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ESTUDIAN RELACIÓN DE BIENESTAR ANIMAL Y COMPORTAMIENTO REPRODUCTIVO

Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/098/16
Ciudad de México, 2 de mayo de 2016

  • El conejo es un modelo único para estudiar problemas específicos en neurobiología, tal es el caso de la conducta sexual masculina y femenina o la conducta maternal.
  • Conocer el comportamiento maternal de las conejas posibilita trasladar los modelos de la granja al laboratorio y los modelos del laboratorio a la cría de conejos para el aprovechamiento de su carne y otros productos.
El conejo presenta particularidades que lo distinguen de otras especies, lo que lo hace un modelo único para estudiar problemas específicos en neurobiología, tal es el caso de la conducta maternal; la coneja, a diferencia de otros mamíferos que amamantan a sus crías varias veces al día, restringe al mínimo el amamantamiento y lo hace una vez al día a la misma hora por tres minutos.
El conejo presenta particularidades que lo distinguen de otras especies, lo que lo hace un modelo único para estudiar problemas específicos en neurobiología, tal es el caso de la conducta maternal; la coneja, a diferencia de otros mamíferos que amamantan a sus crías varias veces al día, restringe al mínimo el amamantamiento y lo hace una vez al día a la misma hora por tres minutos.
Foto: cortesía de la doctora Gabriela González Mariscal.
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El bienestar de los animales en la granja y en el laboratorio es un tema de interés internacional, razón por la que los científicos buscan alcanzar un equilibrio entre la utilización de los animales con fines económicos o científicos y el respeto a sus condiciones de salud, alimentación, etcétera, permitiendo que tengan un trato adecuado.

Y para seguir abonando en esta dirección, la doctora Gabriela González Mariscal, investigadora en el Laboratorio de Biología de la Reproducción del Cinvestav y en la Universidad Autónoma de Tlaxcala, junto con su equipo de trabajo, realiza estudios hormonales, del cerebro y del comportamiento en conejos.

Sobre estos animales informó en entrevista que las hembras viven en colonias subterráneas con un macho dominante con el que se aparean, pero cuando se trata de dar a luz construyen una madriguera exclusiva para el parto. “Al conocer estos antecedentes en la naturaleza, cabe preguntarnos qué tanto se están replicando estas condiciones en el laboratorio y en las granjas en las que se crían conejos para la producción de carne”.

La investigadora que ha trabajado en el tema de bienestar animal, y que estudia condiciones de manejo, tipo de alimentación y alojamiento de los conejos en las granjas, explicó respecto del tamaño de las jaulas, ya sea para hembras maternales, conejos en engorda o conejos recién destetados, que al medir las hormonas corticosteroides que se liberan cuando hay situaciones crónicas de estrés, se ha observado que las jaulas utilizadas no han mostrado ser inadecuadas puesto que hay varios tipos de acuerdo con el sexo y la edad de los conejos.

Sin embargo, un factor que contribuye al estrés y que está relacionado con el bienestar animal, es el sacrificio, ya que el lugar donde se cría a los conejos para su posterior venta, generalmente está alejado del rastro (en donde se les sacrifica); por lo tanto, los animales tienen que ser transportados. Y con el fin de estimar qué tanto estrés les produce estas condiciones en los conejos, se están desarrollando simuladores de movimiento, de ruido y de cambio de temperatura.

“Para mejorar la situación de estos animales, no solo se debe enseñar a las personas a reproducir a los conejos, sino también la manera de sacrificarlos, ya que existen métodos, como el corte a la yugular, que genera mejor sangrado y mayor calidad de la carne para consumo humano”, dijo González Mariscal, quien es editora de la sección “Bienestar animal y etología” de la revista World Rabbit Science. En este sentido, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) editó recientemente el Manual de buenas prácticas en cunicultura.

Comportamiento maternal
El conejo presenta particularidades que lo distinguen de otras especies, lo que lo hace un modelo único para estudiar problemas específicos en neurobiología, tal es el caso del comportamiento reproductivo, en específico la conducta sexual masculina y femenina o la conducta maternal.

En relación con esta última, la coneja, a diferencia de otros mamíferos que amamantan a sus crías varias veces al día, restringe al mínimo el amamantamiento de sus crías, y lo hace una vez al día a la misma hora por tres minutos.

Conocer este aspecto del comportamiento maternal de las conejas posibilita trasladar los modelos de la granja al laboratorio y los modelos del laboratorio a la cría de conejos para el aprovechamiento de su carne y otros productos. Un cunicultor busca que los conejos se reproduzcan en mayor número y en el menor tiempo posible, y lo que la especialista y su grupo de trabajo han observado en el laboratorio es que las conejas pueden reproducirse una vez terminado el parto.

En la naturaleza se ha observado que los machos conocen el lugar en el que están las madrigueras de parto y esperan a que la hembra salga para aparearse con ella, con lo que la coneja adquiere la condición de concurrencia-gestación-lactancia, es decir, acaba de iniciar la lactancia de las crías e inicia un segundo embarazo consecuencia de la copula post parto.

Desde la cunicultura esto podría aprovecharse para tener más crías en menor tiempo, sin embargo, la coneja gestante-lactante a partir del día quince produce menos leche que la hembra solo lactante, entonces durante quince días las crías de esta coneja reciben menor cantidad de leche que si fueran amamantadas por una hembra solo lactante, lo cual tiene como consecuencia que las crías tengan un peso bajo.

Además, una hembra lactante no es sexualmente receptiva, “si a una hembra en el día diez no se le permite amamantar a sus crías y al día once sí, los críos no se mueren de hambre porque al día diez ya están robustos para aguantar un ayuno de 48 horas, la hembra no pierde el comportamiento maternal y después si se le lleva con el macho está sexualmente receptiva, a esto se le llama bioestimulación, un proceso que los cunicultores llaman de otra forma, que saben que funciona, pero desconocían el mecanismo involucrado”, indicó la integrante de la Academia Mexicana de Ciencias.

El comportamiento maternal de las conejas es un ejemplo de la acción de las hormonas esteroides (estradiol, progesterona, estrógenos) y de la prolactina que es una hormona proteica. Después del parto el perfil hormonal cambia, ya que no hay progesterona, el estradiol está presente en concentraciones menores a las del embarazo y la prolactina se libera antes del parto. Esto último es crucial para desencadenar el comportamiento maternal pues si a la hembra se le bloquea la liberación de prolactina, al darle bromocriptina, la hembra no es maternal, y un 70% se rehúsa a amamantar a sus crías.

En la actualidad, “hemos comenzado con el estudio de la oxitocina, un péptido que se libera junto con la prolactina en todos los mamíferos durante el amamantamiento. Además, la oxitocina participa en promover la interacción madre-críos, por lo cual iniciamos con un estudio para identificar cuál es el papel de la oxitocina en el comportamiento maternal de la coneja”.

Noemí Rodríguez González.

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