! la cancelación de becas por parte del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnologí­a (Conacyt) a los finalistas de este tipo de olimpiadas, aún cuando han demostrado en los hechos ser de los mejores en su especialidad en el mundo y tener intenciones de continuar una carrera dentro del área cientí­fica.

¡Serí­a bueno que las autoridades pudieran seguir la carrera de los olí­mpicos para que vean lo difí­cil que es destacar en este tipo de competencias, más aún cuando no se encuentra apoyo suficiente, por ello muchas veces los jóvenes talentosos optan por irse del paí­s!, indicó Natalia González.

La joven veracruzana, quien hace unas semanas también ganó una medalla en la Olimpiada Internacional de Quí­mica, celebrada en Taiwán, explicó que, en su caso particular, el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) le ofreció una beca del 90 por ciento, por haber obtenido el mayor promedio en el examen de ingreso de dicha institución.

Sin embargo, tuvo que rechazar esa primera beca del ITESM porque su familia no podí­a costear los gastos de ese 10 por ciento de la colegiatura, por lo que se debió gestionar para conseguir una del 100 por ciento. Aún así­, dijo, ¡estoy sufriendo, porque mi situación económica es difí­cil, pues debo pagar alimentación y hospedaje!, tras haberse mudado de Coatzacoalcos a Monterrey para continuar sus estudios.

Pese a todos esos inconvenientes, Natalia González está feliz por haber participado en este tipo de olimpiadas, pues asegura que le ha servido no sólo para lograr una superación académica, sino también emocional. ¡Es un proceso donde maduras mucho, y por eso le recomendarí­a a todos los jóvenes en el nivel bachillerato participar en esta competencia!.

En opinión de Jorge González, el principal motivo por el que las autoridades gubernamentales no se interesan por apoyar a la ciencia o a los jóvenes que destacan en ella es porque ¡piensan que es algo que no les va a redituar de manera inmediata!.

¡Ellos (las autoridades) se preocupan por algo que tienen amplia difusión como las competencias deportivas, pero dejan de lado a jóvenes que se esfuerzan en la ciencia y quienes han demostrado ser de los mejores del mundo en las competencias internacionales!.

En ese sentido, Jorge González, originario de la ciudad de Xalapa y quien acaba de ingresar a la carrera de quí­mica en la UNAM, pidió al Conacyt reconsiderar la decisión de cancelar las becas, porque hay muchos jóvenes destacados en el ámbito educativo, que por cuestiones de tipo económico no pueden proseguir sus estudios.

Desde el punto de vista de Jaime Ortega, esa falta de apoyo a los jóvenes con talento en la ciencia provoca un gran desánimo para continuar sus estudios dentro del ámbito cientí­fico, y ¡es lógico que piensen que en la ciencia no hay futuro y opten por estudiar otra carrera!.

Es lamentable, dijo, que mientras los paí­ses asiáticos como Corea o China apuestan por la ciencia para lograr una mejor calidad de vida y un mayor poder económico en el futuro, México tiene una visión totalmente al revés, donde en lugar de apoyar a sus jóvenes talentosos en el ámbito educativo, elimina las pocas opciones que tienen.

¡Es una lástima que en México todos sepan lo que ocurre con el fútbol, pero no de lo que pasa a nivel académico con sus estudiantes!, opinó Ortega.

El medallista de plata, quien ha decidido ingresar a la carrera de medicina en su estado natal, Baja California, lamentó que sean muy pocas las instancias en los diferentes niveles de gobierno que se preocupan por apoyar a los jóvenes en el ámbito educativo.

Recordó que él fue apoyado por su preparatoria y por la Universidad Autónoma de Baja California para poder competir en la Olimpiada Nacional de Quí­mica y en su preparación para la Iberoamericana; sin embargo, ¡el gobierno municipal (de Tijuana) un par de veces me mandó por un tubo y no me ayudó en nada! cuando acudió para que lo apoyarán luego de ser finalista del certamen nacional.